24. Enjaulada

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-Coño por fin despiertas.- Dice y se acerca a mí. No reconozco su voz, no suena como el Sam que conocí, suena más... histérico. Nada más llegar me pega una patada en el estomago. Me deja sin aliento e instintivamente quiero llevar mis manos allí pero no puedo, están amarradas a mi espalda. No sé qué hacer, el pánico me consume. ¿Qué va a hacerme? ¿Cuánto tiempo he estado aquí?

Le miro asustada y paralizada, ¿Por qué Sam haría algo así?

El saca un teléfono móvil y me saca varias fotos, algunas con flash. Me agarra del pelo y me levanta de un tirón, grito del dolor, el no se inmuta y me saca otra foto. Trato de contener el dolor y abro los ojos, el flash de otra foto me ciega. Sam me suelta y golpeo el suelo de costado.

-¿Por qué Sam?- Digo cuando consigo encontrar mi voz.

-En realidad no tengo nada contra ti.- Dice tranquilamente.

-¿Entonces porque me haces esto?

-No lo entenderías... ¿Sabes? Les dije que podías ayudarnos.- Me acaricia la cabeza y me sonríe, se me hiela la sangre.- Pero decidieron que era muy arriesgado.- Se encoje de hombros y me acaricia la cara.

-Oh, vamos. No me miras así.- Me agarra la mandíbula y me atrae a él.- Si yo voy a tratarte muy bien.

Se humedece los labios mientras se acerca, yo me remuevo como puedo pero él me sujeta sin ningún esfuerzo y se acerca cada vez más. Sus labios están a punto de rozar los míos cuando suena su móvil.

-Está consciente.- Esta lo suficientemente cerca como para que pueda oír a la otra persona.

-¿Ha dicho algo?- Dice otra persona desde el aparato, parece una voz de hombre.

-Nada interesante.- Contesta Sam.

-Dale agua y comida, han pasado horas desde que comió por última vez.

-No.-La otra persona se queda en silencio.- Ella no quiso comer, ¿no? Entonces ella tampoco comerá.

Cuelga el teléfono.

-¿Q-Que quieres exactamente?

-Un poco de sangre, algunos muertos, un llanto en concreto y mi venganza.

Tiemblo, está claro que no está muy cuerdo y eso es un grave problema para mí. A demás nadie sabe donde estoy... Espera un momento, ¡mama! ¡Ella se habrá dado cuenta de que no estoy! ¿Debería decírselo? No sé como de inestable es... Quizás consiga asustarle o no... Bueno, por intentarlo no pasa nada.

-Mi madre se habrá dado cuenta de que no estoy.- Consigo decir tartamudeando, temerosa de su reacción. Pero para mi sorpresa el apenas reacciona.

-Le he mandado un mensaje diciendo que estabas con una amiga, dice que te diviertas y que mañana no estará en casa, algo le ha pasado a su coche y está en el taller así que si necesitas algo llama a tu tía.

Mierda... Mejor voy a darle conversación para que no se le ocurra ninguna idea horrible y ya que estoy intentar conseguir algo de información.

-¿De quién te quieres vengar?- Tartamudeo.

-De...- Su móvil suena, el lo levanta.- Oh, hablando de ti estábamos.- Le dice al móvil.- ¿Has recibido mis fotos? [...] ¿Qué que quiero? Creo que está muy claro, Mark.

¿Mark? ¿El amigo de Alessa?

-Oh, por cierto. Dile a Alessa que Sam le manda recuerdos.

¿Alessa? ¿Recuerdos? Mi cabeza me duele cada vez más... No me deja pensar con claridad.

¡Ámame como yo te amo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora