Capítulo XXI

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Narra Henry:

Hugh me pidió ser novios, luego de mi intento fallido. Me sentí tan feliz como jamás en mi vida. Ese apuesto tonto, colocó mi mundo de cabeza, desde la primera vez que lo vi y hoy día me hace tan feliz como nadie.

Cada palabra, cada gesto, caricia, cariño o atención de su parte, para mí, era más preciado que el diamante más costoso de todo el mundo.

Nunca fui muy experto en el tema del amor, pero, por Hugh haré lo que sea... comienzo a creer que mi felicidad está a su lado.

En todo este tiempo que hemos pasado en mi casa, él me demostró que sus sentimientos hacia mí eran reales. Los días que hemos estado juntos, han sido los mejores para mí, hasta ahora.

Nada más con decir que yo estaba acostumbrado a dormir solo, detestaba compartir cama con alguien más... y ahora, no puedo dormir si no tengo a Hugh a mi lado.

Hoy desperté muy temprano, gracias a la llamada de mi mamá, anunciando que llegaba a casa en dos días. Ese aviso por una parte me alegró, pues volvería a ver a mi madre, pero, por otra no, ya que Hugh y yo no seriamos tan "libres".

Cuando me levanté de la cama, noté algo en relieve, en el centro del pantalón deportivo de Hugh, quien se encontraba dormido boca arriba. Soy hombre, obvio me di cuenta que era, sentí una especie de... no sé... sensación caliente en mi cuerpo, así que salí lo más rápido que pude de la habitación, dejándolo dormido con su cara de angelito y... con su "eso" despierto antes que él.

Rato luego, Hugh se despertó.

-Buenos días Henry. -Saludó cuando me vio sentando frente al televisor, para posteriormente seguir su camino hasta el baño.

Ignoré su saludo, a mí no me iba a saludar como lo hace con cualquier otro.

Un momento luego, se dirigió corriendo al sofá, saltando por sobre este, dejándome a mí tumbado en el mueble y el sentando a horcajadas sobre mí.

-¡Bueenooos díaaaas mi viejito! -Exclamó alegremente, para besarme.

-Buenos días Hugh. -Respondí entre risas.

-¿Hugh? -Se puso rígido inmediatamente. -¿Cómo que Hugh?

-Buenos días... ¿Mi amor?

-Así me gusta. -y me volvió a besar. -Pero, para la próxima... sin el tono de pregunta.

-Ok... oye... "mi amor". -Dije, formando las comillas en el aire. -Muero de hambre.

-Pues, vamos a comer. -De inmediato se colocó de pie, tendió una mano hacia mí, tomándola rápidamente y me arrastró a la cocina.

Nuestro desayuno, consistió de pan tostado, huevo frito y jugo de naranja.

-Oye Henry... ¿Y ese milagro que despertaste temprano? -Preguntó de manera divertida, cuando nos sentábamos en el porche de mi casa.

-Mi mamá me llamó... llega dentro de dos días.

-¡Ah! Se acabó nuestro tiempo libre. -Exclamó con un poco de pesar, mientras observaba a una pareja de aves en la carretera. -Como me gustaría ser igual a esos dos pájaros... demostrar nuestro amor libremente... sin estar pendiente de nada más. -Dijo en voz baja.

Mi corazón vibró con esas palabras.

-A mí igual... -Respondí con un poco de melancolía -pero, los dos somos hombres. -Percibí su mirada cabizbaja, por lo que decidí cambiar el tema con lo primero que llegó a mi mente. -Oye Hugh... esta mañana cuando desperté, tú... estabas...

Vida normal y aburrida (Yaoi / Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora