Cerca de cinco minutos después, llegaron a las cuevas y Lemec les esperaba.
—¿Porque habéis tardado...? ¿Aleeya? ¿Kalhed? ¿Que...?
—Está habiendo problemas en Altor—informó el calormeno bajando de su caballo—.Una extraña enfermedad está convirtiendo a la gente en estatuas de hielo. Empieza por su desvanecimiento y enfermedad y al final sus extremos de congelan y se vuelven estatuas—informó con rapidez.
—Mi esposa, la princesa Cyka, es una de las afectadas, el rey nos ha mandado a buscar ayuda narniana. Pero vemos que estáis peor que nosotros—dijo mirando a la gente alli y en especial a Lucy, pero ella no le hacía mucho caso.
Lucy, se escondía detrás de Wyn, con miedo. Aleeya y Kalhed se habían dado cuenta de ello y de su locura. El calormeno se acercó a ella.
—¿Estas bien Lucy? ¿Estás con esa enfermedad?—preguntó.
Lucy asomó la cabeza.
—¿Y tú quién eres?—le preguntó.
Kalhed frunció el ceño y miró a Lemec.
—Ha estado expuesta a la magia durante demasiado tiempo, tememos que haya perdido la razón para siempre—dijo el antiguo sastre de Sol Eclipsado.
Aleeya se acercó a Lucy y alargó la mano.
—Lu, soy yo, Aleeya ¿recuerdas? Estuvimos el año pasado juntas.
Lucy la observó.
—Hueles muy bien, me gusta el olor a flores—sonrió—¡Oh! Yo también tengo esa pulsera, ¿ves?—le enseñó su pulsera de la amistad—Creo que somos amigas.
Se separó de Wyn para darle un abrazo a la calormena. Kalhed esperaba que también la reconociese o que al menos le diese un abrazo o se hicieran amigos de nuevo. Pero eso no pasó y no tenía pinta de que fuese a ocurrir. Carraspeó molesto, ya que Lucy no había reacionado a su matrimonio con Cyka.
—¿Dónde están sus hermanos?—le preguntó a Lemec.
—Rescatando a Susan.
***
En aquel pasillo, los cuatro luchaban a capa y a espada, literalmente. De vez en cuando, algún frío o vástago sacaba una arma de fuego que ponía en peligro sus vidas y siempre que le mataban se quedaban con los revólveres. Así era más fácil.
Con un rastro de cadáveres tras de sí, los cuatro llegaron hasta las habitaciones de Jadis, listos para asesinarla a sangre fría. De repente todas las puertas se abrieron y vieron desde lejos a Jadis con una corona que tenía las tres perlas. Miraba con ansia a los cuatro amigos.
—Sois muy osados al entrar aquí. No podréis rescatarla—sonrió—.Sin embargo... Bjorg cariño, haz lo tuyo.
Sin que nadie lo esperase, Bjorg salió de la nada. Estaba muy cambiado y Ceres lo contempló como si fuese la primera vez en su vida. No se parecía nada al hombre bueno que había conocido. De repente, Bjorg hundió su espada en el corazón de Curzon. El acero entró y salió casi en un pestañeo. El rey se acercó al solandiano y metió su mano en uno de los bolsillos sacando una perla negra. La Perla de la Vida.
Cuando se alejó de él, el cuerpo de Curzon cayó al suelo como un saco roto. Instintivamente, Ceres se arrodilló junto a él. Peter y Edmund corrieron a por Bjorg, pero el frio creó hielo en el suelo y ambos se cayeron.
—¡Por fin es mía!—cogió la perla y se la puso en la corona—¡Ahora soy tan poderosa como Aslan!
De repente, el cuerpo de Jadis empezó a emanar una poderosa luz que iba creciendo de perímetro por momentos. Edmund y Peter empezaron a alejarse de esa luz y cogieron a Ceres y a Curzon para escapar. Pero fue demasiado tarde, la luz también les cogió a ellos. Entonces, cuando la luz había llegado a todos los rincones del castillo de hielo.... ¡boom! Desapareció sin dejar rastro. Donde antes había un castillo, ahora no había nada.
***
Mientras cenaban, se oyó un gran estruendo. Como si un rayo hubiese fulminado algún tipo de construcción.
—¡No, no, no!—gritó Lucy saliendo fuera de las cuevas—¡Lo ha conseguido! ¡Tiene tu poder, Aslan!
Los hermanos calormenos, Wyn y Lemec salieron fuera: de donde se suponía que estaba la fortificación de Jadis, ahora emanaba luz. Sin pararse ni un segundo, Lucy corrió por el bosque en dirección a la luz.
—¡Lucy espera!—gritó Aleeya corriendo tras ella.
Wyn y Lemec corrieron detrás de la calormena y Kalhed desapareció en las cuevas. Aleeya veía como Lucy no dejaba de correr sin dejar de mirar hacia la luz que salía del palacio y sin embargo no se chocaba contra ningún árbol.
De repente se hincó de rodillas en el suelo y empezó a llorar. Aleeya llegó segundos después.
—Lucy casi no te reconozco—se arrodilló junto a ella y la cogió de las manos—.Y no solo por tu pelo, no eres la misma.
Lucy negó con la cabeza.
—Debemos llegar al palacio de hielo—susurró Lucy.
Entonces llegó Kalhed montado en un caballo. Heroicamente se bajó y cogió a la llorona de la cintura y la montó con él. Lucy no se resistió, pero la miraba extrañada.
—¿Que se supone que estás haciendo?—preguntó Wyn llegando.
—La reina quiere ir al palacio y al palacio la voy a llevar en mi caballo—respondió el calormeno desafiante.
—Edmund me dejó al cuidado de la reina Lucy y no voy a permitir que un extraño cualquiera se la lleve sin más—protestó.
Kalhed se rio.
—¿Y quién me lo va a impedir? ¿Tu?—preguntó.
—Hermano no hace falta que...
—Nunca nadie me ha dado órdenes y no van a empezar ahora—alzó la barbilla orgulloso.
Dicho esto, emprendió la marcha a caballo al castillo, pero entonces, Wyn alzó la mano y el caballo se detuvo. Confundido, el calormeno espoleó al animal, pero este no se movía.
—Por Tash, ¿que...?
—Wyn es mago, creo—dijo Lucy.
Kalhed se llevó la mano a la cabeza y se giró.
—¡Deja a mi caballo en paz!—gritó.
—¡Devuélveme a la chica!—amenazó Wyn.
Lucy se puso a hacer aspavientos.
—¡Hey! Yo solo quiero llegar al palacio. Wyn tráete a Estella y que se monte contigo Aleeya. Nos veremos en el palacio en dos horas.
De repente, el caballo se puso de nuevo en marcha, aunque Wyn no había dado ninguna orden. Lucy se acurrucó en la espalda del calormeno mientras sonreía.
Casi sin previo aviso, Aleeya, Wyn y Lemec se quedaron en mitad del bosque como pasmarotes.
—¿Quién es Estella?—preguntó Aleeya.
—Mi yegua—contestó el mago.
Bueno, ¡espero que os haya gustado! Si es así hacedmelo saber con una estrellita jijiji xD Jadis ya tiene las cuatro perlas, así que ya es tan poderosa como él, ¿que implicará eso?
PD: ya he terminado mis examenes, así que ¡podré subir más a menudo! Que bien tener tiempo libre y todo el verano para hacer cosas XDD
ESTÁS LEYENDO
Las Crónicas de Narnia: el Veneno Mortal
Fanfiction¡Segunda parte de ''Las Crónicas de Narnia: Perlas del Destino''! *** Sinopsis: Amor, muerte y guerra, eso es lo que les depara. Desde que llegaron a Narnia, los Pevensie han tenido que luchar con multitud de peligros, pero ninguno es tan grande co...