Si, mi Comandante (Clexa)

Capítulo 27: ¿Quién es?

Capítulo 27: ¿Quién es?

- ¿Tú qué harías? -preguntó lentamente Lexa.

Anya la miró desde el otro lado del sofá donde ambas se encontraban. Lexa había decidido acudir a la persona que siempre la había comprendido y escuchado y la que más podía aconsejarle sobre este tema. No es que no valorase la opinión y el apoyo de Clarke, ni mucho menos, pero Anya venía de un mundo similar al suyo y quizás tendría una perspectiva diferente o un matiz que a Lexa se le escapaba.

Ambas se habían quedado solas en la casa y ese fue el momento elegido por la morena para hablar con su mejor amiga. Le había contado todo lo ocurrido, sus dudas y sus miedos y en aquel instante esperaba la respuesta de la otra con inquietud.

- No puedo decirte que hacer, Lexa -dijo lentamente Anya.

- No quiero que me digas que hacer -corrigió Lexa frunciendo ligeramente el ceño- Lo que quiero es que me digas que harías si de repente tu madre aparece en la puerta diciendo que quiere hablar contigo.

Anya suspiró pesadamente y se pasó una mano por el pelo mientras meditaba la respuesta.

- Nuestras situaciones no son iguales -comenzó a decir Anya- El único daño que hicieron mis padres fue abandonarme y no te confundas, fue un gran daño y he sentido odio por ellos durante toda mi vida, pero lo que te hicieron tus padres... -sacudió la cabeza al recordarlo- eso es mucho daño, demasiado para una niña, demasiado incluso para cualquier persona.

- No me estas ayudando -dijo Lexa frunciendo el ceño aún más.

Anya volvió a suspirar.

- No me has dejado terminar -se quejó- Te hicieron mucho daño y si a pesar de que a mí no me ocurrió lo mismo me gustaría preguntarles muchas cosas a mis padres, imagino que tú tienes aún más preguntas que hacerles.

- Si... -murmuró Lexa de manera pensativa- Algo así me dijo Clarke, que esta era una oportunidad, quizás la única, para preguntarle todo lo que quiera, de intentar pasar página.

- Nunca pasaras página -dijo Anya con rotundidad- Quiero decir, lo que te hicieron, lo que has vivido, siempre te acompañará. Gracias a todo eso eres quien eres y no tienes que pasar página, solo tienes que... -meditó durante un segundo antes de continuar- soltar toda la rabia acumulada, todo lo que te ha hecho sufrir, decírselo, que sea consciente de ello. Desahogarte -sentenció.

- ¿Y de que serviría? No va a darme ninguna respuesta sobre lo que necesito saber -preguntó Lexa confundida.

- No es eso lo que necesitas. ¿Qué respuesta te puede dar sobre lo que hizo? ¿Qué escusa? Eso no es lo importante. Lo importante es que tú le digas todo lo que has vivido, como lo has vivido y lo que has pasado por todo lo que ella ha hecho.

Lexa suspiró y se pasó la mano por la cara mientras cerraba los ojos un segundo, pensando.

- ¿Qué crees que quiere de mí? -preguntó Lexa con una mueca de incertidumbre en su rostro.

- ¿Sinceramente? -Lexa asintió levemente esperando a que continuase- Calmar su conciencia -afirmó sin titubear- Que la perdones por lo que hizo y así poder seguir con su vida como si nada hubiera pasado o quizás te quiere pedir algo -se encogió de hombros- no lo sé.

- No me gustan ninguna de las dos opciones -se quejó Lexa.

- La única manera de averiguar lo que quiere es viéndola, sino solo estaremos haciendo suposiciones hasta el fin de los tiempos -le recordó Anya.