III: El secreto del hechicero

Epílogo

Contado por Israel.
Habían pasado unas horas desde que aparecimos en la casa O'Connor, Justin colocó hechizos de protección en la casa y los demás se fueron hacia el patio. Esme despertó y también estaba con ellos.

Me encontraba sentado junto al cuerpo de Leo, él aun no despertaba.
En el momento en el que estuve esperando le comuniqué a Rose que volvieran. Davis y los otros aeguramente aun estaban esperandonos fuera.

Me levanté y me dirigí hacia la cocina, al llegar ahí abrí el refrigerador y tomé un frasco con sangre, lo abrí y bebí la sangre desesperadamente. En verdad necesitaba esto.

Tomé otros dos frascos ya que Leo necesitaría cuando despertara y me dirigí de nuevo hacia el cuarto de Rose, en el cual estaba él.

Al llegar ahí puse los frascos en el mueble que se encontraba al lado de la cama.

Esto ya me estaba preocupando, ¿Cuanto tarda una persona en convertirse en un vampiro?

Cuando realicé la investigación con él para la clase, recuerdo que era un par de horas, pero ya llevaba demasiadas.
Recuerdo cuando dijo que no soportaría vivir sin magia, pero ahora no solo le había arrebatado su humanidad, sino también también su poder.

Me daba cuenta de lo egoista que fui, estoy seguro que cuando despierte odiará ser vampiro, pero espero que lo pueda superar.

Me acerqué hacia su cuerpo y deposité un tierno beso en su frente, no supe por qué, simplemente sentí la necesidad de hacerlo.

En ese momento sentí que el corazón de Leo comenzaba a latir, y su pecho comenzaba a subir y bajar, ya se había completado su cambio a vampiro yno tardaría mucho en despertar.

Me volví a sentar a su lado, tomé su mano y noté que aun tenía las esposas en sus muñecas, se las quité y las arrojé sin ver el lugar donde caían.

Leo abrió lo ojos y se lavantó de golpe sentandose en la cama. Respiraba agitadamente y recorrió la habitación con la mirada, hasta que la depositó en mi.

Su expresión de confusión y terror había cambiado, aun se veía confundido pero no asustado. No dije nada por un momento, esperando a que él hablara primero y así fue.

-Israel -habló con voz debil- ¿Qué sucedió?

-¿Qué es lo que recuerdas? -Pregunté automaticamente. Leo se llevó las manos a su frente, como si estuviera intentando recordarlo. De repente se llevó una mano hacia su cuello, donde debería estar la herida causada por Ashley. Fue cuando supe que recordaba todo.

-Estaba frente a la entrada del castillo, los demás luchaban contra los vampiros, yo solo los veía porque por culpa de esto -señaló la parte de las esposas- no podía hacer nada. Despues sentí una punzada de dolor en mi cuello, enterré una estaca y vi que un vampiro me mordió, y ese era Ashley, después no se que ocurrió pero estaba seguro que moriría, podia sentir como mi corazón se detenía y yo me resignaba a no volver a verte.

-Pues aqui me tienes, me has vuelto a ver -dije con una falsa sonrisa esperando lo que se acercaba.

-¿Cómo lo hiciste? -preguntó- ya sabes, salvarme.

Estuve en silencio durante unos segundos, en los que me armaba de valor para decírselo.

-Antes que nada quiero decirte que espero que algun dia me perdones y que era la única opción.

-Me estás asustando. ¿Acaso hiciste un pacto con el diablo? -dijo con una sonrisa por su pésimo chiste. Tenía que decirle todo con tacto y amabilidad.

-Eres un vampiro, tuve que convertirte para salvarte -dije por fin.

La sonrisa de su rostro se borró y frunció el ceño.