33. Cercado

5.2K 344 17
                                    

Me deshago en lágrimas cuando entiendo sus palabras. Suicidio... Maldita sea, ¡pensó en suicidarse! Levanto la mano hasta la de ella y apoyo la frente en la pared, junto a la mano. Ella hace lo mismo.

-Te quiero...- No, eso se queda corto con lo que realmente siento.- Te amo.- Digo más decididamente.- Lo eres todo para mi, así que no te atrevas a pensar en eso de nuevo... Nunca.- Enfatizo la palabra "todo".

-No lo hare. Nunca más.

De repente las luces se apagan pero solo las de los cubos, las del pasillo siguen encendidas. No veo a Alessa, la oscuridad no me lo permite.

-¿Qué ha pasado?

-Nos dicen que es hora de dormir.

Escruto la oscuridad, acerco mi cara al cristal e intento ver la figura de Alessa. Las cadenas suenan y ella ríe un poco.

-¿Qué haces?- Habla como si estuviera sonriendo.

-¿Puedes... verme?- Digo sintiéndome estúpida.

-Sí. Puedo ver cómo te aplastas la cara contra el cristal.

Me aparto rápidamente, ella ríe.

-Te amo, pequeña.

-Y yo a ti...- De repente recuerdo la foto.- ¿Sabes? Vi la foto que hiciste.

-¿Qué foto?

-La que nos hiciste el... el primer día.- Digo nerviosa, ni en broma voy a decir "La de mi primera vez" y mucho menos sabiendo que nos escuchan.

-¿Fue... Fue tu primer día?- Dice asombrada y tímida.

-No sé si estamos hablando de lo mismo.- Digo riendo nerviosa.

-¿De qué hablas tu?

-No pienso decirlo.- Noto el rubor en mi cara y rezo para que no lo note.

-Entonces haz el gesto.- Insiste.

-N-No. Me da vergüenza.

-Sara... No puedes dejarme así.- Necesito saberlo, ahora es importante.

-Está bien, está bien. Yo... hablaba de...- Hago el gesto obsceno con las manos, noto como mi rubor crece.- Ese fue... mi primer día.

Sigo hablando en clave sobre mi virginidad. Dios mío, ¿en serio estamos hablando aquí y ahora de esto?

-Sara...- Desearía poder ver su cara ahora, ¿Qué cara tendrá? ¿Estará sorprendida? Si. Eso seguro. ¿Pero estará feliz o?- Ese fue mi primer día también...

Se m explota el corazón en ese momento.

-De...- Me tomo unos segundos para asimilarlo.- ¿De verdad?

-Si.- Noto la felicidad en su voz.- Sara... Creo que estoy llorando ahora mismo.- Dice casi riendo. Se me escapa una risa nerviosa.

-Lo que daría por poder abrazarte ahora mismo...- Digo sinceramente.

-Si... Yo también.- Nos quedamos un rato en silencio.- Si la rendija fuera más grande...

-¿No se suponía que podían escucharnos?

-Y Pueden... ¿Cuánto crees que tardarían en llegar?

-¡Tsss!- Le riño.

-Si no quieres que se me vaya más la cabeza metete a la cama y duerme.

-¿Hago que se te vaya la cabeza?

-Haces mucho más que eso. En serio, vete a la cama ya no puedo controlarme.

¡Ámame como yo te amo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora