"Hicimos el fuego y nos quemamos con la llama. Intento perdonarte pero no se como, construimos todo tan alto y ahora nos caemos. Es una larga caída, desde aquí".
Meses Después...
"Hola Zayn.
Estoy bien, si es que se puede decir eso por como me dejaste el ojo. Estoy cansada de ser el tapete, ya no mas. Louis me contó de Gigi y me dolió como no tienes una idea.
¿Sabes que es peor? Que estoy feliz ahora, porque me diste una razón para dejarte, ya no mas golpes Malik, no mas maltratos. Espero que cuando encuentres a una mujer la trates como una princesa y no como un trapo sucio.
Creo que jamás podría odiarte, seria egoísta hacerlo cuando me hiciste tan feliz. Pero ya me he cansado de esperar algo lejano. El anillo esta en la mesa del dormitorio.
Cuídate demasiado, ni siquiera intentes buscarme, porque no volveré contigo jamás. Estoy con alguien que me ama.
Te quiere Perrie Edwards."
Leía por milésima vez aquella carta con la rabia poseyendo su cuerpo. En realidad lo había dejado por el castaño de mierda.
Tiro aquellas hojas que había escrito la rubia contra la pared y tomó su cajetilla cerca del sofá, encendiendo al instante un cigarro.
"Ni siquiera intentes buscarme", "Estoy feliz ahora", "No puedo odiarte", "Estoy con alguien que me ama".
Todo dice la misma mierda. Te deje por Louis Tomlinson perdedor.
¡Mierda! No dejaría que se fuera de su lado. Ese jodido hombre le quito todo lo que tenia. Le quito a su mujer, a sus amigos y todo lo demás.
El odio que sentía en estos momentos era demasiado grande. Explotaria en cuestión de segundos.
Puso sus manos en sus sienes intentando controlarse, respiro sonoramente.
Había olvidado el incidente de Harry, negó. Había muerto para él.
Justo cuando llego se deshizo de aquella ropa llena de sangre del mismo, se dio un largo baño para luego dormir.
Un sueño que había sido destruido por aquella carta.
Pasaron meses y todo disminuyó, todo excepto el gran amor por la rubia. Estaba realmente jodido con ella. Y odiaba sentirse así.
Tomó su cigarro de entre sus labios, quitandolo para soltar el humo. Demonios, ni siquiera Gigi estaba ahí para saciar sus necesidades.
¿Cuanto había pasado desde la última vez que se afeito? o ¿Qué se dio un baño digno y una buena comida?
Ni siquiera había salido al bar. Solo al gimnasio, por comida rápida, cerveza y cigarrillos.
Cerró sus ojos unos segundos sentándose en el sofá, se inclino tomando una foto de Perrie y el mismo, sonrió con nostalgia permitiéndose derramar unas cuantas lágrimas.
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¿Cómo olvidaría aquello? Apenas comenzaban a salir, incluso recordaba que ese día Perrie iba a conocer a su madre. Estaba tan nerviosa que desde ese momento la imagino vestida de blanco, esperando por él. Sollozo dejando la foto donde la encontró.
¿Sería capaz de arruinar la felicidad de Perrie para obligarlo estar con él?
La respuesta era no.
Admitía la derrota, aunque le rompiera en mil pedazos aquello, pero no volvería a pelear por ella cuando eso era algo inútil, había perdido todo rastro de amor que aquella hermosa mujer sintió por él.
Volvió a poner el cigarrillo en sus labios inhalando con fuerza mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Estaba cansado. Físicamente y mentalmente.
Era una mierda, había golpeado al amor de su vida. Se había metido con Gigi. Ahora lo veía claro.
No merecía nada de amor, porque lo destruye todo a su paso. Quito el cigarrillo por segunda vez soltando el humo segundos después.
Miro el boleto hacia "Nueva York", aun recordaba cuando Harry le había dicho Canadá. Mentiras. El lo investigo todo.
Pero ahora no tenia sentido volar hacia allá para volver días después sin éxito alguno.
Suspiro mirando todo la sala e hizo una mueca. Cajas de pizza tiradas en el suelo, ropa sucia, condones usados y regados por ahí, cajetillas, una pila de platos sucios, comida podrida al igual que la fruta, botellas de vino y cervezas rotas.
Se levantó mirando todo y asintió consigo mismo.
Tomó la ropa dejandola en una canasta, acomodo su saco en el sofá al igual que unas gorras y guantes.
Lavó los platos en silencio, acomodando con cuidado cada uno aún lado del lavabo. Limpio todo aquel desastre. Barriendo toda la cocina sin decir alguna palabra.
Levantó las cajas de pizza para meterlas en una bolsa de basura, acomodo su cabello azabache y suspiro agotado mirando el reloj de la sala. 9:30 pm. Metió la fruta podrida junto con los condones usados a la misma bolsa de basura.
Tomó las botellas de vino y cerveza dejándolas en una pequeña caja de cartón, llevaría todo esto afuera mañana en la mañana para que fuese recogido por el camión de basura. Dejo las cajetillas al lado de la caja.
Camino a su habitación agotado, se tiró en su cama tomando unas pastillas en su mano izquierda. Así podría descansar de una vez.
Tomó dos y se tapó con las mantas.
Cerró los ojos imaginando algo mejor, a Perrie a su lado, amandolo y entendiendolo.
Se aferro a la almohada sintiéndose pequeño. Soltó un gruñido sin dormirse.
Abrió sus ojos abrumado. Tomó su celular observando unos videos de ambos.
Dejo de verlos después de una hora, poniendo en repetición varias veces algunos de esos videos. Extrañaba esos momentos y daría todo por volver ahi.
Dejo su teléfono aún lado escuchando una canción que cantaba la rubia, cerro por segunda vez sus ojos y se cayo en una nube negra segundos después.
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Hola *u* Gracias por leer mi novela, se que no es la mejor pero hago todo lo que puedo XD.
PD: pronto se acabará esta novela :3. PD2: Pasen por mi otra novela que acabo de iniciar ♡.
