XII

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Eran las dos de la mañana cuando la garganta la tenía como un desierto y me suplicaba agua, así que medio dormido todavía decidí ir a la cocina por un vaso de agua, pero cuando intenté levantarme tenía alrededor de mi cintura el brazo de Louis, a pesar de estar dormido parecía que me ataba hacia él para no dejarme ir.
Con mucho cuidado de no despertarlo, quite su brazo y me levanto de la cama con mucho cuidado, abro la puerta y salgo a la cocina, busque un vaso y bebo como un desquiciado, oigo ruidos bajar rápidamente de las escaleras y me asusto al pensar que es Louis pensando que escape y probablemente esté muy enojado.
Así que, del vaso, tomó un cuchillo que estaba en el lavadero.
El miedo me invadió cuando vi a Louis semi desnudó y con su cara en cólera.

-Aléjate de mí -es lo que logró decir.

-Bebé cálmate, baja eso y subamos a la cama -me dice entre dientes.

-Maldita sea, que me dejes de llamar así -comencé a alterarse y le empecé a gritar. -Yo no te amo.

Entonces endureció más su rostro y comenzó a acercarse a mí, yo alcé más el cuchillo y retrocedí hasta quedarme detrás de la mesa.

-Bebé es mejor que sueltes eso y vuelvas a la cama -seguía diciendo entre dientes. -Te prometo que si me obedeces ahora, tu castigo será menos doloroso.

-No -dije firme. -Y deja de hablar de castigos y de todas esas estupideces tuyas, no soy nada tuyo Louis, y no tienes por qué castigarme sólo porque no soy tu novio.

- ¡Que sueltes eso, ahora! -grito de nuevo.

Aprieto el cuchillo con todas mis fuerzas como si en cualquier momento hullera.
-No lo haré.

Entonces se comenzó a acercarse muy rápido y estaba a punto de tocarme cuando con el cuchillo le hice una herida justo arriba de la muñeca, él retiro su mano gruñendo y dejó su brazo al vacío mirándose la herida por un momento.
Me asusté cuando lo hice y corrí fuera de la cocina, estaba siendo estúpido pero quería intentarlo... Y valla que falle, Louis me toma de la muñeca y me sostiene con su fuerza descomunal,
¿Saben dónde venden sillas de ruedas?

- ¿Que te dije que te pasaría si volvías a huir? -me miraba directo a los ojos y su voz era catalizadora de nuevo.

-Louis no me toques por favor -siento las lágrimas en las mejillas.

- ¿Que no te toque? -me grito tan fuerte que bien pudo haber llegado a la esquina, entonces me soltó la muñeca y me dio una fuerte bofetada que me hizo caer al suelo, esto nunca lo había hecho.

-Lo siento, pero a la segunda te advertí lo que pasaría -sentenció.

-Por favor Louis, prometo no hacerlo de nuevo -mis lágrimas salían.

- ¿Que harás con eso? -preguntó asustado cuando veo el cuchillo en su otra mano.

-Pensaba herirte la espalda mientras me masturbó viéndote sangrar -dijo excitado. -Pero todavía no te mereces ese castigo, así que pensé podríamos divertirnos mucho con el de todas formas.

-No me hagas nada por favor.

-Shhh, quiero hacerte mío de nuevo -me susurro en el oído muy tiernamente.

-Pero yo no quiero Louis.

-No me importa que tú quieras -me tomó del pelo y me atrajo de nuevo a él. -Toma mi pene.

-No quiero -le dije enojado.

Me dio otra bofetada y de nuevo del pelo.
-Que la tomes he dicho -guió mi mano hasta su bóxer y yo dejé la mano donde él la posicionó.
-Masturbadme ahora -ordenó.

-No quiero hacerlo.

-Te he dicho que lo hagas -me gritaba mientras acercaba su pene a mi cara.

Puso mis manos en el resorte de su bóxer para que yo se lo quitara, comencé a hacerlo muy lentamente y cuando salió su pene, rozo mi nariz y yo me alejé, voltee a mirar a Louis y me indicó que lo tomara, y lo hice.

-Vamos al sofá -me dijo.

Louis se sienta en el sofá en frente de mí, quitándome los bóxer por completo y abriendo las piernas mientras se masturbaba.

-Ahora móntame -me ordenó señalando su gran miembro.

- ¿Que? -dije asustado. -No Louis, todavía estoy muy adolorido de la última vez.

-No me importa, he dicho que lo hagas.

-No quiero hacerlo -estoy asustado.

Dejo de masturbarse para tomarme de las caderas y sentarme en él, dejo entrar todo su pene en mi interior.

-Louis, no, me duele -lloriqueaba del dolor.

-Cállate y disfruta bebé -me hacía daño las caderas, apretaba como un salvaje y me dolía.

-Louis me duele -no estaba disfrutando nada.

-Móntame más rápido -gemía.

-No, Louis me duele -le grite.

Entonces me toma de la cintura y me penetra muy fuerte, yo solo grite adolorido.

-No vuelvas a levantarme la voz, ¿me escuchaste?

Sólo me limite a asentir.
Sacó su pene muy bruscamente y me tiro en el sofá.

-Abre las piernas ahora -me ordenó.

-Louis, no por favor -dije asustado.
Él mismo abrió las piernas con sus brazos dejándome bien expuesto.
Y sin tardar metió su pene de nuevo y follarme muy duro.

-Que delicioso culo tienes bebé -gemía.

-Louis me duele -era insufrible, me estaban entumiendo las piernas.

-Me excita más cuando pides que pare bebé -decía dándome más fuerte.

Cuando menos espere, el acabo dentro de mí, me tomó de la cadera y me arrojo al suelo de la sala, abrió mis piernas de nuevo y se posicionó entre ellas.

-Toma eso como una lección, bebé -dijo para darme un beso. -Para que no vuelvas a decirme que no me amas y volver a huir.

Me limite a asentir de nuevo.

-Sabes algo, la noche es joven y nosotros también, tenemos que disfrutarla.

Otra vez sentí el pene de Louis en mi entrada y estaba erecto.
-Nos divertiremos esta noche, te lo aseguro bebé -me da un beso tan exagerado como sólo él los sabe dar.

-Por favor Louis -comencé a suplicar. -Ya déjame, ya obtuviste lo que querías ¿no?

-No mi amor -sacudía la cabeza. -Esto sólo lo hice para enseñarte una lección, ahora es momento de divertirme.

 Stepbrother Donde viven las historias. Descúbrelo ahora