Al día siguiente me levanté a las 10:30 a.m., Bella y Lucy ya estaban despiertas y habían desayunado, yo bajé y fui a servirme un plato de cereales.
- Al fin despiertas. -dijo Lucy bromeando.
- Cállate. -le dije medio dormida.
- Todavía no se despertó del todo. -dijo Bella empujando un poco a Lucy.
- ¿Me pasan el yogurth? -dije medio dormida.
- Toma. -dijo Lucy poniéndolo sobre la mesa.
- Gracias. -dije y empecé a devorar el desayuno.
Luego de tomar el desayuno, almorzamos y nos quedamos viendo películas, hasta que fuese la hora de ir a la fiesta. Ya eran las 22:00 p.m. y a las 23:00 p.m. nos pasaba a buscar.
- ¡Chicas vamos a cambiarnos! -dijo Lucy muy emocionada.
- ¡Sí! Leila ve a cambiarte. -dijo Bella empujándome.
- Ya voy. -dije rodando los ojos.
Fui a mi habitación y me cambié. Me puse una calza negra, un suéter morado con negro arriba de mi remera, unos borsegos negros, un gorro negro, una bufanda y unos pocos accesorios.
Cuando estuve lista estaba por bajar y...
Aun así iras a la fiesta.
Sí, ¿tienes algún problema?
Sí, que todos se van a burlar de ti por ser gorda y fea.
Oh cállate por favor, por hoy no quiero escucharte hablar.
Está bien, adiós.
Bajé a la sala y ya habían venido Matt y James a buscarnos y todos se me quedaron viendo ya que no tenía la ropa tan oscura como siempre. Ok, quizá esta también era oscura, pero no aburrida como la que suelo usar siempre.
- Wow... -dijeron todos suspirando.
- No digan una sola palabra y vamos. -dije levantando un dedo al aire.
Llegamos a la casa, era gigante y muy lujosa. Entramos, estuvimos un tiempo hablando y estando juntos cuando de repente los había perdido, ellos son más sociables que yo así que yo me senté en un sillón que había, no conocía a nadie, cuando de repente alguien se sienta a mi lado.
- Hola linda. -dijo Alex sentándose a mi lado.
- Ya basta de decirme que soy linda. -le dije rodando los ojos.
- Es que es la verdad. -dijo delicadamente.
- Pensé que no sabías de la fiesta de Oscar. -dije sin más.
- Está en el mismo equipo que yo y soy su capitán así que me invitó. -dijo con su sonrisa tan linda.
- Tienes razón, lo había olvidado. -dije con una sonrisa.
- Me encanta que sonrías. -dijo sonriéndome aún más y me sonrojé.
- Nunca me dijiste lo de aquella vez. -dije mirándolo.
- ¿Cuándo? -dijo Alex dudando.
- Cuando nos encontramos por primera vez y me dijiste; "luego te digo". -dije aún mirándolo.
- Ah eso... -dijo rascándose la nuca.
- ¿Me lo vas a decir? -pregunté empujándolo.
- Bueno es que tú me gustas. -dijo mirando hacia abajo.
- ¿Qué? -dije sorprendida.
- ¿Qué no era obvio? -dijo mirándome a los ojos.
- Bueno, por un momento lo sospeché, pero pensé que era un delirio mío. -dije mirando hacia a otro lado.
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Los Cambios siempre existieron
Teen FictionLeila es una chica, que por culpa de los problemas con su familia, llegó al punto de auto lesionarse. Su madre era muy dura con ella y su hermano la trataba como una basura. Ella ya no tenía vuelta atrás, pero una persona llega y hace que todo lo qu...