Narra Henry:
¿Qué hacía él aquí?
No, no, no y no. Esto no puede estarme pasando a mí. Decidí ignorar su saludo al igual que los rápidos latidos de mi corazón. Hice como si no hubiera nadie, me regresé a mi cuarto, dejándolo afuera de la casa.
Me dirigí a pasos veloces hasta mi cuarto, colocando el seguro a la puerta.
¿Por qué me pongo tan nervioso?
¿Qué hace aquí?
Estuve un buen rato cavilando esas dos preguntas. Opté por hacer como si Hugh no estaba aquí. Salí de mi cuarto, desayuné y luego me duché. Había elegido una ropa normal, se podría haber considerado fea. No sé porque pero, me cambié por otra mucho más decente, vaqueros negros, franela holgada amarilla con un diseño tribal en el centro y mis inseparables crocs. Él estaba ahí, no podía permitir que me viera así.
Después de estar vestido, me percaté que Hugh no había llamado nuevamente luego de saludarme.
¿Se había ido?
No.... Por favor no. Corrí muy rápido hasta la sala, desacelerando el paso cuando llegué a la puerta principal.
La abrí muy lentamente, rogando dentro de mí que no se hubiera ido. Me comporté como un completo idiota al dejarlo fuera por tanto tiempo y además con sus maletas. Misaki salió primero que yo, muy atenta a todo. Al levantar mi vista, no estaba, ni Hugh ni sus maletas. Me sentí muy culpable y un poco triste, en eso Misaki comenzó a ladrar, con la cabeza fuera de la reja, rápidamente me acerqué, mirando a donde veía ella. Él se despegó de una pared que lo ocultaba.
-Pensé que iba a dormir aquí. —Dijo cuándo me vio.
"Dormir" ¿Piensa dormir aquí? Oh no.
-¿Qué haces aquí? —Pregunté aún sin abrir la reja.
-Creo que si me dejas entrar, puedo responder lo que quieras. —Habló muy calmado.
Tenía razón, debía abrirle, esperó mucho tiempo. Antes, lo detallé de arriba abajo, buscando algún cuchillo u otra arma homicida. Iba vestido con unos vaqueros azul marino, lentes aviador negros, zapatos deportivos del mismo color, gorro tejido marrón y una sudadera gris. Se veía tan hermo...
-¿Vas a quedarte todo el día viéndome o abrirás la reja? —Cuestionó, con esa sonrisa de lado que me hacía derretirme. Sacándome de mis pensamientos y provocando un gran ardor en mis mejillas. Seguro me había sonrojado, así que solo bajé mi rostro y abrí la reja.
Entramos hasta la sala y me dirigí al sofá individual, Hugh eligió el que estaba justo enfrente.
-Discúlpame... -Comencé a hablar, con la cara baja.
-¿Por qué?
-Por dejarte todo ese tiempo esperando. —Mis palabras eran muy sinceras.
-¿Sólo por eso? —Preguntó molesto. Mientras se acercaba a grandes pasos hasta mí. Tomándome del brazo, para atraerme hacía él y luego aprisionarme contra la pared.
-Oye... Hugh... no me gu... -Sentí mi corazón palpitar tan rápido que pensé saldría por mi boca.
Me besó, interrumpiendo así lo que iba a decir. Fue un beso rápido, un simple roce de labios, el cual aumentó mucho más mi sonrojo. Su cara mostraba un poco de irritación, poso sus manos a ambos lados de mi cara, demostrando que por ahora, no me iba a dejar escapar.
-¡¿Por qué te vas a un lugar donde no puedo alcanzarte aun cuando extienda mis manos?! —Su voz reflejaba molestia y... ¿Desesperación?
La pregunta, me dejó un poco impresionado. Pero, pude reaccionar justo antes de que volviera a unir nuestros labios, interponiendo mi mano entre los dos. Hugh, me miró sorprendido, en ese momento aproveché para escapar de su "prisión". Misaki nos veía a él y a mí, alternamente, sin emitir el menor de los ruidos.
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Vida normal y aburrida (Yaoi / Gay)
Ficção AdolescenteLa vida de Henry es tan normal como la tuya y la mía, buen estudiante, amante de los libros, buena persona, amigable y de un excelente comportamiento pero, hay algo que pone su vida de cabeza. Cuando viaja a otra ciudad para conocer a su familia, se...