La Hija de Yato [Noragami]

Capítulo VII

Nieve

—Era casi evidente que escogerías ese —dijo la errante a Hikari mientras se miraba con supuesta melancolía el nombre "Hiiro".

—Esto no me gusta —soltó la chica —Veté de aquí, nadie te invitó

—Como quieras —contestó y posteriormente se rió para después caminar hacia una habitación.

Alterada, Hikari después de quedar unos segundos petrificada con la respiración agitada, corrió detrás de Hiiro y entró a la habitación, solo para darse cuenta de que no estaba ahí.

—Maldita sea... —susurró —¡No, niña! ¡Qué susto me diste, cabrón!

Hikari apagó todas las luces, aunque seguía siendo de día, y cerró todas las habitaciones menos la suya. En su cuarto puso cosas como ropa, zapatos, mochilas, cosas de la escuela y cosas para peinar en el suelo y en su sillón individual, y en cada esquina puso una maleta con ropa encima.

Básicamente hizo de su cuarto un desorden a propósito, por el miedo, era una forma de tranquilizarla, aunque a ella le gustase estar en su casa limpia y ordenada.

Se acostó en su cama con el celular en la mano, con miedo a que algo más se le apareciese y le dio la espalda a la pared.

Puso una alarma a las 6 de la tarde, o sea, casi una hora después y se dispuso a dormir, para aclarar su mente.

»...«

"«Nieve...

Aquí hay nieve, está nevando...

¿Por qué?»

La chica se sentó sobre la suave y blanda capa fría, pero el frío no le molestaba.

Es como si fuera inmune al frío, lo sentía, pero podía soportarlo... de hecho, le llegó a parecer agradable.

Se acostó para descansar, tantos problemas hacían que se le calentase la cabeza.

Dio un largo y relajante suspiro, y después se estiró... vaya, que le había dado sueño.

Cuando estaba a punto de dormir en su sueño escuchó pasos acercándose hacia ella.

Se levantó de golpe, pero se mareó debido a eso, y cuando volteó..."

La canción ''(I'll never be) Maria Magdalena'' de Sandra comenzó a sonar por toda la habitación y la asustó de muerte. Hikari se sentó y torpemente tomó su celular para ver reflejado el nombre Mamá, la estaba llamando.

—¿Qué pasó? —preguntó adormilada, aún no procesaba ni recordaba que su mamá se había ido su madre de la casa y no regresaría.

—Hikari-chan ¿estás bien? —se escuchó al otro lado de la línea, una voz muy familiar.

Pero que definitivamente no era su mamá.

Asustada, estuvo petrificada unos segundos y pensó en cortar la llamada. Allí fue cuando recobró toda la información de hacía unos minutos, la ida de su mamá, su segundo encuentro con Hiiro, y todo lo demás.

—Ah...

—No te preocupes, Hiyorin está conmigo a salvo

—¿"rin"? —hizo por el nombre —¿Pudiera hablar con mi madre?

—Claro, ya va... —se escuchó unos ruidos por culpa del celular.

—Hola, Hikari —Hiyori parecía deprimida

—¿Podrías explicarme tú qué fue eso?

—Si leíste la nota deberías saberlo ya —sonaba como si estuviera frustrada —Hikari, no tengo tiempo. Te paso a Kofuku

—¿Kofuku?

—Sí, la que te llamó al inicio. Ella te cuidaba cuando tenías 4 años

—Vale, con razón reconozco su voz un poco —su madre soltó una risilla para volver a escuchar ruidos de interferencia por moverse tan bruscamente

—No tenías que insultarme —se escuchó burlonamente un eco perteneciente a la errante.

Hikari volteó con el ceño fruncido tapando el micrófono de su celular —Pues, eso no se ve todos los días —le dijo a la nada ya que no sabía desde dónde le hablaba Hiiro.

—¿Hikari? —desde el teléfono se oía suavemente la voz de Kofuku aunque Hikari tapaba la parte de abajo

La chica de ojos azules reaccionó y colgó sin pensarlo bien, provocando una risa más reconocible de la errante

—Eres una idiota —le dijo desapareciendo en una bola de luz

—¿Qué coño? —Hikari sintió vibrar el celular en su mano y rápidamente lo encendió. Comenzó a temblar al notar el error que había cometido al colgar.

"¡Es de mala educación colgar a las personas sin razón aparente, Hikari!"

Decía un mensaje enviado desde el celular de su mamá.