Stepbrother

VIII

Me desperté y cuando lo hice estaba solo, miré al reloj y eran pasadas las 7 de la mañana. Louis no estaba en la cama y supuse que estaba en el baño.

Me asusté demasiado cuando vi que en mi cama había una gran cantidad de sangre que venía dentro de mi trasero.
Después de esperar por ver a Louis salir del baño supuse que no estaba, ni siquiera en la casa, pues no se oía ningún ruido, así que traté de ponerme de pie y fui a darme una ducha, me dolía demasiado al levantarme.

Me metí como pude en la ducha y no paraba de llorar al ver la sangre bajar por mis piernas por el dolor que no quería irse desapareciendo por la coladera. No pude más y me bajé poco a poco hasta quedarme sentado con las piernas abrazadas mientras que el agua era único testigo de mi dolor.

Sentía como el agua caía sobre mí, pero a pesar de eso me sentía sucio, no me pasaba por la cabeza que esto me pasara a mí, siempre creí que Louis era así, que tendría fantasías sexuales y asquerosas, que era un pervertido de lo peor, tenía fama de sádico, pero jamás me cruzo por la cabeza que todo me pasaría a mí.

Mis fantasías son interrumpidas por unos brazos rodear mi cuerpo, me tenso del susto al saber que es Louis.

-Tranquilo mi amor -me paralice al sentir su barbilla en mi hombro y me abrace más las piernas. -No te hará nada -dice tiernamente a mi oído. Por alguna razón me da más miedo que sea así.

-El daño ya lo hiciste Louis -le contestó tratando de sonar enojado, pero no lo logró al entrecortárseme la voz.

Él me besa el cuello y yo lo apartó.

-Lo siento Harry, no sabía lo que hacía -se disculpa mientras me toca el pelo mojado.
El agua de la regadera sigue cayendo y Louis cierra el grifo para no mojarse más de lo que ya está.

-Sinceramente no me interesan tus estúpidas explicaciones -digo ahora firme.

Espero cualquier respuesta o gesto negativo, pero se limita a sentarse a mi lado y abrazarme por la cintura y nos quedamos así unos minutos incómodos.

Louis se bañó conmigo, estuvo todo el tiempo tallando mi espalda y eso me hizo enojar más, cuando terminamos de bañarnos, Louis salió primero y se puso una toalla en la cintura, después me pasó una a mí.
Yo negué con la cabeza.

El baja la toalla y me ve como cuando alguien hace una pregunta obvia.

-Vamos Harry, no te haré nada, ven -extiende las manos para que lo abrace, pero yo me quedo en mí mismo lugar.

-No quiero ir a ningún lado contigo -le digo abrazándome en la esquina del baño donde estoy.

Entonces Louis se mete de nuevo en la regadera.
-Claro que vas a venir -me toma de la muñeca y me saca de la regadera, extiende la toalla y me seca de pies a cabeza aún con el dolor a flote. Después cuando termina de sacarme me tumba sobre la cama y se sube arriba de mí y me ve directo a los ojos.

Esboza una sonrisa y se le ven sus dientes.
-Te amo -dice.

Yo solo lo miro y el coraje me quema la sangre.

-Tu no me amas Louis, si me amarás como tú dices no me hubieses violado -digo tan enojado que siento la cara arder.

Se le endurece la cara y me da una bofetada, no tan fuerte para que me doliera, pero no tan ligera para que fuera una acaricia.

-No vuelvas a decir que no te amo, Harry -dice dominante. -Porque es mentira.

Entonces se levanta y me da vuelta, se pone encima de mí y mi miedo se hace presente en todo mi cuerpo.

-Por favor no lo hagas estoy muy adolorido -digo al borde de las lágrimas.

Se quita de encima y se dirige a mi tocador y toma un pomo.

- ¿Qué es eso? -preguntó desconcertado.

Él abre el frasco y unta un poco en sus dedos.

-Esto bebé -dice. -Es para que se te quite el dolor.

Empieza a untar en mi ano y lo empieza a masajear, la verdad se sentía bien.

-Listo amor esto te quitará el dolor -dice mientras se tumba a un lado de mi mirándome a la cara.

-Por favor ya no me hagas nada Louis -digo viendo su feliz cara.

-No te preocupes amor, por hoy no lo haremos porque estás muy adolorido -dice tocando mi cabello y después mi mejilla. -Pero mañana ya estarás mejor.

-No, ya no más Louis por favor -quitó su mano de mi mejilla.

-Te amo Harry -contesta él besando mi mano. -Soy muy caliente y tú eres mi gasolina.

Le quito la mano rápidamente y él se me queda viendo un rato para después darme un beso y pararse de la cama.

-Bebé, ponte ropa, prepararé el desayuno -me dice abrochando su pantalón.

-Se obediente bebé, o me veré obligado a repetir lo de anoche -dice mirándome el trasero y tocándose el pene por encima del pantalón.

-Ya, me cambiaré -tuerzo los ojos.

Él me mira.

-No, no, esas expresiones no me gustan -mueve un dedo en desaprobación.

Entonces se acerca y me besa, pasa su mano por uno de mis glúteos y le da una fuerte nalgada, hago una mueca de dolor y él sonríe para después salir de mi habitación.

Me puse de pie como pude de la cama y me vestí. Cuando bajé a la sala oí ruidos en la cocina y me dirigí a ella, pero antes de seguir vi la puerta de la casa y se me ocurrió una idea suicida.
Camine lentamente hasta ella y toque la perilla, lentamente abrí la puerta para que no generará ningún ruido y camine hacia fuera, camine lentamente hasta llegar a las escaleras y pensé en escaparme de ahí, pedir ayuda, si me quedo aquí, Louis me va hacer como se le dé su gana, bajo el primer escalón...

- ¿A dónde crees que vas? -una mano sostiene mi muñeca con fuerza y volteo violentamente a ver a Louis con el semblante endurecido...

Estoy frito...