-¿Que? ¡No los vi! Ademas, no creo que estén juntos. No se... no pegan.
-Yo si los vi Vero, tienen que estar juntos. Piénsalo, cuando llegaron solo fueron amables entre ellos.
-Porque se conocen.
-O porque están juntos y no quieren a nadie mas alrededor.
-¿Entonces como explicas que te ayudara a aprobar aquel examen?
-No se...
Vero suspira.
-Así que fue eso lo que paso. Me asuste un poco cuando levante mi vista del móvil y os vi ahí inmóviles.
Después de aquello Sam y yo nos despedimos, ninguno de los dos teníamos humor para ver una película.
-La reacción de Sam al verla fue muy rara.
-¿Que quieres decir?
-Se asusto, se asusto tanto que se escondió detrás de mi. Al principio solo estaba en tensión, pero después estaba como... asustado, aterrado. Note como temblaba un poco.
-¿Que dices? Pues parecía todo un machito...
-No se lo que paso, fue algo muy raro.- Digo tirándome sobre la cama.- Pero es algo serio.
-Últimamente no tenemos mas que malas noticias... ¿Quieres?- Dice ofreciéndome un termo. Al llegar me ha dicho que es Coca Cola, pero puedo oler el Ron desde aquí.
-Te gusta demasiado el Ron Cola.
Ella sonríe de manera perturbadora, abraza su termo y me susurra mientras alza las cejas de manera graciosa:
"Ron Cola is love, Ron Cola is life."
Nos empezamos a reir tanto que yo me caigo de la cama y a ella se le cae un poco de liquido en la alfombra.
-¡La alfombraaa!- Digo haciendo el idiota.
-¡NOOOOO!- Me responde de manera dramática.
-¿Pero que es este escándalo?- Dice una voz adulta desde atrás.
-Oh... Ah.... Hola.. Mama.
-Hola señora Adler. Sentimos haber echo tanto ruido.
-¿Tu sientes haber echo algo? Wow, el infierno debe estar congelándose.- Le susurro a Vero.
-Cállate.- Dice apretando los dientes para que no se note que esta hablando.
-Vero, cielo te he dicho muchas veces que no hace falta que me llames así.- Dice sonriendo.
-¿Jugamos al Monopoly?
-¿Ahora?- La miro unos segundos. Hace tiempo que no juego al Monopoly, sera divertido jugar con una Vero un poco bebida.- Vale, voy a buscarlo.
-Un momento chicas, esperad.- Dice mi madre. La miro a los ojos.
-¿Que pasa mama?
Ella deja de mirarme y dirige la mirada hacia Vero. ¡Mierda! ¡No me digas que se ha dado cuenta de que Vero esta bebida! Vero me mira seria.
-Vero cielo... No quiero ser descortés pero me gustaría hablar con Sara un momento. ¿Te molestaría mucho esperar en el salón?
-P-Por supuesto que no- Dice claramente aliviada. Se levanta, camina torpemente hasta la puerta y baja las escaleras rápidamente. Mama me pide que me siente en la cama y ella se sienta junto a mi.
-¿Que pasa mama?- Digo nerviosa por segunda vez.
-¿Recuerdas aquel día que salí rápido de casa? Te dije que no era nada pero... creo que deberías saberlo antes de que me vaya con la tia de compras.
Mantengo la respiracion, esperando la noticia.
Horas más tarde
-¡¿Que, QUEEE?! Haber si lo he entendido bien. La noche del baile.
-La noche siguiente.
-Eso, la noche siguiente al baile un numero raro te llamo pero no cogiste. - Me mira para confirmar y yo asiento.- La mañana siguiente tu madre sale corriendo y no sabes porque. Y después te enteras de que antes de que ese numero te llamara, alguien se estaba intentando colar en tu casa. Alguien más les dio una paliza a los ladrones esos y los deja delante de la comisaria. Justo cuando esa persona deja a los ladrones en la comisaria, justo en ese momento, coincide con el momento en el que ese numero raro te llama. ¿No?
-Si. Eso es.- Digo suspirando. Cuando mama se ha ido, he bajado corriendo a contárselo a Vero. Tiene sentido pero es... es... es una maldita locura.
-Menuda ida de olla del cosmos.
-¿Que tiene que ver el cosmos?
-Bueno, si el cosmos se encarga del destino y todo eso, la ida de olla es del cosmos.
-Yo creo que la ida de olla la tienes tu.
El numero que llamo era desconocido, no es imposible saber cual fue el numero. Hay formas de sacarlo, y pienso hacerlo. Pero no puedo hacerlo con Vero aquí.
Después de unas tres horas Vero y yo decidimos que es imposible acabar una partida de Monopoly.
-¡Es malditamente infinito!
-Ya te lo había dicho.
-Esto no va a quedar así. Pienso acabar con ese juego. Sara, no lo recojas del todo. Saca fotos a la posición de las fichas, cuanto dinero y calles teníamos. ¡Mañana seguimos!
-Vale Vero, pero llámame primero.
-Siiiiiii. Adioos.
-Adiooos.- Digo despidiendola con la mano mientras ella corre por la calle.- ¿Pero tu cuanta energía tienes?
Miro los seis dígitos frente a mi. Al fin lo he conseguido, después de horas y horas investigando y enredando lo he conseguido. Guardo el numero en el móvil con el nombre "desconocido", para así poder saber si vuelve a llamar.
Días mas tarde
Hoy he decidido estrenar una de las camisetas que Sam, el dependiente de la tienda, me regalo. Entro muy orgullosa al instituto. A demás, ayer apenas lleve trabajo para casa así que la mochila no pesa nada. Parece que hoy va a ser un buen día.
-¡Guapaaaa!- Oigo gritar.
-Vero... ¡por dios! ¡No grites!
-¿Eee? Es mi manera de saludarte.- Dice guiñándome un ojo.- Hoy toca los resultados de los ex...
-¡No lo digas! Eso es al final del día. No me amargues el lunes, ya es suficientemente malo por ser lunes.
-Vale, vale.
-¡Sara!- Me giro para ver a Dani llegar corriendo al coche de Vero.
-Hey Dani, ¿que tal el finde?
-Escucha, ese maldito hijo de puta esta aquí. No se va a acercar a ti, pero como se acerque o simplemente te mire mal o te haga sentir incomoda o lo que sea, dímelo. ¡Dímelo porque lo mato!
-¿De que hablas?
-De eso.- Dice Vero poniendo una cara agria. Sigo su mirada para encontrarme a un chico alto, pelirrojo y con pecas. Se me revuelve el estomago al recordar la noche del baile.
-Jake...
¿Pero que hace el aquí? Ah. Vero me dijo algo sobre que iba a venir, pero ¿porque? ¡Ah! ¡La paliza!
-¿Se sabe quien fue el que... ya sabéis... el que lo golpeo?
-No, pero sea quien sea, lo hizo con rabia. Según me han dicho paso cuando Jake salia de clases, pero a saber si es verdad.- Se encoje de hombros.- A la gente le gusta inventar.
Jake camina con la cabeza gacha hacia las puertas del centro, sin separar la mirada del suelo. Tiene la manga de la sudadera en los codos, parece que lleva unas vendas en los brazos. También distingo alguna herida en la cara. Respiro hondo. Parece que el día no va a ir tan bien como pensaba.
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¡Ámame como yo te amo!
RandomCuando tenia apenas 10 años una hermosa chica apareció en mi balcón seriamente herida, con marcas de combate y deshidratada. A la mañana siguiente de atenderla, desapareció. Mi nombre es Sara, tengo 17 años y... aun no puedo olvidar a esa pequeña...