Epilogo

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Respire profundamente el aire libre. Estaba en el bosque, el agua del lago sonaba y mis pies sentian el picos característico del césped. Aqui siempre podia encontrarme en paz. Y es que cada una de las partes que formaban este bosque me recordaban a el, me hacia tenerlo mas presente que nunca.

-Mamii...Mamii- escucho las risas de Johanna viviendo hacia mi. Veo al frente y sonrío. Y es que aunque el bosque me recuerde a John, Johanna era el reencarnado. 

Tenia su cariño y bondad, pero tambien su actitud y perseverancia. 

Johanna se tira encima mio y la abrazo con fuerza. Ella acuesta su pequeña cabeza en mi regazo y yo comienzo a acariciar su pelo, su hermoso pelo cafe brilloso. 

-Mami, tu crees que papi nos esta viendo ahorita?- me pregunta mientras toma su cadena del cuello y viendo la foto de John. Durante estos 4 años me he asegurado que lo tenga mas que presente y que este consciente y gracias a John es que ambas nos encontramos disfrutando la una de la otra. 

-Todo el tiempo, es nuestro angel- le aseguro-. Cada vez que sientes escalofríos, briza, seguridad, confianza... el esta presente, haciéndonos sentir mejor y dándonos fuerza-. ella me mira con sus grandes ojos. 

-Mmm lo siento ahorita-dice cerrando los ojos y tocandose el pelo, que se mueve con el viento. 

-Yo tambien- le digo imitandola. 

Después de unos minutos Johanna se vuelve a parar y corre hacia el lago metiendo sus pies en este. Sonrío poniendo una mano en mi hombro, casi pudiendo jurar que la mano de John esta ahi sosteniéndome, abrazándome y asegurándome que todo esta bien. 

Que no importa el dinero, ni la soledad, ni tampoco debo preocuparme de Johanna, pues el siempre estará protegiéndonos. Sonriéndome siempre hacia el sol y hacia la vida que el me regalo. 

Me dejo su mayor regalo, su mayor prueba de amor. Porque el nunca podia quedarse corto, el tenia que dar mas de lo que podia. Y es que durante 9 meses estuve llorando porque pensaba que John nunca la veria crecer, que nunca podría abrazarla. Y asi mismo, que Johanna nunca tendría a su increíble padre, su superhéroe, nunca podría sentir esa protección paterna... Pero eso cambio cuando la vi. Cuando la tuve en mis brazos y vi sus verdes y grandes ojos abrirse... lo vi a el. Lo senti acariciandola, y por un segundo jure sentir sus brazos, y fue ahi cuando supe que nunca estaríamos sola, que Johanna ya tenia a su superhéroe y nunca le faltaria protección. 

Nuestro departamento siempre sera nuestro hogar, y Johanna es nuestro hilo, ese hilo transparente que conecta el mundo con el cielo. 

-MAMI MIRAA-Johanna grita desde el lago. Rio viéndola, saltando por todo el agua, corriendo de un lado a otro con entusiasmo. No había niña mas feliz que ella, que no reciba mas amor y cariño. Escucho sus jadeos y se que viene otra vez corriendo hacia mi, extiendo mis brazos y las dos caemos al césped quedando acostadas. 

Giro a verla y ella conecta sus ojos con los mios. - Te amo-. le digo agarrando su mano. 

-y yo los amo a ustedes-dice tomando su cadena y besando la foto de John. 

Y es asi, como quedamos las dos abrazadas en aquel bosque, aquel bosque en el que cai perdidamente enamora de John, donde sufrimos pero tambien amamos, y mas que todo donde el uno al otro nos salvamos. 

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