¡Ámame como yo te amo!

3. En el instituto

-Eres... eres... - Las palabras no salen de mi boca, solo puedo tartamudear. He bebido demasiado y el dolor de mi estomago se esta acentuando. Respiro agitadamente mientras ella me mira. Los ojos... ¡sus ojos! Es ella. No puede ser nadie mas. De pronto mi vista se emborrona, demasiadas emociones es muy poco tiempo.

Empiezo a tambalearme, justo a tiempo siento unas manos que me salvan.

-Hey, ¿me oyes? Intenta respirar pausadamente.- No siento las fuerzas. Me fallan las rodillas, pero ella me agarra justo a tiempo. Me sienta con la espalda en el árbol. Mi estomago esta peor que nunca. Me inclino para vomitar. Ella me aparta el pelo mientras me sostiene. Mi visión se emborrona completamente y siento que poco a poco pierdo la conciencia.

Abro los ojos en un sitio demasiado blanco, tanto que me hace parpadear. Una mujer rubia aparece delante de mi. Tiene el pelo recogido en un moño y la piel blanca, igual que su ropa.

-¿Como te sientes cielo?

- B-bien... Estoy bien.

-Me alegro. Tu madre acaba de dormirse.- Dice señalándola. Esta en una silla junto a la cama. Su cara muestra preocupación... hablare con ella cuando despierte.

-Disculpe.- Le digo a la enfermera.

-¿Si? ¿Te duele algo?

-¿Eh? Ah, no... Se que  va ha parecer raro pero -Digo sonriendo un poco- ¿Como llegue aquí?

-La amnesia es normal.

-Yo... perdí la consciencia.

-¿Te refieres a quien te trajo? Fue una joven, supongo que estaba en tu misma fiesta.- Dice mirando mi vestido. Aun no me lo he quitado...

-Sus ojos... -Digo recordando.

-¿Sus ojos? No los vi... La vi de espaldas. Alta, delgada, pelo negro... Es lo máximo que se.

-Gracias.- Le digo. Una luz se enciende en su bolsillo.

-¡Oh! Lo siento, me tengo que ir.

La enfermera sale de la habitación con prisa. Suspiro y me tapo los ojos. Ella... la he vuelto a ver y lo único que he hecho ha sido tartamudear, vomitar y desmayarme.

-No puede ser... -Digo avergonzada.

En casa

-¿Estas bien? ¿De verdad?

-Si Vero, tranquila.

-Fue mi culpa Sara.- Dice llorando.

-No sabias que iba a pasar algo así, Vero.

-Pero aun así... No estuve contigo y me necesitabas mas que nunca.

-Estabas con tu novio. ¿Si lo hubieras sabido hubieras venido?

-¡Por supuesto!

-Entonces ya esta todo bien, yo se que hubieras venido corriendo su lo hubieras sabido.- Ella me mira y sigue llorando.

-Sara...

-No pasa nada Vero, esta bien, esta bien. No pasa nada.- Ella se limpia las lagrimas.

-¿Y como se lo ha tomado tu madre?

-Bueno, no sabe que el... -Suspiro.- No sabe toda la historia.

-Ya veo.

-Pero vamos que aun así ha gritado, llorado y hecho cincuenta millones de preguntas.- Digo en un tono mas animado y sonriendo. Ella ríe y se seca las ultimas lagrimas.