Capitulo 41: Tristeza.

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Desde que salió del hospital, Andrea estaba encerrada en su habitación. En una ocasión quiso ayudar a su tía, pero solo recibió un regaño de su parte porque todavía debe guardar ''reposo'' pero la verdad es que ya estaba cansada de estar todo el día acostada. Prefirió ponerse a leer un libro para entretenerse, pero Margarita entro diciéndole que tenía una visita, ella quiso negarse al saber de quién se trataba, pero sabía que no dejaría a su tía en paz hasta dejarlo pasar, así que no tuvo más remedio que aceptar.

Bernardo: Hola, hija... -dijo sonriendo al entrar a la habitación de Andrea.

Andrea: Que quieres –dijo sin rodeos, sabía que esta no era una visita de cortesía o para saber cómo estaba.

Bernardo: Pero que genio... ¿acaso no puedo ver a mi hija?

Andrea: Nunca te has preocupado por mí, aun sabiendo donde estoy viviendo nunca viniste a visitarme... así que no veo porque lo quieras hacer ahora, a menos que quieras algo de mí.

Bernardo: Vine a decirte que ya me encargue de las personas que te hicieron esto –dijo y ella lo miro con terror, sabia a lo que se refería- que no vivas conmigo, no quiere decir que te pueden hacer daño, aun no has tenido al heredero que se quedara con todo mi imperio.

Andrea: Eso es lo único que te importa de mi ¿No?

Bernardo: Por supuesto, o para que quiero una hija sino para que tenga a mi heredero. La estúpida de tu madre no supo dar a luz un varón como yo quería, así que tienes que servir para algo...

Andrea: ¡No hables así de mi madre! ¡Te lo prohíbo!

Bernardo: Esta bien –dijo sonriendo, pero ella no dejo de mirarlo con odio- todavía sigue en pie lo que te pedí, se que estás trabajando en el rancho Gallardo.

Al instante, Andrea palideció su rostro. ¿Cómo se entero? Viendo la risa burlona de su padre cayó en cuenta que el era capaz de mandar a seguirla.

Bernardo: Aunque no estés viviendo conmigo te tengo vigilada. Antes de salir a un lugar, ya yo sé donde estarás, incluso cuando fuiste a esa fiesta con el Gallardo, ¿crees que no lo sé? –dijo viendo como ella lo miraba seria- Aunque tuve que echarte una mano, debo reconocer que todo te está saliendo muy bien...

Andrea: ¿Fuiste tú verdad? No sé como lo hiciste, pero por tu culpa no me dieron trabajo en otros lugares y tuve que recurrir al rancho Gallardo... tu planeaste todo esto...

Bernardo: Conoces mis influencias, pero si no quieres trabajar y terminar tu carrera... sabes lo que tienes que hacer –dijo y se dirigió a la puerta, viéndola por última vez.

Andrea suspiro una vez que se encontraba sola. Ahora todo tenía sentido, después de todo, su padre no se detendría tan fácil hasta conseguir lo que quiere, a pesar de haberse negado la primera vez, pero ella no estaba dispuesta a cumplirle su capricho... tampoco dejaría que un hijo de ella cayera en manos de su padre, jamás lo permitiría.

Su celular vibro, sacándola de sus pensamientos, era un nuero que no estaba registrado, pero respondió después de tardar un poco.

Andrea: ¿Bueno? –pregunto y se extraño al escuchar un sollozo.

Martina: Andrea –dijo mientras intentaba limpiar sus lágrimas. Graciela le prestó su teléfono para que llamara a Andrea ya que ella no paraba de llorar, afortunadamente tenía su número anotado en una libreta.

Andrea: ¿Martina? ¿Qué pasa... por que lloras?

Después de un día de trabajo, Laura decidió visitar a Agustín, el ya no se encontraba en su oficina, así que la cito a su departamento.

Juego del Destino #PSF2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora