Prologo

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Andrea miraba con admiración y un poco de tristeza la foto de su madre mientras la colocaba en la mesita de noche al lado de la cama y siguió desempacando sus cosas hasta que termino, entonces salió de su habitación y se encontró con su tía y su prima en la sala, ellas la estaban esperando.


Margarita: ¡Todavía no puedo creer que tu padre haya hecho eso! –dijo enojada mientras estaba sentada en su sillón.


Andrea: Hay muchas cosas que aun te pueden sorprender de el.


Margarita: Bernardo nunca ha sido santo de mi devoción, pero esta vez ha cruzado los límites, ¿Cómo se le ocurre sacarte de su casa? ¡Tu casa! Y encima de todo retirarte su apoyo económico... es que si Estela estuviera viva esto no estuviera pasando...


Laura: ¡Mama! –dijo para que se callara y ella miro a Andrea que estaba con los ojos cristalizados, la muerte de su madre fue un golpe muy duro para ella del que aun no se había recuperado.


Margarita: Oh, cariño... no llores –se apresuro a abrazarla- piensa que ahora está en un mejor lugar.


Andrea: No puedo creer que ya no esté... si al menos hubiera estado con ella en sus últimos días –dijo llorando.


Tanto Laura como Margarita se quedaron con Andrea hasta que se tranquilizo. Poco a poco Andrea se fue acostumbrando a su nueva vida, ya no tenía los lujos de antes, pero tenía un hogar. Margarita le recordaba mucho a su madre, y con Laura siempre se ha llevado bien desde pequeña. Meses después Andrea consiguió una beca para entrar a la universidad pero debido a los fuertes gastos que se estaban presentando últimamente decidió empezar a buscar empleo, y así ayudar económicamente a su tía que bastante tiene que trabajar para mantener la casa.


Laura: Andrea –dijo contenta al verla entrar por la puerta- ¿Cómo te fue?


Andrea: Fatal –había ido a cinco entrevistas de trabajo, pero ninguna fue lo que ella esperaba-.


Laura: Oh, ya verás que pronto encontraras algo.


Andrea: ¿Dónde está mi tía?


Laura: Fue a cobrarle la renta a algunos inquilinos que faltan por pagar el alquiler, ¿sabes que esta noche tendremos fiesta? –dijo sonriendo divertida.


Andrea: Si, pero no estoy de humor para fiestas, me acostare temprano.


Laura: ¿Pero mañana no hay universidad? Anda acompáñame, no quiero estar sola... además, quién sabe, tal vez encontremos un par de chicos guapos que estén solos en esa fiesta –dijo arqueando las cejas y en ese momento llega Margarita.


Margarita: Hola niñas, ¿Qué hacen?


Laura: Mama, Andrea no me quiere acompañar a la fiesta de la vecindad, ayúdame a convencerla por favor –le rogo.


Juego del Destino #PSF2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora