10.- Adelina Amouteru

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Lo peor de la tormenta amaina poco después de llegar a mar abierto.Pero la lluvia continúa cayendo y cayendo hasta que comienzo a preguntarme si las nubes desaparecerán alguna vez. Violetta y yo nos quedamos bajo cubierta, en una pequeña cabina privada que el capitán nos ofreció,y secándonos con toallas limpias.

Ambas estamos en silencio. Los únicos sonidos que escuchamos son el chocarde las olas fuera del ojo de buey y los gritos lejanos de los generales de latripulación. En la esquina de la cabina hay un espejo sobre el escritorio, me acercopara echar un vistazo a mis facciones sin adornos, sin máscara. Mi cabello fuecortado y revela mis cortos cabellos plateados. Justo después de la muerte de Enzo,me corté el cabello con un cuchillo. Violetta me ayudó a recortar los mechones tancuidadosamente como pudo, pero quedará corto por un largo tiempo. Todavía noestoy acostumbrada a verlo.
Un fuerte trueno sacude la nave. Por el rabillo del ojo veo saltar a Violetta yluego bajar la cabeza avergonzada. Sus ojos miran con inquietud los marestempestuosos fuera de nuestro ojo de buey. Se retuerce las manosinconscientemente en el regazo, como si estuviera tratando de detener el temblor.
Me sorprende mirándola.-Estoy bien -dice, pero hay un temblor en su voz.Me doy cuenta de lo cansadas que estamos. ¿Hacia dónde nos dirigimos?
¿Este mercenario y su tripulación realmente están tratando de ayudarnos? CuandoVioletta y yo éramos pequeñas y se desencadenaba alguna tormenta eléctrica, laconsolaba apretando sus hombros y tarareando canciones. Así que ahora me siento a su lado envolviendo sus hombros y escojo una melodía que me recuerda a nuestra madre cantando antes de que Violetta naciera.

Violetta no dice nada. Pero poco a poco su temblor disminuye, aunque nodesaparece por completo. Se inclina contra mí, y nos quedamos en silencio.

-Adelina -dice Violetta finalmente. Su voz me sobresalta. Se gira para poderverme-. ¿Qué pasó en la ciudad cuando estábamos en el canal?

Niego con suavidad. La memoria ahora está confusa. Siempre he sido azotadapor las ilusiones del fantasma de nuestro padre, pero lo que pasó hoy fue algonuevo y aterrador. Lo había visto tan claramente que creía que estaba allí. También vi a Enzo envolviendo todo en llamas.


El tono de Violetta se endurece.

-Dime. Sé que vas a mantenerlo embotellado y eso podría ser aún más peligroso para todos nosotros.

Respiro profundo.

-Pienso que creé una ilusión sin querer -le respondo-. Algo que no podíacontrolar. Me desperté en la mañana sintiendo una extraña presión en la cabeza y,cuando llegamos al canal, yo... -titubeo frunciendo el ceño-, no lo sé. Ni siquierapuedo recordar haber creado las ilusiones. Pensé que lo que estaba viviendo erareal.
Violetta estira una mano vacilante para tocar la mía.-¿Puedes crear algo ahora mismo? ¿Algo pequeño?Asiento. Tomo un pequeño hilo de energía y una cinta aparece de la nada en el
centro de mi palma.
Violetta frunce el ceño mientras me estudia. Por último libera mi mano y dejoque la cinta se disipe.
-Tienes razón -responde-. Hay algo extraño en tu energía, pero no puedoaveriguar qué es. ¿Crees que tiene algo que ver con lo que ocurrió en la finca delRey Nocturno?
Mi temperamento se eleva ante su insinuación.
-¿Crees que esto es consecuencia por matar al Rey Nocturno? -le pregunto,levantándome de la cama para apartarme.
Violetta se cruza de brazos.
-Sí, lo creo. Tus explosiones de energía quedan fuera de control cuando lallevas a los extremos.
Aprieto la mandíbula, negándome a pensar de nuevo en la muerte de Dante.De Enzo.
-No va a suceder de nuevo. Dominé mis poderes cuando me quedé con LasDagas.
-No creo que los domines tanto -argumenta-. ¡Casi nos matas a todos!¿Cómo vas a distinguir la realidad de una ilusión si ni siquiera sabes que estásutilizando tu poder? ¿Cómo sabes que no sentirás esa extraña presión en tu mente otra vez?

-No va a suceder de nuevo.

La expresión de Violetta es ansiosa.

-¿Qué pasa si es peor la próxima vez?

Paso una mano por mi corto cabello, pensando mientras los mechones se deslizan entre mis dedos. ¿Y si tiene razón? ¿Qué pasa si al dejar la ira sin control y torcer las ilusiones con tanta fuerza que maten, la consecuencia es que mi energía se alimente con tanta fuerza que vaya más allá de lo que puedo controlar?

The rose societyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora