Capítulo 3

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Al entrar subimos unas escaleras de mármol y vimos a una bruja alta, de cabello negro recogido en un moño y túnica verde esmeralda.
Draco y yo nos pusimos junto a la barandilla.

-Bienvenidos a Hogwarts. Bien, en breve atravesareis esas puertas para uniros a vuestros compañeros pero antes de eso se os seleccionará para vuestras casas. A saber Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin.

Cuando dijo esto último Draco me miró y me sonrió.

-Mientras viváis aquí- continuó la profesora- vuestra casa será vuestra familia, vuestros puntos serán triunfos para vuestra casa y cualquier infracción hará que los pierda. Al final del año la casa con más puntos será galardonada con la copa de la casa.

-¡Trevor!- exclamó un niño mofletudo cuando vio un sapo sobre un escalón y se apresuró a cogerlo. La profesora lo miró severa- Perdón- se disculpó volviendo a su sitio.

-La ceremonia de selección tendrá lugar en unos instantes- dijo y se marchó dejándonos solos.

-Veo que es cierto lo que se decía en el tren- dijo Draco con voz aburrida- Harry Potter ha venido a Hogwarts- se oyeron algunos murmullos. Levanté la vista para observar a un muchacho de pelo negro. Al fijarme bien en él pude ver en su frente la cicatriz en forma de rayo- Estos son ______, Crabbe y Goyle- nos señaló con la cabeza- yo soy Malfoy, Draco Malfoy.

El pelirrojo del otro día dejó escapar una risita algo sonora. Draco lo miró serio.

-¿Mi nombre te hace gracia? No necesito preguntarte el tuyo: pelirrojo y más pobre que las ratas, debes de ser un Weasley. Pronto descubrirás que hay familias de magos mejor que otras Potter. No te juntes con la gente equivocada- miró a Ron- En eso puedo ayudarte- dijo ofreciéndole la mano.

-Creo que sé elegir por mí mismo. Gracias.

Esa respuesta no pareció sentarle muy bien a Draco. Antes de que le dijera nada la profesora volvió.

-Ya está todo preparado, seguidme.

Fuimos detrás de ella y entramos en lo que parecía ser el comedor principal, iluminado por cientos de velas que flotaban en el aire. Cuatro largas mesas se extendían casi hasta el final, llenas de alumnos con sus respectivos platos. Avanzamos nerviosos, con cientos de miradas puestas en nosotros. La profesora nos dejó en frente de la mesa de los profesores.

-Tened la amabilidad de esperar aquí. Ahora, antes de comenzar, el profesor Dumbledore quiere dedicaros unas palabras.

Un hombre muy anciano de larga barba plateada se puso de pie.

-He de anunciaros algunas normas de principio de curso. Los nuevos debéis saber que el bosque oscuro está terminantemente prohibido para todos los alumnos. Así mismo nuestro celador el señor Filch- señaló a un hombre con cara de pocos amigos que estaba junto a la puerta con un gato a sus pies- me ha pedido que os recuerde que el pasillo del tercer piso, el del lado derecho, no está permitido para todo el que no desee la más dolorosa de las muertes. Gracias.

-Cuando diga vuestro nombre vendreis hasta aquí. Yo os colocaré el sombrero sobre la cabeza y seréis seleccionados para una casa. Allen, ______- me nombró la profesora.

Caminé decidida y me senté en el taburete. Antes de que el sombrero tocara mi cabeza gritó:

-¡Slytherin!

La mesa de Slytherin me recibió en aplausos y me dieron la bienvenida. Con Draco ocurrió exactamente lo mismo, era obvio. Llegó y se sentó junto a mí.
Una vez que todos fueron seleccionados para sus casas dio comienzo el banquete. Los platos se llenaron de comida; todo tenía una pinta deliciosa.

-Aquel es Snape, ¿verdad?- dije mirando al profesor de pelo y túnica negros.

-Sí, es el jefe de nuestra casa. ¿Cómo es que lo conoces?- me preguntó Draco extrañado.

-Mi padre me habló de él, eran amigos cuando estudiaban aquí. ¿Y cómo lo conoces tú?

-Por lo mismo.

De pronto unos veinte fantasmas atravesaron las paredes y entraron en el gran comedor. Eran de un color blanco perla y ligeramente transparentes y se deslizaban por la habitación, hablando unos con otros. Uno de ellos, que llevaba la ropa manchada de sangre, sobrevoló nuestra mesa agitando con brío una espada y riendo como un loco. La mano con la que sujetaba la espada me atravesó completamente y sentí un frío helado dentro de mí.

-¡Ah!- grité tocándome el pecho.

-Miedica- dijo Draco entre risas y lo miré con el ceño fruncido. Cuando volvió la cara al frente vio que el rostro del fantasma estaba a unos escasos centímetros del suyo.

-¡Buh!

-¡Ahhhh!- gritó Draco echándose para atrás. El fantasma se marchó riendo.

-¿Quién es el miedica ahora?

-Cállate.

-Ese era el Barón Sanguinario- nos explicó un chico dos o tres cursos mayor que nosotros- Es el fantasma de nuestra casa.

Cuando la cena acabó los prefectos nos condujeron a nuestras respectivas salas comunes. Bajamos las escaleras de las mazmorras y tras atravesar unos laberínticos pasillos nos detuvimos frente a un muro de piedra.

-Sangre pura- dijo el prefecto y el muro se abrió dando paso a un oscuro pasillo.

-¿La contraseña es sangre pura? Qué derroche de ingenio- dije sarcástica.

-Que más da, nadie de otra casa va a venir; no se atreverían- me contestó Draco.

-Pero no es que sea muy difícil de adivinar. Los Slytherin precisamente siempre presumimos de eso.

-Tu amigo tiene razón- dijo el prefecto interviniendo en la conversación- Con el tiempo irás viendo la reputación que tenemos los Slytherin.

-Sé muy bien la reputación que tenemos; nos odian todos.

-Y nos temen, eso es lo mejor- me sonrió y le devolví el gesto- Bien- dijo alzando la voz- hemos llegado a la sala común.

Era bastante grande y estaba iluminada con lámparas verdes y muebles del mismo tono. Había grandes sofás de cuero negro con botones plateados frente a una chimenea. Todo era muy elegante aunque hacía algo de frío allí.

-Las habitaciones de las chicas están a la derecha y las de los chicos a la izquierda. Vosotros podéis elegir la pareja de cuarto que queráis y una vez elegida llegarán vuestras pertenencias. Eso es todo.

-Hola- me saludó una chica de pelo corto y oscuro- ¿Y si compartimos habitación?- preguntó directa.

-Oh hmm, vale, porqué no.

-Soy Pansy Parkinson.

-______ Allen.

EL AMOR DE UN SLYTHERIN (Draco Malfoy y tú) ❤ [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora