Al día siguiente nos despertamos más contentos que nunca.
Es verdad que Potter no me había hecho nada a mí personalmente; pero su mera presencia me ponía de mal humor. Mi padre tenía razón al decirme que sería el favorito de todos los profesores (exceptuando a Snape) y que sería tratado de forma especial; como que se le tolerarían actos que a los demás alumnos no.
Eso lo comprobaríamos hoy.
Me puse la túnica y me reuní con Draco.-Hoy es un gran día- dijo al abrir las puertas del Gran Comedor. Pero nuestra sonrisa se borró al instante al ver a Potter y a Weasley desayunando en su mesa como si nada.
-¿Qué demonios?- dije indignada- ¿Es que Filch no los atrapó?
-Maldición.
-Menudo inútil.
-No perdamos la esperanza. Aún falta McGonagall- dije mirando a la profesora- tiene que echarlo por montar en escoba cuando la señora Hooch nos lo prohibió.
Pero no fue así. Había pasado ya una semana y Potter seguía aquí.
Durante el desayuno, como era habitual, llegaron las lechuzas con el correo.-Eh ______, mira- Draco me señaló la mesa de Gryffindor- Potter ha recibido un paquete. ¿Qué será?
-Tengo una idea. Salgamos.
Los cuatro nos quedamos en el pasillo, escondidos. Cuando Potter y sus amigos pasaron por ahí para ir a clase de Encantamientos Crabbe y Goyle les bloquearon el paso. Draco y yo salimos por detrás y le quité el paquete para examinarlo.
-Es una escoba- dije devolviéndoselo bruscamente.
-Esta vez lo has hecho, Potter- dijo Draco con una mezcla de celos y rencor- Los de primer año no tienen permiso para tener una.
-¡No es ninguna escoba vieja!- nos gritó Weasley- ¡Es una Nimbus 2.000! ¿Cuál dijiste que tenías en casa, Malfoy, una Comet 260?- rió con aire burlón- Las Comet parecen veloces, pero no tienen nada que hacer con las Nimbus.
-¿Qué sabes tú, Weasley, si no puedes comprar ni la mitad del palo?- replicó Malfoy y yo solté una carcajada- Supongo que tú y tus hermanos tenéis que ir reuniendo la escoba ramita a ramita.
Antes de que Ron pudiera contestarle, el profesor Flitwick apareció detrás de Malfoy.
-No os estaréis peleando, ¿verdad, chicos?- preguntó con voz chillona.
-A Potter le han enviado una escoba, profesor- dijo rápidamente Malfoy.
-Sí, sí, está muy bien- contestó Flitwick mirando radiante a Harry- La profesora McGonagall me habló de las circunstancias especiales, Potter. Ahora vayamos a clase, venga- nos ordenó el pequeño profesor y fuimos refunfuñando.
Ya llevaba dos meses en Hogwarts y cada día que pasaba odiaba más a los de Gryffindor. Draco y yo, con ayuda de Crabbe y Goyle, habíamos hecho lo posible por intentar que expulsaran a Potter o simplemente dejarlo en ridículo delante de todos pero siempre, no sé cómo, salía bien parado.
Por Merlín, como lo detesto.La mañana de Halloween nos despertamos con un delicioso aroma de calabaza asada flotando por todos los pasillos.
El profesor Flitwick anunció en su clase que pensaba que ya estábamos listos para empezar a hacer volar objetos. Nos dijo que nos pusiéramos por parejas para practicar.-¿Nos ponemos juntas?- me preguntó Pansy. Me sorprendió bastante ya que a pesar de que compartíamos habitación no se podía decir que fuéramos amigas, hablábamos lo necesario. Además ella ya había formado un grupo de cinco o seis chicas de Slytherin y se habían vuelto "súper amigas".
-No- se apresuró a contestar Draco y me llevó de la mano a un pupitre libre.
-¿Por qué respondes por mí?- le pregunté sentándome.
-¿Acaso pensabas sentarte con ella y dejarme solo?
-No pero...
-¿Entonces qué importa quién haya respondido?
-Y ahora no os olvidéis de ese bonito movimiento de muñeca que hemos estado practicando- dijo con voz aguda el profesor; subido a sus libros, como de costumbre- Agitar y golpear; recordad, agitar y golpear. Y pronunciar las palabras mágicas correctamente es muy importante también.
-Wingardium leviosa- conjuré y me salió a la primera.
-¡Oh, bien hecho señorita Allen!- gritó el profesor Flitwick, aplaudiendo- Un punto para Slytherin.
¿Uno sólo? Ni que le cobraran por cada punto que da.
-¡Wingardium leviosá!- dijo Draco y la pluma no se movió ni un centímetro- ¿Qué le pasa a esta pluma? ¡Está rota!
-Cómo va a estar rota- dije riendo- Lo estás diciendo mal. Es...
-... es levi-O-sa, no leviosá- oí a Granger corregir a Weasley y puse una mueca de espanto. Dios, ya me estaba pareciendo a la sabelotodo de Granger, puagh.
Por la noche el Gran Comedor estaba totalmente engalanado con la decoración de Halloween. Decenas de murciélagos aleteaban desde las paredes y el techo, volando entre las calabazas y las velas negras flotantes. El festín apareció de pronto en los platos dorados.
Todos nos estábamos sirviendo comida cuando el profesor Quirrell llegó rápidamente al comedor gritando; con el turbante torcido y cara de terror.-¡TROL... EN LAS MAZMORRAS! ¡HAY UN TROL EN LAS MAZMORRAS! Ya lo he dicho...- dijo eso último más calmado y se desplomó en el suelo.
-¡Ahhhhh!- gritamos todos y salimos disparados hacia la puerta.
-¡SILEEEEEEENCIOOOO!- gritó Dumbledore haciendo que nos detuviéramos- No dejéis que os domine el pánico. Ahora, los prefectos conducirán a los miembros de su casa a los dormitorios. Los profesores me acompañarán a las mazmorras.
-Nuestra sala común está en las mazmorras- dije obvia.
-Tranquila- me dijo el prefecto- antes de llevaros nos aseguraremos de que el trol no esté. De momento los de Slytherin os quedaréis aquí.
ESTÁS LEYENDO
EL AMOR DE UN SLYTHERIN (Draco Malfoy y tú) ❤ [PAUSADA]
Fanfiction"Cuando la conocí pensé que podría llegar a enamorarme de ella" 📌Historia ganadora del tercer puesto en los AwardsPotterhead