Bosque entre mundos

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Horas después, el grupo llegó al castillo. Kalhed ayudó a desmontar a Lucy mientras ella no podía dejar de mirar la bola luminosa que era el palacio. No sabía si podía atreverse a tocarla. Kalhed suspiró.

-Lucy, tú de verdad me recuerdas, ¿no? Solo estás jugando a hacerte la loca-le dijo acercándose por detrás.

Lucy se dio la vuelta y le miró con pena.

-Eres Kalhed, yo sé que eres un calormeno. Pero no te conozco-le cogió de las manos-.Ni yo ni las estrellas, ni los gatos te conocemos.

El calormeno empezó a pensar que de verdad se le había ido la cabeza. Así que probó una última cosa que además, le venía como anillo al dedo por el momento elegido.

-A la mitad del camino de mi vida, en una selva oscura me encontraba, porque mi ruta había extraviado-dijo el calormeno.

Lucy parpadeó. Aquellas palabras tenían sentido dentro del revoltijo de inconexos pensamientos que era su cabeza.

-Eso... eso es...-empezó a decir la joven.

-Pertenece a la Divina Comedia, un libro que tú me regalaste-continuó el joven.

-Es... mi libro preferido-dijo Lucy poniéndose las manos en la cabeza-. Me lo regaló mi primer novio, era muy importante para mí, ¿porque te lo regalaría a ti?-preguntó.

-Piénsalo-sonrió Kalhed pícaramente.

Entonces llegaron Aleeya y Wyn a caballo. Rápidamente la calormena se bajó de la yegua y cogió a Lucy de la mano para alejarla del resplandor en el que antes estaba el palacio.

-¿¡Cómo puedes dejarla que se acerque tanto!? Podría ser peligroso-se quejó ella.

Kalhed puso cara de sufrimiento y le dio una patada a una piedra en una repentina revieta. Lucy acababa de recordar todo lo que habían hecho juntos. Y sobre todo, cuando antes había dicho que estaba con esa tal Cyka.

''¿Que clase de nombre es Cyka? Lucy es más bonito que Cyka. Seguro que ya se han acostado, estoy segura de que ahora la quiere a ella. Claro, como es rica... a Kalhed siempre le ha gustado el dinero. Aunque bueno, sino recuerdo mal, durante este año yo tambien me he acostado con personas... vaya... pero antes de matarlos. Así que no cuenta, ¿verdad? ¿¡Verdad!?'' suspiró enfadada ''Por lo menos yo no me llamo Cyka''

Entonces, sin más preámbulos, se deshizo de la mano de la calormena y saltó a la luz. Los tres se quedaron de piedra.

-¡Lucy!-gritó Wyn mientras se tiraba tras ella.

Los hermanos calormenos se miraron y asintieron, se dieron la mano y saltaron.

***

Aleeya fue la última en abrir los ojos: se encontraba en... un bosque. Pero todo estaba como... flotando... era muy tranquilo. Sus amigos se sonreían unos a otros embobados. Pero faltaba alguien... esa chica... Lucy, ¡sí! Ese era su nombre.

-Chicos, ¿dónde está Lucy?-preguntó la calormena.

Los dos amigos se miraron.

-¿Quién es Lucy?-preguntó Kalhed.

Wyn pestañeó dos veces.

-¿Es aquella chica de allí?-preguntó señalando la figura de Lucy arrodillada.

Aleeya sentía que le pesaban los ojos... pero tenía que levantarse. Caminó pesadamente hasta Lucy y se arrodilló junto a ella.

-¿Que miras Lucinda? Lucy, Lucy...

Las Crónicas de Narnia: el Veneno MortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora