Draco y yo habíamos estado viéndonos gran parte del verano, salvo las últimas semanas de agosto que se fue de vacaciones con sus padres como tenían por costumbre. Por eso no pude ocultar mi sorpresa al verlo el 1 de septiembre en la estación de King Cross, midiendo un palmo más que antes y con su pelo rubio totalmente libre de gel.
-¿Quieres una servilleta para limpiarte las babas?
Aunque no había llegado al extremo de babear, sí que me había quedado con la boca abierta.
-¿Qué clase de pacto con el diablo has hecho para cambiar tanto en cuatro semanas?
-Los genes Malfoy- dijo con soberbia.
Esperamos a que llegaran Crabbe y Goyle y los cuatro entramos al expreso cargando con los baúles. Encontramos un compartimento vacío casi a la mitad y nos sentamos en los mullidos asientos después de guardar nuestras cosas en el portaequipajes.
-Este año va a ser muy interesante- comenzó a decir Draco con tono chulesco.
-¿Por qué lo dices?- le preguntó Crabbe.
-Por Sirius Black, por supuesto. Como ya sabéis por las publicaciones de El Profeta, ha escapado de Azkaban.
-¿Y?- lo miré alzando una ceja.
-Estoy seguro de que hará una parada en Hogwarts, para ajustar cuentas pendientes- rió malévolamente.
-Ya sé a dónde quieres ir a parar, pero dudo que se arriesgue a que lo capturen y lo encierren de nuevo. Si es listo se mantendrá alejado de los lugares públicos- razoné.
-Si ha escapado una vez puede hacerlo de nuevo, además ya no tiene nada que perder.
-¿Pero no es pariente tuyo? Su apellido es Black, es primo de tu madre, ¿no?
-Yo no tengo nada ver con ese loco- dijo Draco frunciendo el ceño- Es un traidor a la sangre, por eso fue borrado del mural. Ya no forma parte de nuestra familia- sentenció cruzándose de brazos.
El expreso de Hogwarts seguía hacia el norte, sin detenerse. Y el paisaje que se veía por la ventana se fue volviendo más agreste y oscuro mientras aumentaban las nubes. A través de la puerta del compartimento se veía pasar gente hacia uno y otro lado.
A la una en punto llegó la bruja regordeta que llevaba el carrito de la comida y nos entregó a cada uno una bandeja que contenía puré de patatas, zanahorias caramelizadas y dos muslos de pollo además de una botella de agua y flan de postre.-Estoy muerta de ganas por ir a Hogsmeade- comencé a decir mientras comíamos- He leído que allí se encuentra la Casa de los Gritos, ¿sabéis que se considera el edificio más embrujado de Gran Bretaña?
-¿Acaso quieres entrar ahí?- preguntó Draco con sorna.
-Tranquilo, no te pediré que vayas conmigo. Sé que esas cosas te dan miedo y no te atreverías.
-Sí que me atrevería- gruñó y de un rápido movimiento me quitó la tarrina de flan de las manos y se la comió él.
-¡Mi flan, idiota!- le di un golpe en el brazo.
A media tarde comenzó a llover y como ya estábamos hartos de estar sentados salimos a merodear por el pasillo. Draco se detuvo de golpe y Crabbe, Goyle y yo nos mantuvimos detrás de él.
-Bueno, mirad quiénes están ahí- dijo arrastrando las palabras, abriendo la puerta de un compartimento- El chalado y la rata.
Crabbe y Goyle se rieron, yo en cambio había fijado la vista en las fotocopias Weasley, que unos metros más adelante le estaban ofreciendo caramelos a unos niños de primero o segundo. Por sus pícaras sonrisas no era difícil adivinar que esos caramelos tenían algún truco. Me percaté de que mis labios formaban una sonrisa y la borré de inmediato.
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EL AMOR DE UN SLYTHERIN (Draco Malfoy y tú) ❤ [PAUSADA]
Fanfiction"Cuando la conocí pensé que podría llegar a enamorarme de ella" 📌Historia ganadora del tercer puesto en los AwardsPotterhead