Capítulo 46: Pequeño sacrificio.

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Contado por Israel.

Davina y Alek nos miraban con asombro o con miedo, estaba esperando a que Alek intentara algo para detenerlo pero no decían nada, sentí un mareo y estuve a punto de caerme así que tuve que sostenerme en un árbol.

-Israel, ¿Qué sucede? -preguntó Kelly acercándose hacia mi rápidamente.

No respondí, me sentía mareado y débil, esto solo lo había sentido cuando estábamos en la batalla con los ángeles. Pero tenía demasiado tiempo que no usaba magia. Podía deberse a estás esposas que me inhibían la magia así que con una mano la arranqué destrozándola.

Voltee a ver a los demás, seguían mirándome y también a Justin el cual parecía encontrarse en el mismo estado que yo.

-¿Qué les sucede? -insistió Alek- ¿Cómo es que ustedes...?

-Alek, ahora no por favor -lo interrumpió Kelly y este no dijo nada.

-¿Donde está Leo? -pregunté. No me había dado cuenta de su ausencia hasta este momento, si huyó de aquí debíamos de encontrarlo para hacer que olvide lo que vio.

-No lo se, de un momento a otro desapareció, iré a buscarlo -dijo Davina comenzando a caminar por donde venimos.

-Espera -le grité haciendo que parara y me acerqué hacia ella y Alek.

Pata de lobo, garra de harpía... No eres bobo pero olvidarás lo que has visto este día.

-¿Qué se supone que significa eso? -interrogó Davina confundida por las palabras del conjuro.

-Intentas borrarnos la memoria -dijo Alek- ¿Por qué?

Oro diamante y zafiro... Que con estas palabras olvides que soy vampiro

Estuve a punto de caer pero Davina logró sostenerme.

-Israel, deja de intentar hacer hechizos, es evidente que algo sucede con tu magia -dijo Justin sacando su varita, apuntó hacia un árbol y dijo una serie de hechizos. De su varita no salía nada, en algunas ocasiones se veía una tenue luz como si funcionaría pero no lo hacía- No funciona.

-Deberían sentarse un momento -sugirió Davina pero negué con la cabeza.

-Hay mas vampiros, tenemos que encontrarlos.

-Pero si apenas y puedes estar de pie -advirtió Kelly.

-No pasa nada -dije soltando a Davina- Mientras no intente hacer hechizos estaré bien.

-Yo me puedo encargar de los vampiros, solo necesito ir al castillo por un par de cosas -comentó Alek.

-Te matarán, no podrás contra tres vampiros tu sólo, además al parecer vendrían mas.

-Entonces vayamos a avisar al padre de Kelly -sigirió Davina- Si vienen mas vampiros no es seguro que todos estén en esa tonta ceremonia.

-Exactamente eso es lo que debemos de hacer, ir a avisarle a los demás -dijo Kelly- Tu y Justin no pueden simplemente querer hacerlo sólos, no pueden y deben de admitirlo.

-Está bien -dije dándome por vencido- vamos a avisar a los demás.

Nos dirigimos hacia el castillo, tenía la intención de que pudiéramos encontrar a Leo en el transcurso pero no fue así.

III: El secreto del hechiceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora