XVII

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El frío de la ausencia de cobija hizo que me levantara en medio de la noche.
Camine hasta mi armario y toma una al azar. La desdobló a lo largo de la cama para después volver a tratar de conciliar el sueño.

Lo admito, estoy comenzando a sentir cosas por Louis desde hace unas horas cuando disfrutaba de nuestro contacto de pieles.
Pero no tengo ningún motivo para sentir cosas por él, es decir el no a hecho nada bueno por mi. Al contrario a hecho muchas cosas malas como para que desate mis sentimientos en un momento de debilidad.
Es difícil porque al repasar todo, no hay ningún motivo para sentir tal afectó.
Se supone que la ley de la vida dice que te enamores de la persona que te haga sentir bien, que haya muestras de cariño por parte de los dos, que este ese sentimiento de sentir mariposas en el estomago cuando están al lado del otro, tomar su mano y sentir esa corriente eléctrica que sabes es la conexión de los dos.
Pero sobre todo que crees correcta para ti.

La posición en la que estoy me ha acalambrado la pierna y me acomodo en posición fetal.
Aun que tengo una hipótesis, algo sádica.
Tengo miedo que por el hecho como me trate Louis sea el mismísimo motivo por al cual este moviendo mi tapete.
¿Sera que Louis es lo correcto para mi?

Dejo pasar ese sentimiento con una agitación de cabeza.
Paso mis manos por mi cara para analizar lo que estoy pensando.
Dormir calmara mi mente.
Y así lo hice.

...

A la mañana siguiente ya me había metido a la ducha y tendido mi cama.
No tenia ganas de salir.
No tenia ganas de ver a Louis.
Bueno.... No, la verdad no.

Me seco el pelo con el cuidado que se necesita como para secar a un bebé.
Ya con mi ropa puesta me acercó a la puerta con cautela.
No es miedo específicamente a Louis. Mas bien es desconfianza a la situación.

-Harry ¿Puedo pasar? -doy un pequeño brinco ante su voz y cierro los ojos en alivio de no haber abierto la puerta.
No contesto.

-Bebé, necesitamos hablar -me dice desde el otro lado como león manso.

Me alejo de la puerta sin hacer mucho ruido.

-No, vete -dije tratando de sonar indiferente.

-Harry -insistió.

-No quiero -un nudo en mi garganta me delata.

-Oye ¿te encuentras bien? -dijo al percatarse de que estaba apunto de llorar.

-Sí, lo estoy -dije logrando contenerme.

-Harry por favor abre la puerta -dijo suplicante.

-No.

-Si no me abres la puerta yo entrare a la fuerza ¿me escuchas?.-dijo ahora enojado.

-No me interesa, has lo que quieras.

-Conste que te lo advertí -dijo y oigo como sus pasos se alejan.
Espero atento en la cama, para ver como el idiota de Louis es capaz de tanta mierda.
Espero.
Espero.
Y espero.
Pero al cabo de unos minutos no pasa nada. Ni un movimiento, nada.
Ja. Sabía que no lo haría.
Idiota.

El sonido de mi celular me hace ir por él.

-¿Sí? -contesto cansado.

-Harry, soy Jay -la dulce voz de Jay suena en el celular.

-Hola, ¿Como esta?

-Muy bien tesoro, gracias por preguntar, ¿me comunicas con Louis?

-Este... Louis... Esta en la ducha -miento.

-Oh vaya. ¿Acaba de entrar?

-Sí, hace unos minutos, pero si gusta puedo dejarle un recado.

-No cielo, gracias. Esperaré.

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