Vida normal y aburrida (Yaoi / Gay)

Capítulo XXX

¡Hola hola ya llegué... traje pollito!

Holaaaa chic@s... ¡Los extrañé!

Disculpen el abandono TT_TT no fue mi intención, inicialmente estuve full en clases, entre estudiar para un examen y otro o realizar algún informe, mi cerebro quedaba exhausto y la creatividad se iba de viaje China; luego ocurrió un intento fallido de relación amorosa, como es obvio no funcionó... pero no desaparecí por estar en depresión... Nooo, nada que ver... era que el resto del poco tiempo libre se lo dedicaba a mi ex chico xD

Lo siento... lo sé, soy un terrible escritor :c

Pero para reivindicarme, les he traído un capítulo(Tardé más editandolo que escribiéndolo) que en lo personal lo amo tanto como a ustedes (y ya eso es mucho decir)... espero que lo disfruten y me hagan saber su opinión mediante los comentarios, en cambio prometo actualizar más seguido.

Les pido mil disculpas por no responder a sus comentarios o mensajes privados, lo haré poco a poco... en serio los extrañé :c

Os quiero. Venga guapa, que me ha salido el españolete... este capítulo me ha quedado que flipa ¡Olé!

Ya sabes: ¡VOTA Y COMENTA!

Ahora, a disfrutad.

Narra Henry:

El día siguiente a nuestro rompimiento fue el más duro, pero en mi interior, aún guardaba la esperanza de que fuera una clase de broma macabra, pero no...

Era real...

Mi relación con Hugh había terminado, mis planes a futuro junto a él, nunca se cumplirían.

Los días consecutivos a aquella cena desastrosa fueron muy duros, días cargados de dolor, tristeza, lágrimas, soledad y nada más que recuerdos deprimentes.

La vida continuaba, aunque si era por mí, podría acabar allí mismo. Estaba obligado a sonreír, tanto en la universidad frente a mis amigos, como con mis familiares; como si no hubiera sucedido nada, como si no me estuviera desmoronando por dentro y mi corazón se estuviera cayendo a pedazos.

Sonrisas vacías, saludos por pura cortesía, expresiones felices que eran sólo eso, expresiones, pues internamente tenía una mezcla de vacío, tristeza y desesperanza. En eso se fue basando mi día a día... poco a poco me fui acostumbrando a todo aquello, sonreír sin sentirlo, fingir alegría y evadir cualquier contacto con el mundo exterior durante el día, por las noches, al encontrarme solo, me deshacía y diluía en mi propio llanto, el dolor era muy grande y no remitía.

Prestar atención en clases, con un recuerdo tan doloroso recurrente en mis pensamientos, era una tarea titánica. Aprender sobre el funcionamiento de la mente, mientras la mía se encontraba desorganizada y sumida en una profunda tristeza, era algo casi imposible de conseguir.

No había mensajes de buenos días, buenas tardes o buenas noches. ¿Alguna llamada perdida? Eso era cosa del pasado. Ni siquiera tenía alguna señal de vida por parte de Hugh... pasé de verlo casi todos los días, a no ver siquiera su sombra en más de un mes. Como medida de prevención, opté por dejar de ir con mi tía a su trabajo, pues allí seguramente lo encontraría con su... novia.

Noche tras noche, lloraba sin parar, el encontrarme con el gran peluche evocaba recuerdos que ahora sólo me quebraban en pedazos.

Aún llevaba puesto el collar, aquel que tenía por dije una H, no sé si por estúpido, insistente, enamorado o por albergar la mínima esperanza de que todo volvería a la normalidad, pero yo sí cumpliría mi promesa, aquella de no quitármelo nunca.