Los primeros días de verano no estuve muy animada ya que aún tenía el enfado de haber perdido por segundo año seguido la Copa de las Casas. Y el montón de deberes que nos mandaron no ayudaba.
Pero mi humor cambió cuando recibí una carta de Draco invitándome a su casa. Así que después de pedirle permiso a mis padres los tres nos aparecimos en Malfoy Manor.-Por Merlín, odio aparecerme. Qué mareo...- dije agarrándome al brazo de mi madre para no caerme.
-No vuelvas muy tarde- me ordenó papá.
-Entendido.
Mis padres me dieron un beso en la frente y juntos se desaparecieron.
Me acerqué a las puertas de hierro forjado para intentar abrirlas pero cuando las toqué, las barras de hierro comenzaron a retorcerse formando una cara espantosa. Dejé escapar un pequeño grito y rápidamente me eché hacia atrás.-¿Cuál es el motivo de su visita?- preguntó con voz retumbante y metálica.
-Mmm... eh...- titubeé nerviosa e intimidada- Yo... he venido a ver a Draco Malfoy- dije al fin- soy amiga suya.
-Mhmm- la cara parecía estar meditando si me dejaba entrar o no y tras unos segundos abrió de par en par las verjas.
-Gracias...- dije al pasar y sentí tras de mí el irritante rechinar de las verjas al cerrarse.
Anduve un par de minutos por el camino recto de grava que conducía a la flamante mansión y me detuve ante la puerta. Llamé tres veces y un pequeño elfo desaliñado me abrió y con un gesto de la mano parecido a una reverencia, me invitó a pasar.
-Bienvenida a Malfoy Manor. ¿En que puedo ayudarla?- me preguntó muy educado.
-Busco a Draco.
-El señor Malfoy se encuentra en el jardín. ¿Desea que la acompañe?
-No hace falta, iré sola- respondí. El elfo asintió y cerró la puerta de nuevo.
Me adentré en los jardines pero parecía que allí no había nadie, sólo los pavos reales que paseaban alrededor de los arbustos o estaban junto a la fuente bebiendo agua.
-¿Draco?- grité para que me oyera por si estaba lejos- ¿Dónde cuernos estás? ¿Hola? ¿Hay alguien?
-Deja de gritar, pareces una loca y así no vas a causarle una buena impresión a mis padres.
-Idiota, te estaba buscando.
-Pues aquí me tienes- Draco sonrió y me acerqué a él para darle un abrazo.
-Para que lo sepas, tus padres me adoran y ahora dime por qué tienes una horrible verja mutante en la entrada- le pregunté cuando nos separamos.
-Mi padre la encantó para que no todo el mundo que venga aquí pueda entrar. ¿A que mola?
-No, casi me meo encima cuando la he visto- los dos comenzamos a reír hasta que oímos un leve carraspeo a mis espaldas que hizo que me girara- Oh... hola Theo- le sonreí aunque no esperaba verlo- No sabía que tú también ibas a venir.
-Lleva aquí todo el día- dijo Draco- sus padres estuvieron esta mañana, se fueron ya pero él se ha quedado.
-Ah, ¿y qué estabais haciendo?
-Jugábamos al ajedrez mágico- respondieron los dos a la vez.
-Sí- continuó Draco- pero era un coñazo así que ahora iba a buscar un par de escobas para volar un rato.
-Me apunto, me encanta volar.
-Lo sé, por eso se me ha ocurrido. Espéranos un momento, nosotros iremos por las escobas. Nott- hizo un movimiento de cabeza indicándole que le acompañara.
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EL AMOR DE UN SLYTHERIN (Draco Malfoy y tú) ❤ [PAUSADA]
Fanfiction"Cuando la conocí pensé que podría llegar a enamorarme de ella" 📌Historia ganadora del tercer puesto en los AwardsPotterhead