- Como yo te olvidaria? - pregunte mirando sus ojos. - No entiendo nada. - dije.
- Creo que debes saber la verdad, pero no por mi, porque yo no la se toda, solo se una parte de ella, la mas dolorosa para mi. - dijo acunando mi rostro entre sus manos. - lo mas importante que debes saber que te ame y que seguire haciéndolo pase lo que pase, a pesar todo. - dijo dejando un casto beso en mis labios. Y solo eso me fue suficiente para saber que no quiero a mas nadie a mi lado que no sea ella, pase lo que pase, sea cual sea la historia o el secreto tras mi perdida de memoria lo enfrentaré sabiendo que ella estará a mi lado. Que tendré a mi Bad girl.
Camino a casa, intento formar una pregunta solida que hacerle a mi madre para que me diga que fue lo que de verdad paso. Sin embargo estoy tan intranquilo de saber la parte que Dayan no me quiso decir, pero me dejo en claro que una vez sepa la verdad por parte de mi madre ella se encargara de hacerme saber el resto o hasta mas de los secretos ocultos tras mi inconclusa vida.
- Hijo donde estabas? Te hacía dormido no en la calle tan temprano. - dijo en tono de reproche.
- Quiero la verdad mama.- dije mirandola fijamente.
- De que hablas Jamie?- pregunto nerviosa.
- La verdad de mi pérdida de memoria, de porque no tengo recuerdos de antes de mi vida en Australia. Habla mama.- dije gritándole a lo que ella abrió sus ojos como platos.
- Qui... quien te hablo de eso?- dijo .
- No importa quién madre. Solo quiero la verdad. - dije intentando calmarme.
- De seguro fue esa muchachita verdad? Esa tal Dayan. La hija de Grey, desde un principio que tu padre la trajo a esta casa, supe que no traería nada bueno solo por el hecho de ser una Grey.- dijo ahora gritando.
- Porque demonios hablas así de ella, no te ha hecho nada. - grite.
- Me quito mas de lo que crees. ¡Me quito a tu padre! - grito.
- Porque mierda te quitaría a papa? -
- Dayan Grey era la amante de tu padre. - luego todo se volvió negro para mi.
Azul.
ESTÁS LEYENDO
BAD GIRL ¡EN EDICIÓN!
Historia CortaEl amor es impredecible en cualquier edad. Siempre llega como si un tsunami se tratase, arrasando con todo a su paso. Ira, dolor, tristeza, felicidad, deseo, y un sin fin de cosas más. Esa fue la parte que le tocó vivir a Dayan, que creyendo haber...