McGonagall nos guió a los cinco a su despacho.
-Nada, repito, nada, autoriza a un alumno a merodear por la escuela durante la noche. Por tanto como castigo a vuestros actos, se os descontarán cincuenta puntos.
-¿Cincuenta?- repitió Potter incrédulo.
-A cada uno- aclaró McGonagall y Draco y yo nos miramos sonrientes- Y para asegurarme de que no vuelva a ocurrir, los cinco seréis recluidos.
-Disculpe profesora- dijo Draco confuso- tal vez me equivoque, pero creo haber oído los cinco.
-No, ha oído correctamente señor Malfoy- dijo impasible- Por honorables que fueran vuestras intenciones, todos estaban levantados a deshora. Los dos se unirán a sus compañeros ya recluidos.
-Pero...
-Nada de peros, señorita Allen.
McGonagall nos llevó con Filch para que nos dijera el castigo.
-Qué lástima que no se castigue como antes- dijo mientras salíamos del castillo- Hubo un tiempo en el que se castigaba colgando de los pulgares en la mazmorras.
Los cinco pusimos una expresión de horror.
-Como echo de menos los gritos...
Filch nos guió de nuevo a la cabaña de Hagrid.
-Esta noche cumplireis la reclusión con Hagrid. Tiene un pequeño trabajo que hacer... dentro del bosque oscuro- dijo tétrico.
La verdad, prefería entrar al bosque a seguir un minuto más con Filch, me ponía los pelos de punta.
-Cuanto lo siento Hagrid... Oh dios bendito, ¿no seguirás pensando en ese dichoso dragón?
-Norberto se ha ido- dijo sorbiendo las lágrimas- Tal vez lo han enviado a Rumanía, a vivir en una colonia.
-Pero eso es bueno ¿no? Vivirá con los de su especie- dijo Granger.
-Sí pero ¿y si no le gusta Rumanía? ¿Y si los demás dragones son malos con él? Eso sólo un bebé al fin y al cabo.
-Por amor de dios pon los pies en la tierra amigo- dijo Filch con brusquedad- hoy tienes que adentrarte en el bosque... y necesitas tener la mente clara.
-¿El bosque? ¡Creí que era una broma!- exclamó Draco asustado- No podemos entrar ahí, los alumnos lo tienen prohibido. Además hay...- se oyó un aullido a lo lejos- hombres lobo.
-¿En serio?- pregunté comenzando a asustarme también.
-Hay más que hombres lobo entre esos árboles. De eso puedes estar seguro. Buenas noches- se despidió Filch y se marchó.
-Está bien, andando- nos ordenó Hagrid y nos adentramos en el bosque junto a un perro.
Draco y yo íbamos muy juntos, con la intención de salir corriendo a la mínima cosa sospechosa que hubiera.
Nos detuvimos junto a un árbol sin hojas. Hagrid se agachó y tocó un líquido plateado y denso que estaba en el suelo.-Hagrid, ¿qué es eso?- preguntó Potter.
-Para lo que hemos venido- respondió- ¿veis esto?- nos mostró el líquido que resbalaba por sus dedos- es sangre de unicornio amigos. Encontré uno muerto hace unas semanas. Este... este ha sido malherido con algo. Así que es nuestra misión encontrar al pobre animal.
-¿Cómo lo haremos?- pregunté. Realmente quería ayudar al unicornio.
-Nos dividiremos en dos grupos. Ron, Hermione, vosotros venís conmigo. Y tú Harry... tú irás con Malfoy y Allen.
-Está bien, iremos con Fang- se apresuró a decir Draco.
-De acuerdo- aceptó Hagrid- pero ya os digo... que es un cobarde.
Hagrid y los otros fueron por la derecha y nosotros por la izquierda.
-Verás cuando mi padre se entere de esto- dijo Draco, que llevaba la lámpara y alumbraba el camino- Es tarea para sirvientes. Esto es culpa tuya ______.
-¿Culpa mía?- repetí incrédula.
-Tú dijiste que los siguiéramos.
-¿Y de quién fue la genial idea de contárselo a la profesora McGonagall?
-Si no me equivoco, os veo algo asustados- nos interrumpió Potter.
-No estamos asustados Potter- dijimos Draco y yo a la vez con desagrado.
-Vamos Fang- llamé al perro y caminé delante de los otros dos.
Fang comenzó a gruñir y me detuve en seco.
-¿Qué pasa?- preguntó Harry.
Había una figura encapuchada medio agachada en el suelo, y junto a él yacía un unicornio muerto. La figura parecía que estaba bebiendo su sangre y de repente levantó la cabeza para observarnos.
-¡AHHHHHH!- gritamos.
Draco me agarró de la mano y corrió despavorido hacia arriba casi arrastrándome.
-¡Socorro!- gritó asustado. Fang huía con nosotros.
No paramos de gritar hasta que salimos del bosque oscuro y nos detuvimos frente al castillo.
-¿Qué diablos era esa cosa?- pregunté respirando de forma brusca y con el corazón acelerado.
-No lo sé- respondió Draco de igual forma- ¿Nos habrá seguido?
-No lo creo... debe de haberse quedado con Potter...
Dimos una rápida mirada al bosque y luego nos miramos el uno al otro, dándonos cuenta de que nuestras manos estaban agarradas.
-Puagh- dijimos soltándonos con las mejillas sonrojadas y limpiándonos la mano en la túnica.
-¿Deberíamos volver?- pregunté un poco incómoda.
-¿¡Te has vuelto loca!?- dijo frunciendo el ceño y mirándome asustado- No pienso entrar ahí otra vez. Seguro que Hagrid ha ido a ver que pasa. Además ya hemos encontrado a la criatura esa, nuestro castigo ha terminado.
-Bueno... pues volvamos a la sala común.
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EL AMOR DE UN SLYTHERIN (Draco Malfoy y tú) ❤ [PAUSADA]
أدب الهواة"Cuando la conocí pensé que podría llegar a enamorarme de ella" 📌Historia ganadora del tercer puesto en los AwardsPotterhead