Nunca más

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Ghemor se alejó de Ceres con los ojos abiertos como platos, despegando sus labios de los de ella. Miró hacia abajo y vio un trozo de cristal clavado en su estómago. Ceres lo había estado guardando y había aprovechado ese momento del beso para clavárselo.

Ceres ni siquiera pensaba, contradictoriamente quería ayudarle y clavársela más adentro a la vez. El calormeno se arrancó el trozo de cristal y lo tiró al suelo. Empezó a dar tumbos

—Ha acabado—dijo la solandiana acercándose, como queriendo darle fuerzas y reconfortarle y a la vez asegurarse de que no le quería vivo.

Tambien significaba que su venganza había concluido. Su mente y cuerpo iban a ser libres.

Ghemor la cogió del brazo, apoyándose en ella con sus últimas fuerzas.

—Siempre—susurró.

Antes de que ella pudiera preguntarle el significado de sus últimas palabras, el hombre perdió todas sus fuerzas y se precipitó por el balcón.

***

La Reina Blanca alzó el cetro para destrozar la estatua de Kalhed, cuando se oyeron unas voces provenientes del piso superior. Todos alzaron las cabezas y de repente, un cuerpo cayó de uno de los balcones... ¡encima de Jadis! 

Era el cuerpo sin vida de Ghemor.

Peter fue el primero en reaccionar. Llamó a Hier a voces y el Frío le desató corriendo. Los Pevensie estaban estupefactos.

—¡Marchaos!—ordenó Hier a los Fríos.

—Pero señor...—repuso uno.

—¡Ahora mismo!—repitió.

Los Fríos soltaron a los Pevensie. Rápidamente Edmund corrió hasta Jadis, que intentaba quitarse el cuerpo de Ghemor de encima y le cogió la corona.

—¡La tengo!—gritó de alegría.

Los cuatro Pevensie se reunieron. Entonces, escucharon una profunda voz, lejana y etérea por el tiempo.

''Teneis que destruir las perlas, poniéndoos en un círculo con Jadis en medio. Eso la matará'.Para siempre''  dijo Aslan.

Esta vez no era Lucy la única que escuchaba su voz.

—Lo haremos—dijo cogiendo las perlas y quedándose ella con la de la vida, dándole a sus hermanos las tres restantes.

''Pero debéis de saber que cuando las destruyáis, también se cerrará la puerta a Narnia'' dijo Aslan ''No podréis volver jamás''

Los cuatro Pevensie se miraron.

—Pero está el armario—comentó Peter.

''Pero el puente que conecta ambos mundos se perderá. Lo siento''

Edmund se puso una mano en el pecho. Era una decisión muy difícil, tal vez la más dura de su vida.

—Pero, ¿y qué pasa con todos los narnianos atrapados en nuestro mundo? ¿Todos los que estaban en el palacio de Jadis cuando ella viajó?—preguntó, y luego miró a Hier y el cuerpo de Ghemor en el suelo—¿Y con nuestro amigos?

Se oyó a Aslan suspirar.

''Podré mantener el puente abierto un par de minutos después, el peso es demasiado grande. Lo siento''

Tras decir aquello, los Pevensie supieron que Aslan se había ido. Lucy se enfadó muchísimo y luego pensó que tal vez Aslan no podía ayudarlos en su propio mundo. Tenían que destruir las perlas, debían de parar a Jadis.

Las Crónicas de Narnia: el Veneno MortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora