Seguíamos en el mismo lugar cantando nuestras canciones favoritas y hablando de la vida. Pero nuestra tranquilidad no duraría mucho.
- Que pasa? - le preguntó a Dayan que se queda callada de repente como si buscara algo en la nada.
- Shhhh. - me callo.
- No entiendo. - dije pero al momento me arrepenti, las llantas de lo que parecía ser un auto arremetía con furia contra el duro pavimento de las calles.
- Es Jace y su cuerda de gorilas. -
- Demonios. - dije en susurro. - Que hacemos?- le pregunté s Dayan, que ya no se encontraba a mi lado.
- Nada querido Jamie, no puedes hacer nada. - dijo Jace quien apuntaba el arma a la cabeza de Dayan.
- Sueltala.. - fue lo único que salió de mi boca.
- JAJA... Eso es lo único que tienes para decir? - pregunto. - Lo supuse.. -
- Que es lo que quieres Jace? - fue Dayan quien pregunto esta vez.
- A ti.. - susurro Jace.
- Eso si que no. - dije caminando decidido hacía el.
- Un paso más y jalo el gatillo. -
Jace.
No quería, de verdad no quería lastimar a mi chica, pero me obligó a hacerlo, si no es para mi, no es para nadie.
- Que es lo que quieres de mi? - pregunto la chica aprisionada.
- Quiero todo lo que no puedo tener por culpa de el... - dije mirando con recelo y odio a Jamie.
- Quieres que te ame.. - susurro como una afirmación.
- Si.- dije seguro.
- Sabes que amo a Jamie. - pude notar ese brillo especial que solo tenía cuando sus ojos miraban a Jamie.
- Pues entonces lo mataré para que me ames a mi. - dije en tono enfermizo.
- NO- grito Dayan.
- No grites nena, prometo que lo olvidaras.. - dije apuntando el gatillo en dirección al chico de ojos azules.
- Basta Jace. - Dijo alguien a nuestras espaldas, una voz realmente conocida para mi, una voz anhelada por muchos en este lugar. Rápidamente los presentes volteamos para mirar al dueño de aquella voz.
- David... -
Este es el capítulo mas corto creo, lamento no haber subido antes pero la universidad me tiene ocupada..
Mañana subo el 25 y 26..
Azul.
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BAD GIRL ¡EN EDICIÓN!
KurzgeschichtenEl amor es impredecible en cualquier edad. Siempre llega como si un tsunami se tratase, arrasando con todo a su paso. Ira, dolor, tristeza, felicidad, deseo, y un sin fin de cosas más. Esa fue la parte que le tocó vivir a Dayan, que creyendo haber...