Capítulo 11

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DRACO'S POV.

Mis padres y yo volvimos de vacaciones la última semana de agosto. La carta de Hogwarts ya había llegado, por lo que tendría que ir a comprar los libros y demás cosas.
Me hubiera gustado invitar a ______ pero como mi padre tenía que ir al Callejón Knockturn me dijo que no lo hiciera. Aún así le escribí para decirle que fuera el mismo día que yo, así nos encontraríamos.
El domingo tuve que madrugar bastante.

-¿Draco?- dijo mi madre golpeando la puerta- Tu padre te espera abajo.

-Ya voy- respondí terminando de vestirme.

Padre estaba en el salón, sujetando una caja negra brillante.

-¿Estás listo?

-Sí.

-¿Y a qué esperas? Entra de una vez a la chimenea.

Obedecí y llegamos al Callejón Knockturn en pocos segundos. Mientras mi padre se paraba a hablar con diferentes magos de aspecto siniestro, yo observaba los escaparates de las tiendas. Entré a Borgin y Burkes, una tienda de antigüedades y venta de objetos de magia oscura.
Cerca de la puerta había un busto de Salazar Slytherin tallado en madera. Iba a tocarlo cuando alguien me dio con un bastón en la mano.

-No toques nada Draco.

-Sí padre- respondí algo dolorido y me acerqué con él al mostrador- Creía que me ibas a comprar un regalo.

-Te dije que te compraría una escoba de carreras.

-¿Y para qué la quiero si no estoy en el equipo de la casa?- dije refunfuñando- Harry Potter tenía el año pasado una Nimbus 2.000. Y obtuvo un permiso especial de Dumbledore para poder jugar en el equipo de Gryffindor. Ni siquiera es muy bueno, sólo porque es famoso... Famoso por tener esa ridícula cicatriz en la frente...

-Me lo has dicho ya una docena de veces por lo menos- repuso mi padre dirigiéndome una mirada fulminante- ¡Ah, señor Borgin!

Un hombre de pelo grasiento y encorvado apareció para recibirnos.

-¡Señor Malfoy! Es un placer verlo de nuevo y también al joven Malfoy. ¿Qué tal está? Hace mucho tiempo que no vienen por aquí.

-Señor Borgin- lo interrumpió mi padre mirándolo impaciente.

-Oh sí sí, disculpeme. Precisamente hoy puedo enseñarles y a un precio muy razonable...

-Hoy no vengo a comprar, señor Borgin, sino a vender. Draco- me llamó y dejé la caja sobre el mostrador.

Después seguí viendo los objetos que había por la tienda. En un estante de cristal lleno de polvo había una mano cortada puesta sobre un cojín, una baraja de cartas manchada de sangre y un ojo de cristal. Del techo colgaban máscaras de mortífago y algunos instrumentos de tortura.
Había también gran cantidad de calaveras y huesos humanos.

-Usted habrá oído que el ministerio de magia está preparando más redadas- comentó mi padre- así que he traído unos artículos que... podrían traerme problemas con el ministerio. Son venenos, entre otras cosas...

Mientras Borgin inspeccionaba los objetos vi un colgante de ópalos y leí sonriendo la tarjeta que estaba apoyada sobre él.

Cuidado: no tocar. Collar embrujado.
Hasta la fecha se ha cobrado las vidas de diecinueve muggles que lo poseyeron.

Lo tienen bien merecido esos asquerosos muggles.
Luego me detuve frente a un sarcófago de hierro. Iba a abrirlo pero padre me golpeó otra vez con el bastón.

-¿Qué... te había... dicho?

-Que... no tocara nada.

-Exacto.

-Lo siento- volví a disculparme.

-Vámonos- me dijo bruscamente y salimos de la tienda- Toma- me entregó un puñado de galones que guardé en el bolsillo- Ve a comprar lo que necesites para el colegio. Yo estaré aquí.

Asentí y caminé hasta el Callejón Diagón. Lo que menos me importaba era comprar los libros, tenía que buscar a ______.

Tras buscarla un rato la vi mirando el escaparate de la tienda de quidditch. Me acerqué a ella sigiloso y le tapé los ojos.

-¿Quién soy?

-¿Crees que no reconozco la voz de mi mejor amigo?

Quitó mis manos de sus ojos y se dio la vuelta, sonriéndome ampliamente.

-Me alegro de verte, ¿qué tal las vacaciones?

-Muy bien, ¿y las tuyas?

-Horribles- dijo con una mueca de desagrado- Fui a casa de mis abuelos.

-¿Eso es malo?

-Es peor, me odian y no sé porqué.

-No habrás conocido a ningún chico ¿no?- pregunté en broma aunque quería saber la respuesta.

-¿Qué?- rió- No, he estado más sola que la una. Bueno, vayamos a Flourish y Blotts- tiró de mi brazo para que la siguiera- Está Gilderoy Lockhart, el mago que ha escrito los libros que vamos a usar este año.

Entramos a la tienda, que estaba repleta, y subimos por unas escaleras.

-Mira, ahí está- me señaló ______ asomándose a la barandilla y me puse a su lado.

-No puede ser- dije con odio cuando de pronto toda la atención se centró en Potter, otra vez.

-Vayamos a fastidiarle un poco, a ver si le bajamos los humos.

Bajamos las escaleras y cuando Potter y los Weasley iban a salir de la tienda ______ y yo nos pusimos delante de ellos.

-Te habrá encantado eh Potter, el famoso Harry Potter. Ni siquiera en una librería evitas ser el protagonista- escupí las palabras con odio.

-Déjale en paz- me dijo una niña pelirroja.

-Oh vaya Potter, veo que tienes novia- se burló ______.

-Largaos de aquí- nos ordenaron las fotocopias Weasley.

-Deberías aprender a defenderte solo Potter- dijo ______ acercándose a él- ¿O lo único que sabes hacer es dar espectáculo?

Sonreí burlón, esta chica cada vez me caía mejor, si eso era posible.

-¿Va todo bien, chicos?- preguntó Weasley padre.

-Sí señor, solo nos hemos acercado para saludar- mintió ______- Ya nos vamos.

-Os veré en la escuela- dije mirando a cada uno de ellos y salimos de la tienda.

-Esos Weasley son patéticos, ¿los has visto? Parecían vagabundos, con la cara toda sucia y esa ropa de segunda mano. Qué triste- dijo ______ caminando por delante de mí- ¿Tienes ya las cosas para Hogwarts?- se giró para mirarme.

-Aún no, ¿me acompañas a comprar?

-Claro- me sonrió.

Cuando tuvimos todo nos despedimos ya que nuestros padres nos estaban esperando.

-Nos veremos en el tren- le guiñé un ojo.

-Estoy ansiooosaaa- canturreó mandándome un beso en el aire.

Los dos reímos.

-Adiós Draco- me saludó con la mano y se fue.

EL AMOR DE UN SLYTHERIN (Draco Malfoy y tú) ❤ [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora