XI

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-Súbete al coche -me ordena.
Me jala hasta la puerta que la abre con brusquedad, y me tira en el asiento del copiloto para después dar un fuerte portazo que si bien, pudo haber roto los vidrios.
Entonces ocurre de nuevo, el miedo comienza a invadirme al pensar en lo que está por ocurrir y pienso en escapar mientras tengo oportunidad, mientras Louis rodea el auto, así que abro la puerta y sólo alcanzó a poner un pie en el pavimento.

-Si sales del coche te daré una cogida que te partiré en dos Harry -dice poniéndose el cinturón de seguridad.
Aún con el pie en el pavimento volteo a verlo aterrado, su tono de voz de nuevo, es más agresivo y suena más molesto que nunca, no hace nada para impedir mi huida pero eso no significa que no lo quiera hacer, tiene la mirada fija al parabrisas pero sé que me ve con el rabillo del ojo, bien, tengo dos opciones, si salgo del coche y me voy en taxi va a cumplir su promesa de reventarme de nuevo el trasero, y si me quedo y me voy con él, puede que cuando lleguemos a la mansión también lo va hacer.
Él sigue con la mirada al parabrisas y me decido.
Me quedo en el coche y cierro la puerta.

Durante el trayecto, Louis no dijo ni media palabra, por supuesto yo tampoco.
Él conducía muy rápido y tenía la mirada fija en la calle, nunca volteo a los lados.
Cuando llegamos a la casa me quité el cinturón muy rápido y abrí la puerta con la misma velocidad, me metí lo más rápido a la casa y cuando cerré la puerta me asomé por la ventana mientras me escondía en la cortina, Louis seguía ahí, seguí mirando fijamente al parabrisas con los brazos cruzados, y eso solo significaba una cosa, estaba planeando su siguiente juego sádico, de sólo pensarlo me estremecí y me fui a encerrar a mi cuarto.

Después de unas horas escucho como la puerta de mi habitación de abre y yo me exaltó rápidamente, Louis entra y corro deprisa hasta el baño de mi habitación y me encierro antes de cualquier cosa, ese chico es capaz de todo.
Oigo que Louis se acuesta en la cama y prende la televisión...
¿Que? De seguro es una trampa, de seguro quiere que salga para tomarme de sorpresa.

Podríamos decir que funciona su plan, porque antes de salir, tomó el destapa caños y abro la puerta.
Cuando salgo voltea y me ve como si nada, sin expresar nada en especial su rostro, vuelve a mirar la televisión como si nada.
Bajo el arma a la altura de mi regazo.

-Baja eso bebé -dice con voz suave y tierna, sé que es parte de su juego. -Vente a la cama.

Me voltea a ver y me sonríe.

-No -digo firme.

-Oh vamos -dice poniéndose de pie.

Yo levantó mi arma y le apuntó con él.
Él se ríe.

- ¿Enserio me atacaras con eso? -lo toca del mango y me lo quita bruscamente.

Me sostiene de las muñecas y me mira fijamente, ahora estoy a una semana de no caminar.

-Por favor -le digo sintiendo las lágrimas en los ojos. -No me hagas nada Louis.

-Tranquilo bebé, es sólo que a mí me gusta dormir desnudo -dice sonriendo.

Me guía hasta la cama y me pide que me quite la ropa, le obedezco y me quedo en bóxer.

-Me gustaría quedarme con los bóxer -digo nervioso.

-Está bien, aún que me gustaría que te los quitaras -me toma de la cintura y me lleva a la cama.

Mi miedo no quiere irse, sabe que esa actitud no es normal, sabe que en cualquier momento ejecutara su plan.
Se recuesta junto a mí y me toma de la cintura, atrae mi cuerpo hasta el suyo, siento su pecho justo a mi espalda y me estremezco al sentir su calor y aumentar su erección en mi trasero.

Me tenso y quiero despegarme de él, pero se da cuenta y me hace quedarme en mi posición.

-Bebé no te preocupes, no te haré nada -dice en mi oreja.

No sé porque siento que no me miente así que mi cuerpo se relaja a los pocos segundos, pero aun con el miedo no baja la guardia.

Siento que sonríe.
-Louis -lo llamó.

-Dime -dice dulce.

-Me incomoda tu erección -digo apenado.

Él toma la sabana y hace una bola para ponerlo entre su pene y mi trasero.

-Lo siento bebé, ya está -me da un beso en la oreja.

Entonces me tranquilizó más al pensar en serio que no me hará nada esta noche y me siento menos pesado.

-Gracias -me limitó a decir.

Él me da un beso en el pelo y acomoda sus manos en mi cintura.
Si doy bueno con él, y trato de que no me viole casi siempre, tal vez pueda resistir todo este mes y medio que se avecina, mes y medio, ojalá y mi cuerpo resista el juego de Louis.

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 Stepbrother Donde viven las historias. Descúbrelo ahora