Vida normal y aburrida (Yaoi / Gay)

Capítulo XXXI

¡Holaaaaa!

¿Adivinen quien volvió con un nuevo capítulo de esta maravillosa historia?

¡Yo! ٩(●̮̮̃•̃)۶

Chic@s... Los extrañé más que a la navidad ٩(͡๏̯͡๏)۶

No tengo excusas L por favor no me asesinen... ya les traje nuevo capítulo y prometo (ahora sí en serio) actualizar más seguido.

Las clases ya comenzaron, por lo que decidí publicar antes de estar full con exámenes, talleres, informes, exposiciones... y ya, mejor hablemos de cosas más agradables.

En cuanto a la historia de terror que pronto estará disponible en Amazon, ya está lista... su posible título puede ser "El campo" espero que la puedan disfrutar y contar con su infinito apoyo❤

Sobre el capítulo número 31 de Vida normal y aburrida♥, no sé qué decir para no hacer spoilers, así que sin más ¡DISFRUTENLO!

Posdata: Lady es una perra. ┌( ಠ_ಠ)┘

Posdata 2: Por favor déjenme saber sus opiniones a través de comentarios en este capitulo.

¡Un fuerte abrazo!

Narra Henry:

Cuarta vez que mi teléfono suena... ¿No saben que estoy durmiendo?

-¿Quién habla? –pregunto de manera poco agradable.

-¿Aún duermes? –dice una voz conocida al otro lado.

-¿Gabriel? Son las 5 de la mañana... ¿Qué pasó? –digo cambiando el tono de voz a uno mucho más amable.

-Sí... y son las 10:00am Henry... desayuna, toma una rápida ducha y vístete. Iré por ti en 40 minutos. –informó antes de finalizar la llamada.

-¿A dón...

Nada, ya había cortado.

¿40 minutos? Sólo eso me lleva bañarme.

Corrí al baño, tome una ducha, tomé la ropa casi sin mirarla y salí a desayunar junto a mi tía.

-Hola cielo... ¿Qué haces levantado tan temprano? Es tu día libre. –me saluda con dulzura.

-Sí tía pero un amigo me viene a buscar. –contestó antes de empezar a comer como si estuviera en un maratón.

Luego de dejar el plato en el fregadero, chequeo la hora e increíblemente y como por arte de magia, transcurrieron 40 minutos exactos. En ese momento sonó la bocina de un carro frente a la casa, por lo que salí a mi encuentro con Gabriel.

Nada más acercarme al carro él bajó la ventanilla.

-Sube. –me indicó.

-Hola ¿Cómo es...

-Vamos al hospital. –dijo interrumpiéndome.

-¿Qué? ¿Por qué? –mi corazón se aceleró de puro nerviosismo.

-¿Recuerdas la persona arroyada por un vehículo de ayer? –preguntó mirándome directo a los ojos.

-Sí. –contesté nervioso.

-Era Hugh. –dijo tajante.

-¿Qué? ¿Com... le su... -no lograba terminar ninguna palabra y mucho menos formar una oración coherente.

A Hugh no le puede pasar nada, él está bien... él está bien.

-No fue nada grave, sólo tiene algo en la pierna. –me informó poniendo el vehículo en marcha.