La cara del pobre hombre cubierta de sangre y vidrios estaba, el dolor se hacia cada vez mas presente al igual que la muerte. La atención de Jesús paso de Katherine al hombre que apretaba su mano fuertemente, trato de calmarlo pero noto como su mano lo apretaba cada vez mas suave, sabia que el fin estaba por llegar, miro a Lucia y se levanto para dejar que se acercara. Ella se coloco a un costado del hombre y se quedo mirándolo y susurrando unas cuantas palabras, mientras las palabras salían de sus finos labios la habitación se vio rodeada de un olor a rosas, cuando dejo de pronunciar palabra se agacho sobre la camilla para posar sus labios en la frente del hombre, sus lagrimas doradas calleron sobre sus heridas limpiándolas a su paso. Un grito en la sala de espera atrajo la atención del tumulto, todo el mundo dirigió su mirada a la mujer que estaba aterrorizada para después dirigirla a lo ella miraba. Aquel hombre que minutos antes parecía dejar su vida en aquella sala ahora se encontraba como si el accidente no hubiera existido, expresiones de asombro y miedo comenzaron a surgir entre los presentes, quienes al mismo tiempo tomaban fotos o salían corriendo, mientras que otros comentaban que aquello era un milagro.
La noticia no tardo en recorrer gran parte del planeta, Azael sabia que era momento de comenzar lo que seria el final. Camino por la enorme casa y entro en la habitación que se encontraba al final de la misma, era un lugar gobernado por la oscuridad, el lugar estaba vacío excepto por un enorme trono cubierto de lo que antes era terciopelo rojo y algunos detalles en oro, se arrodillo frente a el y sobre el áspero suelo dibujo un pentagrama y comenzó a recitar algunas palabras en latín, un hedor putrefacto llego a su nariz seguido de un ligero toque de azufre, en el trono la poca tela que quedaba comenzó a despender un poco de humo y un olor a quemado. Poco a poco del humo comenzó a formarse una silueta gobernada por la forma de la cabeza de un macho cabrío.
_Oh, príncipe de las tinieblas, Oh señor mío, Oh, padre. El momento ha llegado, tu momento ha llegado, tu reino en la tierra pronto el lo alto se encontrara.
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