Capítulo 29: Día de entretenimiento
Una tormenta llevaba azotando la ciudad durante días. Las calles estaban inundadas y parecía que el cielo había comenzado una guerra sin fin con el resto del mundo.
El último día del año no pintaba muy bien y el comienzo del siguiente parecía que no iba a ser muy diferente. Agua, viento y truenos era lo que pronosticaban constantemente y parecía encajar a la perfección con el estado de la mente de Lexa.
Desde que había visto a su hermano su mente no dejaba de dar vueltas, incluso más que cuando se reencontró con su madre. No dejaba de revivir su infancia, las cosas que había vivido con sus padres y todo lo que había sufrido. Tenía constantes pesadillas en las que generalmente veía que trataban a su hermano de la misma manera que a ella, lo veía todo y no podía hacer nada para ayudarlo. Lo veía llorar en un armario oscuro, con miedo y hambre, sin poder salir. Lo veía rodeado de alcohol y drogas, sin atrever a moverse por si tocaba algo que no debía y su padre le pegaba por ello. Lo veía aterrado cuando escuchaba los pasos de su padre al llegar a casa. Lo veía suplicando a su madre por algo de comida y solo recibiendo una mueca de desagrado y fastidio. Lo veía de mil maneras diferentes y ninguna de ellas era buena.
Clarke se había mantenido a su lado, en silencio, pero vigilante y preocupada, velando por sus sueños. Cada vez que Lexa tenía una pesadilla, Clarke la despertaba abrazándola con fuerza y susurrándole palabras de alivio al oído hasta que el corazón de la morena se relajaba y conseguía dormir.
Clarke no sabía que más hacer, veía como Lexa sufría, como no dejaba de atormentarse una y otra vez y se sentía completamente inútil. No sabía qué hacer para aliviar ese dolor, para ayudarla de alguna manera más efectiva que simplemente estar a su lado. Nunca se le había dado bien solo estar ahí, necesitaba hacer algo, lo que fuese, el problema era encontrar ese algo, para poder hacerlo y aún estaba buscándolo.
Esa misma mañana, oscura y lluviosa, Lexa se despertó sobresaltada con otra pesadilla, bañada en lágrimas y acurrucada abrazándose a si misma intentando protegerse de sus tormentos, pero rápidamente Clarke estaba a su lado, abrazándola con fuerza para calmarla.
Lexa temblaba reviviendo su pesadilla de nuevo en su mente mientras se apoyaba en el pecho de Clarke, escuchando su corazón que por regla general conseguía calmarla, aunque en esta ocasión le resultaba tremendamente difícil. Clarke lo notó e hizo que la mirase a los ojos.
- ¿Qué pasó? -indagó Clarke mirándola con intensidad.
Lexa intentó desviar la mirada, sintiéndose avergonzada e impotente, pero Clarke no lo permitió y cogiendo su mentón con suavidad, volvió a hacer que la mirase.
- Una pesadilla -murmuró Lexa.
- ¿Qué ocurría? -insistió Clarke mientras le acariciaba la cabeza para tranquilizarla.
Lexa suspiró con fuerza intentando calmar su, aun, desbocado corazón.
- Estaba en la casa de mis padres y oía gritos y llantos que provenían de un armario -desvió la mirada un momento rememorándolo- Yo intentaba llegar al armario y abrirlo, pero mi padre me sujetaba con fuerza y no me dejaba... -se mordió el labio- se reía mientras me veía desesperada por abrir el armario y los gritos se volvían cada vez, más y más fuertes...
Clarke la miró durante un momento sin saber muy bien que decir.
- Sabes que eso no es real, ¿no? -preguntó lentamente.
Lexa desvió la mirada volviendo a apoyarse en su pecho.
- Lo sé... -dijo no muy convencida.
- Lexa... -dijo Clarke con suavidad- No puedes seguir martirizándote.
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Si, mi Comandante (Clexa)
FanfictionClarke no deja de chocar inexplicablemente contra una hermonsa morena que hace que su mundo se vuelva del reves una y otra vez. A proposito y no tan a proposito. -Clexa - AU (Universo Alternativo) [Dom/sub]