|CAPÍTULO 18|

44 5 11
                                    

Leila

A la mañana siguiente me levanté antes que todos y fui a prepararme un café. Fue tan divertido estar con mis amigos, hace tiempo no me divertía tanto.

- Buenos días Lei.- dijeron Bella y Lucy estirándose.

- Buenos días chicas, ¿Quiéren tomar un café?- les pregunté levantándome.

- Esta bien.- respondió Bella por ambas.

Me levanté y fui a prepararlos, al volver se los entregué y estaban medias pensativas.

- ¿Qué pasa chicas?- dije preocupada.

- ¿Le dices tú o le digo yo?- dijo Lucy pegándole con el codo.

- ¿Decirme qué?- pregunté curiosa.

- Lo vimos Lei...- dijo Bella agachando la mirada.

- ¿Vieron qué?- pregunté preocupada.

¿Qué iba a decirles si me decían que habían visto mis cortadas? Y si lo descubrieron, debería decirles la verdad, del porque no les dije nada a ninguna. Espero que no sea eso.

- Tus cortadas... Las vimos cuando nos saludaste al salir del baño...- dijo Lucy, dándole vueltas a su taza.

No sabía que decir, pero me lo veía venir por alguna razón. La suerte no esta de mi lado, debería salir corriendo o este sería el momento justo donde el despertador sonaría.

- Lo siento chicas... Nunca se los dije ya que no quería preocuparlas, en realidad no se lo había dicho a nadie hasta que conocí a Alex y lo descubrió por su propia cuenta.- dije mirando mi taza.

- Osea que solo lo sabemos Alex, Lucy y yo.- dijo Bella.

- Sí, siento no haberles dicho nada.- dije aún mirando la taza.

- No te preocupes, nadie más lo sabrá. Por lo menos ya no lo haces.- dijo Lucy "sonriendo".

- ¿Qué cosa ya no haces?- dijo Matt medio dormido.

- Nada.- dijimos las tres al mismo tiempo.

En eso ya se habían levantado todos excepto Alex. Entonces decido ir a despertarlo.

- Chicos, voy a despertar a Alex.- dije y todos asintieron.

Cuando llegué a donde estaba durmiendo Alex, lo encuentro durmiendo destapado y todo despatarrado. La situación me hizo reir, pero Alex no se despertó.

- Alex, levántate.- le dije sacudiendolo.

- hmhm... cinco minutos más.- dijo dándose la vuelta.

- No me des la espalda y levantate.- dije cruzandome de brazos.

- Acuestate conmigo.- dijo aún de espaldas y ofreciendome la mano.

- No voy a acostarme, ya levantate.- dije empujandolo.

- Esta bien, ya me levanto, tú ganas.- dijo dandose la vuelta y rodando los ojos.

- Esta bien. Te dejo arreglarte para ir con los demás.- dije yendome.

Alex

Leila vino a levantarme, se hubiera acostado conmigo y seguiríamos durmiendo. En fin debo levantarme si no quiero ser hombre muerto y si quiero comer algo antes de que los gordos se coman todo.

Estaba por ir a la cocina, pero me llega un mensaje.

{Conversación por WhatsApp}

(número desconocido): Hola, ¿Quieres qué nos veamos? Te espero en la estación de trenes.

Alex: ¿Quién eres?

Los Cambios siempre existieronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora