The boy

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El área de urgencias recibía visitantes sin parar, era el lugar donde ninguna de las enfermeras quería estar y no se diga de los enfermeros, pero solo uno siempre se encontraba ahí atento a cada emergencia. Era la admiración de los doctores encargados de dicha área y odiado por la mayoría de sus compañeros, a el esa situación no le importaba en lo mas mínimo, para el la prioridad era el paciente algo que en esta ciudad y en cualquier hospital no sucedía.

El día era bastante cálido pero tenia la apariencia de que el cielo comenzaría a caerse pronto. Las horas que pudieron durar años pasaron rápido mientras se hacia cargo de emergencias menores, al parecer todo estaba tranquilo. Cuando su turno termino y disponía irse a casa un gan escandalo le impidió irse. Una ambulancia se acerco a la puerta y de pronto la puerta de cristal se abrió de golpe, dos hombres empujaban la camilla y el como debía hacer se acerco para recabar información.

_¿Que paso?

_Accidente de auto, salio por el parabrisas, posible fractura de cráneo- mientras el paramédico continuaba dando los datos  un medico les impidió el paso-.

_No puede entrar aquí, deben ir al siguiente hospital, este no es de traumatología.

_Pero, podría morir si no lo atienden ahora el siguiente hospital esta a 20 min- el paramédico no perdió la compostura pero esperaba algo de comprensión del doctor-.

_Dije que no puede pasar.

Muchas de las personas que se encontraban en la sala de espera comenzaron a dar comentarios a favor del paramédico, el animo fue creciendo y el paciente quedo atrás de la ahora multitud que atacaba al medico, el joven enfermero se acerco al paciente, le tomo la mano y comenzó a rezar, no había dicho ni 10  palabras cuando sintió aquella presencia, dejo de rezar y levanto la mirada.


_Vaya que fue un vuelo pesado, bueno para los que toleramos cosas algo incmodas.

_Callate quieres, tu no eres precisamente un buen compañero de viaje.

_Ya dejen de discutir. Uriel puedes ayudarme a abuscar algún lugar donde pueda estar el primo de Judas.

_¿Es enserio, vas a buscar en un mapa?.

_¿Alguna mejor idea?

_Usar el buscador de internet o algo asi.

_Te recuerdo que no usamos teléfono, nos comunicamos de otra manera. Pero ahora que lo dices ¿Tu tienes el tuyo?.

_No, lo perdi en, en el ataque.

_Muy mala suerte, tendrás que ayudarme- le extendió el mapa y ella se lo arrebato, lo extendió sobre una mesa y ambos comenzaron a buscar-.

_Es inútil, jamas encontraremos donde es.

_Sigue buscando, Gabriel se molestara si no lo hacemos.

Recorrieron lentamente cada parte del mapa y no encontraban nada que les indicara el paradero. Revisaron mil veces la lista de hospitales y no encontraban algo que les pudiera ayudar.

Katherine sentía que le ardían los ojos, se los froto con las manos pero no sirvió de nada, la sensación no desaparecía. Volvió a poner la vista en el mapa tratando de distraerse del ardor. A los pocos segundos Gabriel se acerco a la mesa.

_¿Alguna novedad?.

_Naaa- solto Uriel.

_Insisto, no hay nada, ni una sola pista. Dijo que una señal nos guiaría ¿no?- dijo sin levantar la vista del mapa.

_No seria la primera vez que Judas se equivoque.

Katherine sintió que los ojos se le llenaban de lagrimas, lentamente sintió como una rodaba por sus mejillas pero cuando esta toco el papel pudo notar que no era una lagrima era una gota de sangre y levanto la mirada alarmada.

_Algo no esta bien, necesito un medico.

_Tranquila, deberías irte acostumbrando- le tendió una servilleta la cual ella tomo agradecida- eso que te pasa es un estigma, es muy común en ustedes los mártires solo tienes que descifrar en que y por que momentos viene.

_Es por uno bueno.- intervino Gabriel bastante traqnuilo-  Ahí tienes tu señal-dijo mientras apuntaba con el dedo el lugar donde la gota se sangre había manchado el mapa.

La marca estaba justo un costado del icono de una iglesia la cual llevaba por nombre: Iglesia de San Judas y a tres calles se encontraba el icono de un hospital

_Vaya, es bueno para esto.

_Bastante, andando.

Tomaron un taxi y se dirigieron al hospital, la lluvia comenzó a caer y con ella el trafico aumento, A unas cuantas calles del hospital el trafico se detuvo por completo y ahí permanecieron largo rato.

_¿Es normal esto?-Pregunto Uriel un tanto molesto-.

_Si joven, muchas veces las ambulancias en las que traen a los heridos se quedan ocupando parte de la calle.

_Puede ser este el caso, caminaremos- Gabriel pago al taxista y salieron del taxi-.

La lluvia estaba ahora mas fuerte que antes, por mas que corrieron no pudieron terminar empapados. Gabriel y Uriel decidieron ir a la caseta de informes. Katherine se quedo sentada en la sala de espera, el sonido de la lluvia era constante pero pronto se vio opacado por la sirena de una ambulancia. Se escuchaban las palabras de los paramédicos que después de unos segundos entraron de golpe a la sala, empujaban una camilla blanca que tenia ya varias manchas de sangre provenientes de la persona herida, Un joven unos años mayor que ella se acerco a los paramédicos y comenzó a tomar nota de todo lo que ellos le decían, cuando estaban apunto de cruzar una gran puerta de cristal un medico les impidió el paso debido a que en ese hospital no atendían ese tipo de situaciones, a ella le parecio patético, era un hospital y esa era una emergencia que debía ser tratada con suma importancia. El paramédico rogo al medico atendieran al paciente pero fue inútil. Muchos de los pacientes que esperaban su turno comenzaron a realizar comentarios y aquellos que los acompañaban de levantaron y comenzaron a rodear al medico. Su mirada se aparto de la multitud y se dirigio  a la camilla ahora olvidada detrás de toda la gente, rápidamente volvió a ver a la multitud cuando de ella el joven que antes tomaba notas se acerco a la camilla y tomo la mano de la persona que se econtraba en ella, lentamente se arrodillo y comenzó a rezar. Katherine sintió como el ardor que antes se presento en sus ojos hora se hacia presente en su pecho, se levanto y camino lentamente hacia la camilla a cada paso que daba el ardor aumentaba y cuando estuvo bastante cerca el ardor se convirtió en un calor reconfortante. El joven dejo de rezar, levanto la vista y de sus labios solo broto una palabra.

_Lucia.

_Jesús.



ANTES QUE EL DIABLO SEPA QUE HAS MUERTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora