Capítulo 23

7.2K 416 250
                                    

El sol había vuelto a brillar débilmente sobre Hogwarts al inicio del segundo trimestre. Cuando faltaban un par de días para que terminaran las vacaciones, Justin y Nick Casi Decapitado, el fantasma de Gryffindor, fueron petrificados. No hubo más ataques desde entonces lo que hizo pensar a la mayoría de los alumnos que tal vez el heredero de Slytherin se había acobardado o que el monstruo estaba hibernando otros 50 años más. Teorías ridículas.

Pero Gilderoy Lockhart estaba convencido de que era él quien había puesto freno a los ataques y se empeñaba en recordárselo a cualquiera que pasara por su lado, como a la profesora McGonagall cuando ésta nos acompañaba a clase de Encantamientos.

-No creo que volvamos a tener problemas, Minerva- dijo guiñando un ojo y dándose golpecitos en la nariz con el dedo, con aire de experto-Creo que esta vez la cámara ha quedado bien cerrada. Los culpables se han dado cuenta de que en cualquier momento yo podía pillarlos y han sido lo bastante sensatos para detenerse ahora, antes de que cayera sobre ellos... Lo que ahora necesita el colegio es una inyección de moral, ¡para barrer los recuerdos del trimestre anterior!

La idea que tenía Lockhart de una inyección de moral se hizo patente
durante el desayuno del día 14 de febrero. Las paredes estaban cubiertas de flores grandes de un rosa chillón. Y del techo de color azul pálido caían confetis en forma de corazones.

-¿Qué le han hecho al Gran Comedor? ¿Por qué está tan cursi?- dije asqueda mientras me quitaba de encima el confeti.

-Ahí tienes la respuesta- Draco señaló la mesa de los profesores. Lockhart, que llevaba una túnica de un vivo color rosa que combinaba con la decoración, reclamaba silencio con las manos.

-¡Feliz día de San Valentín!- gritó Lockhart con una radiante sonrisa- ¡Y quiero también dar las gracias a las cuarenta y seis personas que me han enviado tarjetas! Sí, me he tomado la libertad de preparar esta pequeña sorpresa para todos vosotros... ¡y no acaba aquí la cosa!- dio una palmada, y por la puerta del vestíbulo entraron una docena de enanos de aspecto hosco vestidos con alas doradas y que llevaban arpas.

-Por Merlín, esto no puede ir en serio- dije estupefacta mientras veía a los enanos dirigirse a la mesa de los profesores lanzando purpurina o algo parecido.

-¡Mis amorosos cupidos portadores de tarjetas!- sonrió Lockhart- ¡Durante todo el día de hoy recorrerán el colegio ofreciéndoos felicitaciones de San Valentín! ¡Y la diversión no acaba aquí! Estoy seguro de que mis colegas querrán compartir el espíritu de este día. ¿Por qué no pedís al profesor Snape que os enseñe a preparar un filtro amoroso? ¡Aunque el profesor Flitwick, el muy pícaro, sabe más sobre encantamientos de ese tipo que ningún otro mago que haya conocido!

El profesor Flitwick se tapó la cara con las manos. Snape parecía
dispuesto a envenenar a la primera persona que se atreviera a pedirle un filtro amoroso.

-¡Eso es todo!- finalizó Lockhart- ¡Que el amor os acompañe!

-Qué bobada de día. ¿Cómo pueden celebrar algo tan muggle?- se quejó Draco cuando abandonamos el Gran Comedor para acudir a clase de Herbología- San Valentín- pronunció con asco, añadiendo una risa irónica al final- Deberíamos celebrar el día de Salazar Slytherin, o de los sangre pura.

Crabbe y Goyle asintieron.

-O el día de las hamburguesas- murmuré. Crabbe y Goyle asintieron con más ímpetu mientras Draco me miraba con cara de ¿en serio?- ¿Qué?  Algo tan delicioso merece un día especial... Bueno, démonos prisa o llegaremos tarde a clase- cambié de tema rápidamente.

Mientras salíamos del castillo para ir a los invernaderos uno de esos enanos nos detuvo.

-¡Eh! ¿Tú eres ______ Allen?- se acercó a mí con el ceño fruncido.

EL AMOR DE UN SLYTHERIN (Draco Malfoy y tú) ❤ [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora