Te amo

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Chat Noir esta sorprendido. Su corazón no deja de latir, no quiere volver a arruinar su relación, pero tampoco quiere negar sus sentimientos. Reconoce que todos cometen errores y que su padre jamas debió involucrarse en su vida, el ya tiene a personas que realmente lo quieren y aprecian como es en realidad.

Ladybug: No quiero presionarte, se muy bien que sientes lo mismo y que tus inseguridades te impiden decirlo.

Chat noir: No es eso—desvía la mirada, incomodo.

Ladybug: ¿Entonces, qué te inquieta?

Chat noir: El miedo, tengo miedo de volver arruinar todo. No solo contigo, sino que con todos, somos héroes y si nuestras emociones terminan provocando la destrucción de aquellos que amamos.

Ladybug: Eso no pasar, sin importar nuestros sentimientos, ambos sabemos que no podemos interponer en nuestro deber.

Ninguno está dispuesto a ceder. Son héroes y saben su importancia, también no niegan sus sentimientos. Su vida privada está siendo perjudicada y no quieren terminar renunciando a sus amistades.

Chat noir: Comprendo y entiendo, pero hay algo que está sucediendo.

Ladybug: Aquella chica—susurra.

Chat noir: ¿Cuál?

Ladybug: Desde hace un tiempo he visto a una chica de nuestra edad o mayor rondando las escenas, al parecer trabaja para Hotw Moth.

Chat noir: Cierto, siempre la vemos en peleas, hasta nos ha ayudado.

Ladybug: Solo cuando Reina nos ayuda.

Silencio. Parece extraño que un enemigo misterioso quiera ayudarlos, sabiendo que trabaja para Hotw Moth. Los minutos pasan y siguen conversando y al final optan por investigar, una investigación demasiado complicada ya que ella suele desaparecer en segundos.

Desde la distancia se puede ver un par de ojos lilas. La joven se encuentran sentada en uno de los edificios, observo la interacción de ambos héroes, solo que está vez sus intenciones van con alguien mayor.

Las horas pasan y el bello color azul va tomando fuerza. Los estudiantes se van levantando y alistando para la escuela. Algunos llegan y comenzando sus actividades estudiantiles.

Marinette se encuentra caminando, sube las escaleras. Se detiene al ver a Lila, que al parecer se encuentra esperando. Suspira y se acerca, sabiendo que esto pueda ser un error.

Lila: Marinette, hola—sonríe.

La azabache no aparta su mirada de la ajena, sabe que su sonrisa nunca son sinceras. Si ella se encuentra aquí, estando es por algo importante para su propio interés.

Marinette: Hola, Lila.

Lila: ¿Al fin te rindes?

Marinette: Eso te encantaría, para tú información lo que suceda entre Adrien y yo es asunto nuestro.

Lila: Se muy bien que tarde o temprano terminarás dándote cuenta—susurra cega de su rostro.

Marinette en ningún momento aparta su mirada de la castaña, hay algo de verdad en sus palabras. Aprieta su quijada y sin darle oportunidad de seguir haciéndola sufrir se aleja.

Camina hasta llegar a su casillero y comenzar aguardar sus pertenencias. Alya llega a los minutos y ambas conversan lo sucedido, siendo esto algo positivo para Lila, pretende darle una mala impresión a Gabriel sobre la azabache.

En la mansión Agreste, específico en la guarida de Hotw Moth, esté se encuentra golpeando la pared, mientras que la joven lee un libro sobre la cultura de dicho país. El mayor ya está frustrado que sus planes fracasen y de paso no poder manipular a su totalidad a la chica que tiene como ayudante.

La observa, parece sumergida en su mundo. Guarda la compostura y se acerca, captando la atención de los ojos lilas.

— ¿Algo interesante que quieras compartir?

Gabriel: Lo mismo pregunto.

Cierra su libro, provocando un eco que inunda el silencio. Ninguno aparta la mirada del otro siendo esto algo que enfurezca al mayor.

Gabriel: ¿Cómo va la investigación?

— Hasta que preguntas. Ya había dado por muerto tú cerebro.

Gabriel: Te sugiero que guardes el sarcasmo. La familia Adog estará demasiado decepcionados si se enteran que su primogénita perdió el libro de sus ancestros.

— Al parecer ambos saben su identidad y eso será un problema.

Gabriel: Solo para ellos—. Se aleja.

La azabache lo mata con su mirada, parienta su quijada y al verse sola en aquel lugar lanza maldiciones y el libro por diferentes partes de la habitación. Sus kuamis se acercan y la abrazan de los hombros, intentando trasmitir la confianza necesaria para lograr su cometido.

Mantiene su vista en el libro y sonríe. Lila al final le va a servir. Sonríe y camina a dicho objeto, lo recoge y ojea su contenido hasta llegar a una sección sobre objetos traídos de otras partes del mundo.

— ¿Mi señora?

— Tranquilo Dix, al final seré yo quien gane está “guerra”.

— Sabes que nuestros poderes no pueden ser usados de aquella forma.

— Solo necesito...

— Lo lamento Artemis, pero Dag tiene razón.

Chasquea ses dedos y ambos kuamis regresan a sus prodigios. Observa su alrededor y sale de la habitación, nadie impedirá que recupere su tan ansiado objeto. No puede volver a casa, no sin antes regresar el honor a sus ancestros.

Artemis: Solo falta poco...Alex—susurra.

Amor y secretos (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora