"Podría ser una lección que jamás debi aprender, lo vi como una bendición pero es un castigo".
Las manos se mantenían en las cervezas, las miradas eran tensas y aveces por parte de Gigi de odio.
Estaba todo en una línea, su pequeña relación. Había pasado casi un mes en el cual habían peleado más veces por un solo tema de conversación. Perrie Edwards.
¿La envidiaba? Si. ¿La odiaba lo suficiente? Aún no. ¿Amaba a Zayn? Demasiado.
Todo comenzó cuando ella se entero que se casarían en dos meses. Bueno un mes desde ahora, ya tenían todo. Zayn le había contado que Perrie había comprado un hermoso vestido el cual le daría envidia a cualquiera. Y no estaba mal.
Tenia envidia de no ser la mujer que se casara con aquel hombre. De no compartir toda su vida con él.
Se había imaginado a Edwards millones de veces. Jamás le había visto la cara. Pero sabía que era rubia, alta pero no lo suficiente para pasarla a ella o al mismo Zayn. De unos hermosos ojos azules, complexión perfecta, en unas palabras más cortas era perfecta para cualquier hombre.
Zayn entonces dejo de mirarla y le paso una fotografía que había sacado de su billetera.
La mujer la tomó desconfiada mirando con detalle la fotografía. Al fin la vio por primera vez. Y no podía ser cierto.
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Demonios.
Era realmente hermosa. Su sonrisa era real, demostraba amor y cariño. Tenían las manos entrelazadas, ambos se veían felices. Zayn era realmente feliz en esa fotografía, estaba enamorado de ella y aseguraba que aquella chica de cabello morado. Por la foto lo noto. También lo amaba.
Trago duro y la volteo para leer una pequeña inscripción que tenia.
" أنا وزوجتي"
La rubia frunció el ceño con intensidad y miró al hombre frente a ella.
- ¿Qué significa esto? - Mi esposa y yo -Finalizó con una sonrisa llena de felicidad.
"Mi esposa y yo" vaya significado, este hombre era realmente romántico.
- ¿Cuándo fue esto? - Hace un mes o dos.
No mentía, Perrie se había resignado después de un tiempo a pelear y se había dedicado a hacer feliz al moreno. Al igual que el a esta.
- Bien -lo miro mal. - ¿Dejarás de verme así? -escupió el moreno- llevas una hora con esa mirada Gigi. - No. - ¿Qué te pasa Hadid? No estabas molesta hace una hora que tuvimos sexo.
La mujer rodó los ojos avergonzada y soltó todo el aire. Estaba nerviosa, esperaba que aquel moreno aceptará estar con ella y dejar a la otra mujer con la cual se casarían en un mes.
Inhala profundamente y luego soltó el aire por segunda vez.
Era ahora o nunca.
- Quiero que estés conmigo. - Estamos juntos -Murmuró divertido el moreno. - Termina con Perrie y ven conmigo, vive conmigo.
Zayn frunció el ceño como si le estuviese hablando en chino, luego soltó una sonora carcajada. La rubia levantó una ceja confundida.
El hombre paro un minuto después, negó con la cabeza y la miro.
- No es loca la idea, Pero si nos amamos no tendríamos porque estar lejos. - Cielo, ¿Qué te hace pensar que estoy enamorado de ti? - Dijiste que te gustaba -La menor se levantó. - Exacto, me gustas en otras palabras me atraes físicamente. No me enamore de ti, estoy jodidamente enamorado de Perrie.
Gigi hizo una mueca con sus ojos cristalizados y miró a otro lado intentando controlar sus lágrimas que amenazaban con salir.
- Yo pensé que podrías amarme. - Pensaste mal -Se levantó y la rodeo- De todas maneras ya no puede continuar esto que tenemos.
Las palabras abofetearon por segunda vez a la rubia. Se volteo encarando al hombre del cual estaba enamorada.
- Zayn no puedes terminar conmigo. - Ya lo hice reina -tomó sus cosas- Me voy cuídate -beso la frente de la chica y segundos después de fue de ahí sin decir nada.
Miro la foto en el pequeño mesón, apretó sus puños y tomó aquella fotografía.
La rompió por la mitad y miró con odio el lado de Edwards, el pedazo donde estaba Malik lo dejo en un pequeño libro.
Se sentó en el suelo y miró el rostro de Perrie. La odiaba por completo, le quito al hombre de sus sueños.
Se levantó complemente molesta, camino a su habitación buscando algo con la mirada. BINGO.
Un arma que su tío le había dado hace algunos años como método de su protección. Sonrió con algo de malicia y la dejo de nuevo en un cajón. Bajo las escaleras con una sonrisa triunfante.
Un sonido en la puerta hizo que su corazón saltará.
¿Era él?
Corrió hacia la puerta, se acomodo su cabello y abrió mirando a la persona que tocaba con insistencia.
Una mujer castaña y algo baja.
- ¿Eres Gigi?
Ella asintió confundida y la volvió a examinar con la mirada. No vestía mal pero por su rostro y forma de hablar deducia que estaba igual que ella.
- Soy Danielle Campbell ex novia de Louis Tomlinson.
Gigi entendió al instante, y recordó cuando Zayn le dijo que su amigo había dejado a una tal Danielle por su prometida.
Se hizo aún lado para que pasara y esta no se opuso, entro y se sento en el sofá. La rubia se sento a su lado.
- ¿Quieres vengarte de ella? La castaña la miro por fin. - Claro que si.
La ojiazul la jalo hacia su habitación sosteniendo la foto de Perrie en su mano izquierda.
La dejo en una pequeña silla dejando la foto de Edwards en su regazo. Danielle la miro y gruño enojada sin entender aquello.
- ¿Qué...? - Nos vengaremos de esa mujer Dani. Y tendremos a nuestros hombres. - ¿Qué haremos?
Gigi le señaló el cajón con la mirada.
- ¿La dormiremos?
Negó y sacó la pistola mostrandosela pero sin que la toque.
- Te das cuenta de lo idiota que eres ¿Verdad? -Danielle la miro asustada- No podemos matarla.
Gigi sostenía el arma en sus manos mirando la foto de Perrie aún en el regazo de Danielle.
Una sonrisa se apareció en su rostro.
- Si el no es mío, no será de esa mujer. Y deberías de pensar lo mismo respecto a Louis.
La castaña hizo una mueca.
- Nos quitaremos a Perrie Edwards de encima -Gigi comenzó a reír a carcajadas.
El amor es ciego, y te hace cometer locuras. De las cuales no estarás orgulloso y mucho menos libre para cometerlos.
