Gota a gota la gran bañera de teñía de un rojo intenso, la blancura poco a poco se perdía al igual que el calor de aquello que la cubría.
_Vengo ver a tu señor.
_Esta tomando un baño, puede esperarlo en el estudio.
_No es necesario, pasare a su cuarto de baño, estoy seguro se alegrara de verme.
Azael se encontraba relajado en la bañera cuando su visitante inesperado entro al cuarto de baño saludando burlonamente.
_Vaya que el príncipe tiene unas formas exóticas de divertirse, aunque ya es algo vieja esta escena.
_Mi querido amigo, es un gusto verte, no esperaba verte tan pronto.
_Lo se, pero tenia que ver con mis propios ojos el engaño con el que tomas el baño.
_¿Engaño?, el único engaño aquí es este traidor- lentamente Azael levanto la cabeza de Salvatore y lo miro a los ojos ya sin vida- pensó que me engañaría dándome los ojos de un muerto en lugar de los de Lucia como prueba de su misión.
_No es precisamente a eso lo que me refiero mi buen amigo.
_Habla entonces o terminaras igual que el.
_Sabes que ningún arma, ni tus manos pueden hacer eso.
_Podría intentarlo al menos para divertirme, vamos habla.
_Aquel al que crees que a su vida diste fin muerto ya estaba antes, a lo que tu quitaste la vida no era mas que un cascaron utilizado por uno de nuestros enemigos para despistarte.
La cara de Azael mostro odio y repugnancia y salio de la bañera llena de sangre.
_Si lo que dices es cierto ¿Como es posible que tu sepas eso y por que no acudiste antes?-el enojo estaba presente en su voz pero se interrumpio mientras entraba a la regadera y se desprendia de la fría sangre-.
_La ultima vez que hable con Salvatore note algo distinto asi que decidi averiguar que ocurria, me presente el la iglesia sin ser visto y ahí fui testigo de todo y si no vine antes es por que quería ver si vuestra alteza un poco derrotado.
_Pues lo que querias lo tienes pero esto no es mas que una pequeña piedra en el ...- Azael apenas termino de decir esto cuando un aroma a rosas cubrió el lugar-.
_Ahí tienes tu piedra en el camino.
La bañera que antes llena de sangre estaba ahora contenía rosas blancas. Azael se acerco lentamente y pudo ver una única rosa roja, la tomo entre sus manos y abrió los pétalos y en el centro de la rosa encontró una pequeña moneda y lo único que pudo decir fueron dos palabras.
_San Judas.