Vida normal y aburrida (Yaoi / Gay)

Capítulo XXIX

Nota: ¡Hooooola! ¿Cómo están todos?

Antes que nada: ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS POR SUS COMENTARIOS! Tanto por mensaje, como en mi perfil y en la historia. No saben cuan feliz me hacen, se los juro que sí... Ustedes son mi motivación para escribir cada día y hacerlo mejor. Aun cuando no respondo por falta de tiempo, sí los leo todos... en resumen ¡LOS AMO!

Un saludo y abrazo especialmente para @kawaii19920 y @AndeeSenpai ¡Les adoro! (^•^)

Creo es la primera vez que actualizo tan rápido... ¿No me hace eso el mejor escritor acaso? Jajajajajajaa... Es broma, pero si tienen otro escritor favorito, los mato -.-"

Sobre el capítulo, no les pienso adelantar nada pues sería spoiler y... ¡Odio los spoilers!

Como una pequeña recomendación personal, les aconsejo que escuchen "Invaded de Tokio Hotel" desde este pedazo: "Volví a revisar mi aspecto, mis zapatos, no perdieron ni un poco del brillo obtenido luego de lustrarlos por más de 10 minutos".

No es obligatorio, sólo es una recomendación... lo que sí es obligatorio, son sus votos y comentarios... ¡V O T E N Y C O M E N T E N!

En serio me agrada saber sus teorías, opiniones e ideas... esperen... ¿Me agrada? Já... AMO* saber todo eso.

Por cierto, creo que luego del lemon, este es el capítulo que se me hizo más difícil escribir.

Pues, ahora sí... Lean y disfruten.

Narra Henry:

¿Qué podría regalarle a Hugh?

Esa interrogante se hizo presente en mi mente desde que desperté, y se repetía aun cuando yo iba camino a la universidad. El haber olvidado nuestra fecha especial y además luego de ese gran detalle de su parte, me hacía sentir inmensamente culpable, por ser tan descuidado con algo tan importante.

Un nuevo profesor, una nueva asignatura y por suerte, los mismos compañeros de clase; Carla, Javier, Matías y Stella, aparentemente verían todas las asignaturas conmigo. Cosa que me alegraba.

Entre nosotros, se formó una especie de grupo o compañerismo, pues siempre nos sentábamos todos juntos, aun cuando nos tocaba cambiarnos de salón, porque alguno de los otros estudiantes se quejaba por el gran descenso de la temperatura en el aula.

Concluida la clase, todos acordamos ir a la feria de la comida en nuestro corto receso. Antes de salir del edificio, me llegó un nuevo mensaje de un remitente desconocido.

Mensaje: Tengo algo que decirte, Hugh.

Leer su nombre, hizo que se me ocurriera automáticamente la idea perfecta. Antes de responderle, me senté en el piso del pasillo principal y realicé una llamada al restaurante Le Atelier.

Después de reservar una mesa para dos, en uno de los lugares privilegiados del local... ya que no pudimos comer formalmente el día anterior, hoy sí lo haríamos. Realizada la primera parte de mi plan maestro, respondí el mensaje de Hugh.

Henry: ¿Qué pasó?

Creo que mi mensaje no había terminado de llegarle cuando me llamó.

-¿Qué tal el día de hoy? -Indagó a modo de saludo.

-Bien... ¿Qué querías? -Pregunté sin rodeos, me llamaba la atención su mensaje.

-Ah nada. -Dijo con un tono de voz relajado. -Sólo quería advertirte algo... si alguna vez te llegas a acostar con alguien más... esto entre nosotros, se acaba. -Puntualizó.