EL AMOR DE UN SLYTHERIN (Draco Malfoy y tú) ❤ [PAUSADA]

Capítulo 24

Durante las vacaciones de Semana Santa, el profesor Snape nos informó de que había llegado el momento de elegir optativas para el curso siguiente. Nos repartió a cada uno una lista de las materias disponibles y esa misma tarde nos sentamos en la sala común para echarle un vistazo, aunque yo parecía ser la única que se lo tomaba en serio. Draco, Crabbe y Goyle estaban lanzándole hechizos a una cucaracha.

-Chicos, esto es importante. Nunca es demasiado pronto para pensar en el futuro así que debemos escoger bien lo que queremos estudiar- intenté convencerlos de que se centraran en el tema.

-Lo sabemos, y confiamos en ti para escoger las optativas. Nos apuntaremos a las mismas que tú. Problema resuelto- dijo Draco encogiéndose de hombros y sentándose a mi lado.

-Está bien- resoplé- Entonces el año que viene estudiaremos Adivinación Antigua y Cuidado de Criaturas Mágicas, ¿de acuerdo?

-Sí, tú mandas- esbozó una sonrisa ladeada.

                            ***
Si había algo que compartíamos todos los alumnos de Hogwarts, era sin duda nuestra pasión por el quidditch. Después de una larga espera por fin llegó el siguiente partido de la temporada: Gryffindor contra Hufflepuff. La mañana era soleada y corría una brisa ligera y refrescante.
Después del desayuno bajamos al campo de qudditch y nos sentamos en primera fila. Los equipos saltaron al campo de juego preparados para enfrentarse a su rival pero entonces la profesora McGonagall llegó corriendo al campo, llevando consigo un megáfono de color púrpura.

-El partido acaba de ser suspendido- gritó por el megáfono, dirigiéndose al estadio entero. Ignoró los gritos y silbidos de descontento y continuó hablando- Todos los estudiantes tienen que volver a sus respectivas salas comunes, donde les informarán los jefes de sus casas. ¡Id lo más deprisa que podáis, por favor!

-¿Creéis que ha habido otro ataque?- les pregunté a mis amigos mientras regresábamos al castillo.

-Seguramente. Espero que estaba vez el monstruo haya matado a un sangre sucia- dijo Draco animado.

Snape nos esperaba a los Slytherin en nuestra sala común. Con su habitual rostro inexpresivo desenrolló un pergamino y nos leyó lo que había escrito en él mientras lo escuchábamos en absoluto silencio.

-Todos los alumnos estarán de vuelta en sus respectivas salas comunes a las seis en punto de la tarde. Ningún alumno podrá dejar los dormitorios después de esa hora. Un profesor os acompañará siempre al aula. Ningún alumno podrá entrar en los servicios sin ir acompañado por un profesor. Se posponen todos los partidos y entrenamientos de quidditch. No habrá más actividades extraescolares-finalizó de leer y enrolló el pergamino.

-Profesor, ¿quién ha sido atacado?- le pregunté curiosa.

-La señorita Granger- dijo antes de irse.

La cena en el Gran Comedor transcurrió sumida en un silencio poco usual; ni los alumnos ni los profesores estaban de ánimos debido al último ataque habido: Hermione Granger.
Para la mesa de Slytherin, sin embargo, eso era algo para celebrar. Granger no sólo era una sangre sucia, sino también una pretenciosa e irritante sabelotodo capaz de sacar de sus casillas a cualquiera. Así que para nosotros el hecho de que hubiera sido petrificada no nos entristecía.

Al terminar de comer el profesor Snape nos ordenó que lo siguiéramos a la sala común pero en el camino Draco y yo vimos a su padre y sin que el profesor se diera cuenta nos separamos del grupo y corrimos hacia donde se encontraba el señor Malfoy.

-Papá, ¿qué haces aquí?

-Asuntos del Ministerio- dijo dándose importancia- Draco, ¿podría dejarnos tu amiga hablar a solas?