Narra John
Había pasado ya dos semanas. Mi yeso ya no estaba y había vuelto a las carreras enseguida. Cada vez había más números de chicas en mi tachó de basura y más cervezas en mi nevera de las que podría contar con mis manos. ¿Por qué será que cada vez que trato de alejarme de ella vuelvo a mis antiguos hábitos? ¿Será por qué me mantiene lo suficientemente distraído con sus problemas?
Sin embargo era por mi bien. Mis amigos me habían preguntado ya muchos veces en donde andaba y uno que otro me había visto con ella. Tuve que inventarme excusas y si mis amigos fueran por lo menos razonables lo habrían descubierto, pero como todos eran unas cabezotas no hubo problemas.
-Tom!-grite sobre la música, mi apartamento estaba repleto de personas desconocidas y borrachas.
Donde se metió este idiota? Lo único que hago es ir por una cerveza y desaparece. No me demore ni un minuto! Donde se pudo haber ido? Mi departamento no es tan grande como para que se pierda.
Entre a mi habitación y cerré la puerta tras de mí, me senté en mi cama con mi cerveza en la mano y me quedé ahí. No quería escuchar más ruidos o ver más luces, estaba harto de esto.
La puerta se habré de repente y giro la cabeza bruscamente. Tenía que ser un par de idiotas besuqueándose ¿no podía ser Tom?
-LARGO!-grite enojado. No quería ver a nadie ahora, estaba mentalmente cansado.
La pareja salió cerrando la puerta fuertemente. Tome un trago de mi cerveza y cerré los ojos. La música retumbaba en mis oídos, quería sacar a todos de una patada, pero no podía, no podía perder mi reputación.
Mi puta reputación de mierda.
Deje la cerveza en el piso y me acosté en mi cama, no podía dormirme, eso lo sabía. Pero no pude evitar que mis ojos se cerrarán del cansancio de vez en cuando.
Alargue el brazo y cogí mi cerveza dando otro trago. Esa cerveza era lo único que me mantenía con los ojos abiertos, si no, ya estuviera dormido profundamente.
Me pare mientras maldecía a todo el mundo y salí de mi habitación, estaba tan mareado que apenas me mantenía de pie. De la nada veo a Paula pero creo que me la imagine porque no creo que esté aquí.
Me acerco más y veo que está con un chico y ella sigue ahí, siendo paula. Me acerco a un más hasta que la cojo del brazo y...es real.
-Que haces aquí!?-gritó enojado.
-Que tiene?-dice mientras le da un trago a su cerveza. Tiró la cerveza al piso de un manotazo y tomo a Paula fuertemente del brazo.
La jalo hasta mi cuarto y cierro la puerta con seguro para luego girarme a ella furioso.
-Paula! Te tengo que recordar que tienes 15 putos años! Es que acaso estas mal de la cabeza!-me acerco a ella fulminándola con la mirada.
Ella simplemente esconde la cara mirando para abajo. La tomo fuertemente de su mentón y hago que me mire a los ojos para que vea lo furioso que estoy.
-Escúchame, no te quiero volver a ver en otra fiesta tomando cerveza u otro trago, porque créeme que me enteraré si lo haces-Paula asintió asustada. Le solté el mentón-. Te vas a quedar aquí hasta mañana y mis padres se enteraran de esto-le advierto.
Regresó afuera y me acerco al niñato que estaba con mi hermana hace solo unos minutos.
Simplemente le pego un puñetazo en la cara. Mi ira estaba a mil, no soportaba ver a nadie ahora.
Camine otra vez hasta mi habitación y comencé a pegarle a la pared furioso mientras que escuchaba los gritos de susto de Paula. Estoy desesperado, más bien harto, no soporto a nadie ni nada.
Miro a Paula que tiene lágrimas en los ojos y está tapada hasta la boca con la manta. Me acerco a ella tranquilizándome un poco y le quitó la manta.
-Lo siento-murmuro.
Ella niega con la cabeza mientras se seca las lágrimas. Me acerco a ella de apoco hasta quedar a su lado.
-Lo siento tanto-la envuelvo en mis brazos.
Paula comienza a lanzar pequeños sollozos y lo único que puedo hacer es apretarla más contra mí y acariciarle el pelo.
-No vale la pena esta vida paula, aprovecha que aún puedes salir, porque para mí ya es muy tarde...-le susurró en el oído-. Demasiado tarde.
***
Los rayos del sol llegan directamente a mi cara, siento el sudor recorrer por todo mi cuerpo. Abro los ojos lentamente y veo a Paula durmiendo con la respiración tranquila.
Me paro lentamente y cierro las cortinas, luego salgo de la habitación y con cuidado llego a la cocina. Son la 1:45pm, mierda, mi cabeza.
Tomo una de las pastillas y me la trago de una, pasando está con dificultad por mi garganta. Luego de eso escucho los sollozos de Paula, voy corriendo hasta mi habitación por más que me duela la cabeza y la encuentro sentada en la cabeza llorando mientras se sostiene fuertemente la cabeza.
-Me duele mucho John-chilla.
Me acerco a ella y le sonrió-. No debiste haber bebido-le dije burlón.
-Es enserio John, me quema-se queja jalándose los pelos.
-Hey Hey! No hagas eso-le digo tomando sus manos-. Ya te traigo una aspirina.
Voy por la aspirina y se la entregó, Paula la traga de una, tosiendo al final fuertemente.
-Deberías seguir durmiendo-le sugiero.
-Tu no vas a dormir?-pregunta recostándose en la cama.
-No, descuida-me siento a los pies de la cama.
-Sabes? Nadie nunca se había preocupado tanto por mí como tú-me sonrió.
-No digas bobadas, Mis padres te aman-bufo.
-No...ellos aman a alguien que no soy-agacha la mirada y juega con la cobija.
-Te aman porque eres increíble-me acerco a ella.
-Dudo que quieran seguir presentándome como su hija si saben todo lo malo que eh echo-murmuro para luego dar la vuelta y cerrar los ojos.
Dakota
Dakota? Por qué pensé en ella? Tal vez sea porque ella es igual o aún peor. Se ve como si fuera un desperdicio, una sobra que nadie quiere.
Siempre hay alguien que quiere la sobra de otro.

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Ayuda
RomansaDakota es frágil cual vidrio. John es duro cual roca. Dakota le teme a todo. John no le teme a nada. Dakota necesita ayuda. John necesita ayuda. Sin embargo la ayuda que necesitaban ambos era por temas completamente diferente. John tenía un vicio ma...