Si, mi Comandante (Clexa)

Capítulo 12: ¿Estas bien?

Capítulo 12: ¿Estas bien?

- ¿Lexa? -dijo Clarke confundida al encontrase frente a ella a la morena.

Había entrado tranquilamente en el lavabo, hecho sus necesidades y en ese momento estaba lavándose las manos cuando la puerta se abrió de repente y Lexa entró con cara de pocos amigos, cerrando la puerta tras de ella.

Clarke se giró, frunciendo el ceño sin saber muy bien que estaba pasando mientras que Lexa la miró con una determinación común en ella pero que en esos momentos le daba un poco de miedo a la rubia.

- ¿Qué haces aquí Lexa? -lo intentó Clarke de nuevo, esperando algún tipo de explicación.

Pero no la recibió, Lexa simplemente la siguió mirando hasta que en un momento dado rompió la distancia entre las dos besándola con fuerza.

Clarke se vio empujada contra el lavabo mientras los labios de Lexa se pegaban a los suyos, besándolos y mordiéndolos, como si quisiera sentirla por completo a la vez que agarraba su cintura con fuerza para que no se moviese.

Clarke gimió, no pudo evitarlo. Le había dolido lo que había ocurrido entre ellas, pero no podía evitar que sus piernas temblaran y su corazón se acelerase de emoción al besarla. Se rindió, eso hizo, echó a un lado su tristeza, su dolor y todo lo que sentía solo por ese momento.

Después de los primeros segundos de sorpresa, no tardó mucho en reaccionar y llevar sus manos al cuello de Lexa, atrayéndola más y haciendo gruñir a la morena en el proceso.

Lexa parecía desesperada, se pegaba a su cuerpo y agarraba su cintura con fuerza como si no quisiera separarse. Clarke no sabía que pensar y ciertamente era complicado pensar cuando la lengua de Lexa rozaba la suya o cuando mordía su labio tirando de él para después besarlo, no sabía si esa reacción por parte de Lexa era que la echaba de menos, o que había pensado en lo que le dijo y no podía vivir sin ella o incluso si lo único que echaba de menos era el sexo. No tenía ni idea y no estaba segura de querer saber la respuesta, no cuando Lexa por fin soltó su cintura con la única intención de desabrochar su pantalón metiendo una de sus manos en su interior.

Clarke ahogó un gemido contra sus labios al sentir la mano de Lexa dentro de su ropa interior y automáticamente abrió más las piernas, queriendo sentirla más.

No era la posición más ideal, lo sabía y Lexa también, porque en cuanto vio que no tenía mucha maniobra lo que hizo fue gruñir y separándose levemente de ella, la cogió de la cintura y la sentó sobre la encimera del lavabo, colocándose después entre sus piernas y volviendo a besarla con la misma desesperación de antes.

Parecía una fiera devorando su presa, una depredadora y a Clarke le gustaba la idea, pero, aun así, los pensamientos no dejaban de cesar en su cabeza.

Mientras tanto Lexa había vuelto a meter la mano dentro de su pantalón, acariciando su clítoris con fuerza. Esto no era hacer el amor, era una total declaración de poder, un sexo desesperado, un sexo dominante y no en el buen sentido y a pesar de estar gimiendo contra los labios de Lexa, cuando la morena se separó de sus labios, bajando hasta su cuello mientras la penetraba con fuerza, Clarke sabía que algo estaba mal.

Pero el momento culminante fue cuando Lexa comenzó a susurrar en su oído.

-Eres mía... -gruñó Lexa para después bajar hasta su cuello con intención de marcarla como tantas otras veces.

Clarke se congeló en ese instante viendo como pasaban ante sus ojos el recuerdo de Lexa abandonando su habitación y después a Bellamy pidiéndole ir a su fiesta y definitivamente supo lo que estaba mal.