Capítulo 21

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Por fin concluyó el trimestre y sobre el colegio cayó un silencio poco usual, la mayoría decidió volver a casa por miedo a ser atacados.
Debido a lo que pasó en el club de duelo empezó a correr el rumor de que Potter era el heredero de Slytherin por su capacidad de hablar con serpientes, cosa que a Draco no le hace ninguna gracia y está de mal humor todos los días.

El 25 de diciembre los pocos que quedábamos en el castillo asistimos a la comida de navidad que se celebraba cada año. El Gran Comedor había sido decorado con una docena de abetos y además del techo mágico caía nieve cálida y seca.
Dumbledore comenzó a cantar villancicos y el resto de alumnos y profesores lo siguió, salvo nosotros.

-¿Sabéis qué?- dije casi en un susurro para que me oyeran sólo mis amigos- Esta mañana recibí una carta de mi padre diciéndome que el ministerio ha ido a registrar nuestra casa.

-¿Por qué?

-Para ver si teníamos objetos oscuros o prohibidos. Seguramente vayan a vuestras casas también ya que nuestros padres eran... ya sabéis.

El salón se inundó de aplausos cuando terminaron de cantar las absurdas canciones navideñas.

-Pss, eh Potter- lo llamó Draco sin molestarse de hablar en voz baja- Pensé que no podías caer más bajo: primero te juntas con los Weasley ¿y ahora también usas su ropa? No me pondría ese espantoso jersey ni aunque me pagasen. No me sorprendería que tuviera pulgas, parece que lo han cogido de un vertedero. Pero supongo que es de ahí precisamente donde los Weasley consiguen toda su ropa- me miró y comenzamos a reír.

-¡Cállate Malfoy! ¡Rata asquerosa!- le gritó Ron rojo de rabia.

-¡Señor Weasley! ¡Señor Malfoy!- dijo McGonagall severa- ¿Ni siquiera el día de navidad pueden dejar de discutir? Vamos, vuelvan a sus salas comunes, ya se ha hecho tarde.

Nos levantamos sin poder dejar de reír y salimos del Gran Comedor.

-Yo no quiero ir a la sala común- hice una mueca- no tengo sueño. ¿Por qué no vamos a la Torre de Astronomía?

-¿Para morir congelados? No gracias- negó Draco.

-Qué blandengue eres, un poco de frío no te va a hacer nada.

Después de discutir un rato finalmente fuimos a la sala común. Nos quedamos hasta las tantas frente a la chimenea y jugando a los naipes explosivos.
A la mañana siguiente me desperté sobre las once, era tan agradable no tener a Pansy al lado cacareando como una cotorra... Me dí una rápida ducha calentita y subí al salón para desayunar.

-______- dijo Draco sentándose a mi lado. No me había dado cuenta de que había llegado- ¿Por qué no nos has esperado?

-Porque en la sala común hace demasiado frío. Por cierto ¿os habéis fijado en que ha nevado? Los campos están completamente blancos.

-Sí, hemos oído a unos Ravenclaw diciéndolo.

-¿Qué os parece si salimos a jugar con la nieve?

-Sí, buena idea. Me apetece salir de este castillo.

-Crabbe, Goyle, ¿os apuntáis?- les pregunté pero Draco no les dejó contestar.

-No, seguro que ellos prefieren quedarse y seguir comiendo ¿verdad?- fue más una orden que una suposición.

Crabbe y Goyle asintieron.

-¿Seguro?

-Sí, ya han dicho que sí- insistió Draco y tiró de mi muñeca para irnos del Gran Comedor.

Volvimos a nuestros dormitorios para abrigarnos más y después salimos a los terrenos de Hogwarts.

-Qué frío- dijo Draco con la bufanda de Slytherin tapando la mitad de su cara.

-Te reto a una carrera hasta el círculo de piedra. ¡Ya!- exclamé y eché a correr a toda prisa mientras oía a Draco quejarse de que había hecho trampa.

                  NARRA DRACO

______ había tenido la idea de salir y pasar un rato con la nieve. Me pareció bien, era un buen momento para que nos divirtiéramos los dos solos por lo que les ordené a Crabbe y Goyle que se quedaran en el castillo. Por mucho que nos abrigamos el frío igualmente nos caló los huesos.

-Qué frío- el vaho salía de mi boca cada vez que decía algo.

-Te reto a una carrera hasta el círculo de piedra. ¡Ya!- dijo ______ echando a correr hacia abajo.

-¡Espera! ¡Eres una tramposa Allen!- fui corriendo detrás de ella.

Al llegar al círculo apoyé las manos sobre las rodillas y tomé aire. Hacía tiempo que no corría así. La busqué con la mirada pero allí estaba sólo yo.

-¡______!- la llamé- ¿Has llegado ya? ¡Si te has escondido más te vale salir o te dejaré sola y volveré al castillo!- no hubo respuesta- ¡Lo digo en serio! Bien, entonces adiós.

Cuando me di la vuelta la vi saliendo de detrás de una de las piedras con una sonrisa perversa que no me daba buena espina.

-¿Qué vas a hacer?- le pregunté pero no respondió, por el contrario, empezó a tirarme bolas de nieve- ¿Qué crees que haces? ¡______ para!- le pedí mientras me tapaba la cara con las manos- ¿Eso quieres? Bien.

Corrí a refugiarme tras una piedra y así empezó una guerra de bolas de nieve.

-¿De dónde diablos sacas tanta fuerza?- era más agresiva de lo que imaginaba.

-¡Sal cobarde! ¿Acaso tienes miedo Malfoy?- me retó. ¿Cobarde? Si quiere guerra la va a tener.

-¿Miedo yo? ¡Ahora vas a saber quien soy! ¡Te has metido con el chico equivocado Allen!

Preparé unas cuantas bolas y salí de mi escondite. Pensé que me acribillaría a bolazos pero en lugar de eso estaba ahí de pie, varita en mano.

-Ahora vas a saber quién soy yo- repitió la frase que dije antes sin dejar de sonreír. La miré sin comprender a qué se refería. Hizo un movimiento de varita y segundos después una gran bola de nieve me cayó encima. Ni siquiera me dio tiempo a limpiarme cuando de nuevo con su varita lanzó una decena de bolas contra mí.

-¡Para ya!

-¡Di que te rindes!

-¡No pienso hacerlo! ¡Auch! ¡Esa me ha dado en la cara! ¡Allen!- grité advirtiéndola pero no fue suficiente para que se detuviera- ¡Está bien, tú ganas!

-¡Dilo Malfoy!

-¡Me rindo!

Los bolazos cesaron y pude quitarme la nieve de encima.

-Has hecho trampa, no sabía que podíamos utilizar magia- protesté.

-Ese no es mi problema. Somos magos, es más que obvio que podíamos hacer magia. Te aguantas Draco, he ganado.

-Quiero la revancha.

-Nop- negó- Otro día. ¡Oye! ¿Por qué no hacemos un muñeco de nieve?- dijo entusiasmada.

-Vale- le sonreí.

Estuvimos como dos horas intentando que nos saliera un muñeco de nieve decente porque siempre se desmoronaba. ______ le puso piedras como si fueran los botones y los ojos, una rama como nariz y le colocó alrededor del cuello su bufanda de Slytherin.

-A ver quien lo supera- sonrió y chocamos los cinco.

Empezó a nevar de nuevo y decidimos que ya era hora de volver al castillo.

-Ha sido muy divertido- dijo acercándose a mí y agarrándose a mi brazo, cosa que me gustó mucho- Deberíamos estar solos más a menudo.

-Pienso lo mismo, eres la única con la que me lo paso realmente bien- me sinceré y ella besó mi mejilla.

EL AMOR DE UN SLYTHERIN (Draco Malfoy y tú) ❤ [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora