11. Depresión

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La busque y busque, hasta que se hizo de noche y ya no había nadie en la calle. Sam me había estado siguiendo, pero acabamos separándonos. Enciendo el móvil, tengo miles de mensajes y llamadas de Sam. Pero ahora no puedo apartar de mi mente la cara de Alessa, su cara de profunda angustia.

Probablemente cree que me estaba besando con Sam... ¡Dios, incluso estaba sonriendo antes del beso!

-No puede ser... No puede ser...- Digo mientras me agarro el estomago. Algo me esta perforando. Me arrodillo en el suelo y dejo que las lagrimas bajen por mi cara. Lloro en la oscura y fría calle central. Mi móvil vibra. Me estoy quedando sin batería, y el ultimo autobús hace tiempo que se fue. Marco el numero de Vero, lo coge casi al instante.

-¿Sara? Dios menos mal, tu madre acaba de llamar. Le he dicho que te estabas duchando, típico lo se, ¡pero no se me ocurría nada! ¿Donde demonios estas?

Vero...- Digo sollozando.

-¿Sara?¿Que pasa?¿Estas bi...?

-Tengo poca batería ¿puedes venir a buscarme? Estoy en la calle central en la rotonda grand... PI PI PI- Mi teléfono se queda sin batería antes de que pueda acabar de decirle a Vero donde estoy.

Me siento con la espalda apoyada en un árbol. ¿Me habrá entendido? Ahora eso ni siquiera me importa. Alessa. Alessa. ¡Alessa! Si Sam no me hubiera besado todo estaría bien... ¡Si yo no le hubiera devuelto el beso también!

Pongo la cabeza entre las rodillas y me quedo en silencio. Los recuerdos vienen a mi mente. Alessa llegando a nuestro instituto, ella enseñándome física, besándome en el bosque... En mi habitación... Los recuerdos hacen que cada parte que ella haya tocado duela. Empiezo a llorar cada vez mas fuerte, hasta que de alguna manera dejo e recordar su voz, su cuerpo, sus labios...

-¡Sara!- Levanto la vista para ver a Vero salir corriendo de su coche y acercarse a mi.

-Vero, Vero... No puedo ¡No se que hacer!

-¿Con que? ¿Que ha pasado?- Dice dándome la caja de pañuelos que suele tener ella en el coche. Se levanta una pequeña brisa y empiezo a tiritar.

-¿Podemos ir a casa? Tengo frió.

-Claro.- Dice ayudándome a levantarme.- Toma.- Dice tendiéndome una chaqueta.

-Gracias.- Digo limpiándome la nariz.

-No es nada.- Pasan uno segundos hasta que vuelve a hablar.- Le he dicho a tu madre que duermes en mi casa y que se nos olvido avisar.

-Vale. Gracias por cubrirme.- Digo limpiándome la nariz de nuevo.


Al día siguiente

Me pesan los parpados. No quiero despertarme. Recuerdo que no estoy en mi casa y me levanto. Vero esta en la cocina.

-Buenos días. ¿Que tal estas?

-Bien mejor. Amm... Vero se que estas preocupada por mi y que esto no es justo pero...

-No te preocupes, cuando puedas cuéntamelo. Nunca te había visto así, ni siquiera con la separación de tos padres, así que sin presiones.

-Gracias Vero, no se que haría sin ti.- Digo abrazándola.

-Morirte de frió probablemente.- Dice sonriendo.

-Se me olvidaba, ¿me has subido tu a la cama?

-Sip, te quedaste K.O. así que te subí. No pesas una mierda por eso este desayuno es para ti.- Miro la enorme cantidad de tostadas, tortitas, fruta, zumo, etc. Dios mio, yo no puedo comer todo eso.

¡Ámame como yo te amo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora