¿amenaza?

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Casa entintada, 4:30pm.

Estación: otoño.

-recuerdame... ¿porqué tengo qué asistir a la reunión?-decía Shini vestido de traje, llevaba una camisa blanca, el saco, el pantalón y la corbata eran de color negro azabache.

-el presidente solicitó tu asistencia en la reunión con el jefe de estado octariano.- respondió el capitán Cuttlefish.

-¡hey, humano!-dijo un inkling vestido con un traje grisáceo.-solicitan tu presencia.

Shini entró en la habitación de la reunión, para ser algo tan importante era una habitación muy pequeña y casi sin vigilancia, tampoco estaba muy decorada, al contrario, las paredes y el piso parecían ser de concreto, un búnker dentro de la casa entintada.

En el medio había una mesa circular y a su alrededor se encontraban dos personas.

-supongo que tu debes ser Shini... toma asiento.-dijo un inkling con un traje de gala y un sombrero de copa. Llevaba un bastón que en el mango tenía tallado un calamar dorado.

-si, señor presidente.-respondió sentándose en la silla.

-Iwata, desactiva las cámaras y los micrófonos para poder comenzar de una vez por todas.-dijo un octoling hombre sorprendentemente joven, a diferencia de su enemigo natural el llevaba unos abrigos de lana y/o algodón gastados y viejos, una campera marrón que estaba muy desteñida y se estaba volviendo blanco, la campera le llegaba a las rodillas aunque no parecía que abrigara demasiado. También llevaba unos pantalones holgados de color azul oscuro, sus ropas parecían echas a mano. además de que se veía muy delgado y un poco enfermo, algo muy distinto a lo que los octarianos querrían como líder, todas las imágenes que Shini vio de los octoling es que eran personas atléticas y físicamente muy fuertes tanto como para intimidar a cualquier inkling promedio que lo único que hace es jugar y divertirse holgazaneando. Pero él se veía débil.

-jefe del estado octariano, un placer conocerlo.-el niño tenía el presentimiento de que su vida dependía de esta reunión, por lo que mostraba el mayor respeto posible, aunque el se veía como si no le importase, algo típico de el.

-tranquilisate Carolus, aquí no hay nada de eso.-dijo el presidente.

-bien... asunto número uno: la amenaza que representa la simple existencia del humano autodenominado Shini.-dijo seriamente el octariano.

Shini se quedó callado.

-otra vez con este tema... ¡ya te dije que lo tenemos bajo control!

-si, ¿pero por cuánto tiempo?-reprochó el octariano.

-hasta que nosotros decidamos.

-me tomé la libertad de leer su examen psicológico para entrar en el D.I.E.N.I. y... tiene el perfil psicológico de un desquiciado con hambre de poder.

El pequeño niño no respondía.

-además, los informes de la agente Cathya, confirma lo que digo.

-¿cathya?... supongo que hablas de tu hermanita "camper".-el pequeño rompió su silencio.

-fue un buen espectáculo... con ese abrazo final y todo eso, muy emotivo.-dijo el octoling con tono burlón.

-¡oye oye! Es tu hermana, no seas tan cruel.-dijo el presidente Iwata reaccionando a lo que dijo.

-¡hey! Yo no fui quien la mató después de abrazarla.

-y yo no fui el que la envió a una muerte segura.-contestó Shini, diga lo que diga, no cambiará su destino.

Splatoon: HumanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora