Capítulo 7

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McGonagall nos guió a los cinco a su despacho.

-Nada, repito, nada, autoriza a un alumno a merodear por la escuela durante la noche. Por tanto como castigo a vuestros actos, se os descontarán cincuenta puntos.

-¿Cincuenta?- repitió Potter incrédulo.

-A cada uno- aclaró McGonagall y Draco y yo nos miramos sonrientes- Y para asegurarme de que no vuelva a ocurrir, los cinco seréis recluidos.

-Disculpe profesora- dijo Draco confuso- tal vez me equivoque, pero creo haber oído los cinco.

-No, ha oído correctamente señor Malfoy- dijo impasible- Por honorables que fueran vuestras intenciones, todos estaban levantados a deshora. Los dos se unirán a sus compañeros ya recluidos.

-Pero...

-Nada de peros, señorita Allen.

McGonagall nos llevó con Filch para que nos dijera el castigo.

-Qué lástima que no se castigue como antes- dijo mientras salíamos del castillo- Hubo un tiempo en el que se castigaba colgando de los pulgares en la mazmorras.

Los cinco pusimos una expresión de horror.

-Como echo de menos los gritos...

Filch nos guió de nuevo a la cabaña de Hagrid.

-Esta noche cumplireis la reclusión con Hagrid. Tiene un pequeño trabajo que hacer... dentro del bosque oscuro- dijo tétrico.

La verdad, prefería entrar al bosque a seguir un minuto más con Filch, me ponía los pelos de punta.

-Cuanto lo siento Hagrid... Oh dios bendito, ¿no seguirás pensando en ese dichoso dragón?

-Norberto se ha ido- dijo sorbiendo las lágrimas- Tal vez lo han enviado a Rumanía, a vivir en una colonia.

-Pero eso es bueno ¿no? Vivirá con los de su especie- dijo Granger.

-Sí pero ¿y si no le gusta Rumanía? ¿Y si los demás dragones son malos con él? Eso sólo un bebé al fin y al cabo.

-Por amor de dios pon los pies en la tierra amigo- dijo Filch con brusquedad- hoy tienes que adentrarte en el bosque... y necesitas tener la mente clara.

-¿El bosque? ¡Creí que era una broma!- exclamó Draco asustado- No podemos entrar ahí, los alumnos lo tienen prohibido. Además hay...- se oyó un aullido a lo lejos- hombres lobo.

-¿En serio?- pregunté comenzando a asustarme también.

-Hay más que hombres lobo entre esos árboles. De eso puedes estar seguro. Buenas noches- se despidió Filch y se marchó.

-Está bien, andando- nos ordenó Hagrid y nos adentramos en el bosque junto a un perro.

Draco y yo íbamos muy juntos, con la intención de salir corriendo a la mínima cosa sospechosa que hubiera.
Nos detuvimos junto a un árbol sin hojas. Hagrid se agachó y tocó un líquido plateado y denso que estaba en el suelo.

-Hagrid, ¿qué es eso?- preguntó Potter.

-Para lo que hemos venido- respondió- ¿veis esto?- nos mostró el líquido que resbalaba por sus dedos- es sangre de unicornio amigos. Encontré uno muerto hace unas semanas. Este... este ha sido malherido con algo. Así que es nuestra misión encontrar al pobre animal.

-¿Cómo lo haremos?- pregunté. Realmente quería ayudar al unicornio.

-Nos dividiremos en dos grupos. Ron, Hermione, vosotros venís conmigo. Y tú Harry... tú irás con Malfoy y Allen.

-Está bien, iremos con Fang- se apresuró a decir Draco.

-De acuerdo- aceptó Hagrid- pero ya os digo... que es un cobarde.

Hagrid y los otros fueron por la derecha y nosotros por la izquierda.

-Verás cuando mi padre se entere de esto- dijo Draco, que llevaba la lámpara y alumbraba el camino- Es tarea para sirvientes. Esto es culpa tuya ______.

-¿Culpa mía?- repetí incrédula.

-Tú dijiste que los siguiéramos.

-¿Y de quién fue la genial idea de contárselo a la profesora McGonagall?

-Si no me equivoco, os veo algo asustados- nos interrumpió Potter.

-No estamos asustados Potter- dijimos Draco y yo a la vez con desagrado.

-Vamos Fang- llamé al perro y caminé delante de los otros dos.

Fang comenzó a gruñir y me detuve en seco.

-¿Qué pasa?- preguntó Harry.

Había una figura encapuchada medio agachada en el suelo, y junto a él yacía un unicornio muerto. La figura parecía que estaba bebiendo su sangre y de repente levantó la cabeza para observarnos.

-¡AHHHHHH!- gritamos.

Draco me agarró de la mano y corrió despavorido hacia arriba casi arrastrándome.

-¡Socorro!- gritó asustado. Fang huía con nosotros.

No paramos de gritar hasta que salimos del bosque oscuro y nos detuvimos frente al castillo.

-¿Qué diablos era esa cosa?- pregunté respirando de forma brusca y con el corazón acelerado.

-No lo sé- respondió Draco de igual forma- ¿Nos habrá seguido?

-No lo creo... debe de haberse quedado con Potter...

Dimos una rápida mirada al bosque y luego nos miramos el uno al otro, dándonos cuenta de que nuestras manos estaban agarradas.

-Puagh- dijimos soltándonos con las mejillas sonrojadas y limpiándonos la mano en la túnica.

-¿Deberíamos volver?- pregunté un poco incómoda.

-¿¡Te has vuelto loca!?- dijo frunciendo el ceño y mirándome asustado- No pienso entrar ahí otra vez. Seguro que Hagrid ha ido a ver que pasa. Además ya hemos encontrado a la criatura esa, nuestro castigo ha terminado.

-Bueno... pues volvamos a la sala común.

EL AMOR DE UN SLYTHERIN (Draco Malfoy y tú) ❤ [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora