-¿Ha visto a este joven señora?
-Emm... No, lo siento.
-No importa.
La joven de cabellos blancos y ojos rojos se alejo de allí, con la fotografía de la persona que estaba buscando en la mano. Miro a su alrededor, pero no vio nada que le llamase su atención. Sus ojos viajaron de nuevo a la fotografía.
-¿Dónde estás Baka-sama?-Pregunto a la nada.
-¡Rápido ya llega!
-¿Eh?-Se giro observando cómo la gente comenzaba a correr y a crear a un pasillo humano, hasta que se arrodillaron. Entre ellos comenzó a desfilar un hombre llevado por esclavos. Llevaba lo que parecía una pecera en la cabeza. La gente del estaba arrodillada, como si delante de ellos pasase un Dios. La joven frunció el ceño y camino hasta ponerse en medio de aquel hombre pez deteniendo el desfile. Alzo la fotografía.-Le estoy buscando ¿Le has visto?
-Que molesta. Seguro que eres extranjera. –Dijo metiéndose un dedo en la nariz.- Matadla.
-He hecho una pregunta. Quiero una respuesta, y la quiero ahora.-Dijo con tranquilidad.
-¡¿Cómo te atreves a exigirme algo?! ¡¿No sabes quién soy?!
-Un humano realmente feo y repúgnate con delirios de Dios que cree tener el derecho para esclavizar a otras personas. Eres asqueroso.
-Esta loca...
-Se ha sentenciado...
-¡Soy un Tenryuubito!-Grito colérico el hombre extraño.
La joven saco de su funda una flauta, colocándola sobre sus suaves labios.
-Yo una Titán.-Y comenzó a tocar.
Del suelo comenzaron a salir gruesos tallos, algunos con esquinas negras, que rompieron las cadenas de los esclavos, así como sus collares. La gente comenzó a correr asustada. Los tallos rodearon a los guardias del Tenryuubito y lo lanzaron lejos. A cada nota que salía de esa flauta de plata, más tallos aparecían, e incluso los tallos ya existentes se dividían. El Tenryuubito comenzó a gritar, cuando un gran tallo lo tomo y lo acerco a la joven de ojos rojos.
-¡No me mates por favor! ¡Mis esclavos, tómalos!-Gritaba mientras su cara se llevaba de moco y lagrimas.-¡No quiero morir!- Alejo de sus labios la flauta.- ¡Por favor!
-Que molesto...-Suspiró. Del tallo salió una flor y de esta una manzana. La tomo y se la metió en la boca al Tenryuubito.-Yo que tú no la mordía. Es toxica. –Saco de su bolsillo la fotografía.-Y ahora dime ¿Has visto a este chico?
Negó con la cabeza frenéticamente. La chica volvió a suspirar cansada.
-Tendré que seguir buscando.-Miro al Tenryuubito y sonrió. Le dio un golpe en la mandíbula, cerrándola y haciendo que sus dientes cortaran un pedazo de manzana toxica para luego tragarla.- Ups.
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Mi Ángel ||One piece|| AcexOc
Romance-¿Quién eres? -Soy tu protectora. Tu ángel de la guarda Portgas D. Ace.