Capítulo 51

2.1K 197 12
                                    


Contado por Israel.

Esme pronunció un hechizo haciendonos aparecer junto al lago.

Cerca de nosotros había un grupo de vampiros en el suelo, mi hermana logró levantar la barrera de los prirodny y ahora estos sufririan un gran dolor hasta que salieran del valle o fueran asesinados, aunque lo mas probable es que sucediera la segunda opción, puesto que los hechiceros que había les lanzaban hechizos, principalmente incendiarios.

Comencé a caminar en busca de Davis, Harry y Alejandro, ellos también debían de estar como el resto, y alguien podría hacerles daño.

No me encontraba muy lejos de la puerta del castillo y pude ver a Alejandro de pie, me acerqué a toda velocidad seguido por Esme. Él no parecía ser afectado, pero junto a sus pies se encontraba Davis, retorciendose del dolor.

Noté que Alejandro tomaba al vampiro y desaparecían, instantaneamente mi mirada se desvió hacia la puerta del castillo.

De espaldas se encontraban dos figuras que reconocí claramente, se trataban de Alek y Kelly, me llamó la atención que estuvieran agitando sus varitas como si seguían pronunciando hechizos.

Estando mas cerca pude apreciar que también estaban Davina y Harry incados en el suelo, parecía que estaban pronunciando hechizos de protección para protejer a Harry de la magia prirodny si se le pudiera llamar así.

Escuché claramente el llanto de Davina, lo hacía con tal fuerza que aunque no tuviera mi oido vampiro probablemente podría eacucharla, también pude oir que Kelly y su primo sollosaban.

Sentí un gran nudo en la garganta cuando pude ver unos pies sobresalir se donde ae encontraban los chicos incados. Un extraño sentimiento de inquietud se formó dentro de mi.

Sentí una punzada en el pecho cuando vi a Leo junto a ellos, yacía completamente inmovil, su piel estaba completamente pálida, sus mejillas habían perido su rubor característico y eso solo significaba una cosa.

Me derrumbé a unos metros de su cuerpo, las lagrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas. Leo, una persona que se había convertido en alguien tan importante para mi, estaba sin vida. Solté un gran grito de dolor haciando que Kelly y los demás voltearan hacia mi, pues hasta ahora no habían quitado la mirada del cuerpo.

Escuche que alguien estaba a punto de decir algo pero lo ignoré, me acerqué hacia él como pude y lo abracé. Lo puse sobre mi regaso mientras colocaba mi rostro sobre su pecho, tal vez tenía la esperanza de escuchar algun latido, pero no, su vida se había terminado. Pude sentir como se me desgarraba el corazón, era lo peor que había sentido en mi vida, me quería morir, seguirlo a donde él irá para poder seguir viendo su sonrisa y esos ojos llenos de luz.

-Israel -dijo Harry al cual no había visto que le tomaba la mano a Leo- No está muerto.

Ignoré completamente su comentario, no quería oir sus sermones de religión barata que me diría que no estaba muerto, que estaba en otra vida mejor. No me interesaba que estuviera en otra vida, aunque fuera mejor, yo lo quería aquí conmigo.

-Israel...

Lo volví a ignorar.

-Israel -gritó y tomó mi rostro haciendome voltear hacia él- No está muerto, no sientes sus latidos porque estan lentos y estoy alentando el tiempo en él. Vamos, has algun hechizo para sanarlo.

Voltee hacia el otro lado para ver que Esme estaba inconsistente, nunca había tolerado la sangre y ver a Leo de esta forma debió causarle una gran impresión.

-Israel, has algo pero ya.

-No puedo -undí mi rostro en el pecho de Leo, no se cuanto tiempo tardaría Esme en despertar, pero para ese entonces verdaderamente podría estar muerto y después ya no habría nada que hacer porque no hay forma de revivir a alguien- No tengo la magia.

III: El secreto del hechiceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora